27 Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso, un recorrido para disfrutar
Por Carlos Domingo para carreraspopulares.com
Llegados a este punto, en 2017, Valencia se ha convertido por méritos propios en sinónimo de recorridos rápidos en cualquier conversación sobre carreras a pie. Sea cual sea la prueba en la que uno va a tomar parte en la capital del Turia sabe que, si está en forma, lo hará bien. Es una plaza perfecta para buscar buenas marcas pero no solo eso, el aura que envuelve a esta capital del asfalto la convierte en un jardín para disfrutar del ambiente que se genera en la calle.
Pero, como todo circuito, tiene sus detalles y lugares clave. Partimos de la base de que la altimetría de la ciudad es prácticamente plana. Algún ligero porcentaje de subida y bajada pero no más que el justo y necesario. En estas líneas pasaremos el bisturí y dividiremos el trazado en fragmentos para analizar palmo a palmo lo que los corredores se van a encontrar el domingo 22 de octubre.
Salida – 5k, buscando sensaciones
La línea de salida está situada en la parte final de la Avenida del Puerto, en el extremo más cercano a la Marina Real Juan Carlos I. En los momentos previos la música envolverá a los corredores y poco a poco les irá metiendo en carrera. La motivación es el primer escollo con el que se encontrarán los corredores. En los boxes de salida la concentración es máxima y tras el disparo la adrenalina sube a las nubes. ¡Que nadie se pase de vueltas!
Los primeros kilómetros son en ligerísima subida, prácticamente imperceptible para los atletas ya que aún no está el lastre del cansancio. La Avenida del Puerto se hace completa, son los momentos clave para coger el ritmo, la zancada, la posición, y controlar pulsaciones y, de nuevo, la sobreexcitación que acompaña al pistoletazo.
5k – 10k, mantener el ritmo
Los primeros 10.000 metros discurren por avenidas anchas y largas, ideales para encontrarse en carrera. En el 3,5 el pelotón entra en la Avenida Blasco Ibañez, una de las zonas universitarias, cubierta de arboles. Esa sombra puede venir bien aunque el sol, en caso de que aparezca, aún no estará demasiado alto. Esa avenida se hace completa en ligera pendiente descendente hasta el 6,5, en ese punto se hace un zigzag poco exigente para llegar a la zona del Cabañal.
En este tramo cada corredor debería tener ya el pulso adecuado, debería haber encontrado las sensaciones optimas y lo adecuado sería que empezase a utilizar una velocidad de crucero correcta. Puede ayudar el hecho de que ya se habrá fragmentado el pelotón inicial y encontrarán pequeños grupos a un ritmo sostenido, unirse a uno de ellos podría salvar más de un gasto innecesario.
10k – 15k, tramo exigente
Este parcial podríamos decir que es el más crítico de toda la prueba. Una vez llegados al ecuador de la carrera los atletas empiezan a correr río arriba. La pendiente ascendente sigue siendo ligera pero ya se notará el cansancio de las piernas. En este punto podemos perder un poco de velocidad, vale más la pena que se controle el cuerpo antes de que este se descontrole poco más adelante...
El kilómetro 14 está situado sobre el Puente del Real, esa es la puerta de entrada de la carrera al centro histórico de la ciudad. La Calle de la Paz es tal vez una de las más bonitas de Valencia, habrá mucha animación, si los corredores no se dejan llevar por el ambiente del público y los grupos de animación, podría ser una de las zonas perfectas para disfrutar cogiendo aire y levantando la cabeza.
15k – 20k, se acerca el final
Si el tramo anterior lo podríamos definir como el más crítico, este, con la dificultad del cansancio acumulado, podría ser bueno. El 15k está situado en la Plaza del Ayuntamiento, desde ese punto la pendiente se vuelve favorable. Ligera pendiente pero el cuerpo notará que le cuesta menos desplazarse. Es buen momento para, si se va con fuerzas suficientes, poder arañar los segundos que pueden haber lastrado el parcial anterior. Pero que nadie se venga demasiado arriba demasiado pronto, el cuerpo habla continuamente... ¡escuchémosle!
20k – Meta, objetivo conseguido
Cuando se pasa sobre la línea que limita las dos decenas de kilómetros el pescado está vendido. Ahí no habrá marcha atrás, no hay margen para recuperar lo perdido pero sí para mejorar con lo reservado. En este punto podemos dividir a los corredores en dos grupos. Aquellos que lleguen con fuerzas y hayan sabido dosificarse tienen 1.095,5 metros para tratar de dar lo poco que les pueda quedar. Este suele ser el punto decisivo en el que se rebajan las marcas si se ha gestionado bien la carrera. Por otro lado, si pasando el 20k nos notamos justos no juguemos con fuego, lo mejor es mantener ese ritmo o incluso levantar el pie del acelerador y dedicarnos a disfrutar ese último kilómetro.