Guía del corredor novato: el guardarropa en las carreras
Por Mario Trota para carreraspopulares.com
Las carreras organizadas tiene muchos servicios para el corredor (unas más que otras) que están cubiertos por el precio de la inscripción. Uno de ellos es el ropero o guardarropa. Ese lugar donde dejas las prendas y pertenencias que no vas a usar durante la carrera y que recoges cuando terminas. Pero hay algunos detalles que es mejor que conozcas si aún no eres un experimentado participante en carreras. O quizá también si lo eres.
Antes de nada, hay que diferenciar entre los diferentes tipos de guardarropa que hay en las carreras. Y todo depende, como siempre, del tipo de carrera al que nos estemos refiriendo. Lo normal es que cuando las carreras son más grandes, el guardarropa es mayor, más sofisticado y mejor organizado. O así debería ser, al menos.
Tipos de guardarropa:
Los hay pequeños y grandes. En carreras con muy pocos participantes apenas es una carpa (o una zona en el suelo sin tapar, algo que se puede complica si sale un día lluvioso, a veces lo solventan con un toldo que tapa directamente las bolsas) en la que un voluntario recoge tu mochila y la deja junto a otro puñado de ellas bien colocada para luego encontrarla fácilmente.
El caso es que hay que distinguir entre dos tipos de sistemas de guardarropa: los de carreras que empiezan y acaban en el mismo sitio y los de las que tienen salida y meta en lugares diferentes.
Así, en el primer grupo, el guardarropa es un espacio fijo situado en un lugar cercano a la salida y la meta en el que dejas tus pertenencias, uno de los responsables del mismo la recoge y la deja en el mismo lugar donde luego irás a recogerlo al acabar de correr.
En el segundo grupo está el guardarropa móvil. Porque lo lógico es que tú dejes tus prendas en la salida y cuando llegues a la meta, ambas separadas por el número de kilómetros que sea, tengas tu bolsa lista para recogerla en algún lugar mínimamente organizado.
En este segundo tipo de guardarropa, lo normal es que dejes tu bolsa con tus pertenencias directamente en un camión o furgoneta y que estos vehículos salgan raudos y veloces (todo lo que permita la normativa de tráfico) directos a la meta, saliendo un rato antes que los corredores y, por tanto, evitando cortes de tráfico y aglomeraciones.
Por eso los organizadores insisten tanto en que en estos casos dejemos la ropa lo antes posible (algunos guardarropas se "cierran" hasta 30 minutos antes de la salida) para que los vehículos tengan tiempo para trasladarse a la línea de meta y, lo más importante, para colocar y ordenar las bolsas de todos los corredores y luego sea más fácil y ágil su entrega a los corredores.
Por último hay carreras, ya de gran tamaño, que ponen en marcha el servicio de guardarropa en la víspera de la carrera o incluso días antes, aunque luego lo mantengan el mismo día de la prueba como siempre . En este caso, tienes que decidir qué ropa quieres ponerte cuando acabe la carrera, meterla en la bolsa que corresponda (o en tu propia mochila) y dejarla en el lugar previsto. Eso sí, lo lógico es que si haces esto no uses el ropero el día de la carrera.
Es una manera de evitar hacer colas (si se da el caso) para dejar tus prendas antes del disparo de salida e ir cargado con lo justo para empezar a correr. Siempre que vayas abrigado hasta el momento del disparo de salida si hace frío, con algo de ropa que luego puedas dejar en la basura o contenedores habilitados, o con algún tipo de atuendo de usar y tirar. De esto ya hablamos en un artículo previo .
Organización del guardarropa:
Las formas de organizar un ropero son muy variadas. Y, una vez más, depende la carrera. Los organizadores deben poner mucho cuidado en hacerlo bien, porque de no ser así pueden provocar largas colas en la recogida de las bolsas, pérdidas de las mismas, confusión, tumultos, indignación de los corredores que llegan vestidos de corto y se quedan fríos mientras reciben su ropa, o incluso el asalto de decenas de corredores al guardarropa para buscar su bolsa haciendo caso omiso a los requerimientos de los voluntarios encargados del servicio. Y sí, todas estas situaciones las he vivido.
Lo más complicado para un organizador es montar el ropero cuando salida y meta están en lugares distintos. Como hemos dicho antes, lo ideal es que ese ropero, que se establece normalmente en furgonetas o camiones, tenga una hora límite adecuada para que los vehículos salgan con tiempo hasta la meta y puedan montar la infraestructura de entrega antes de que lleguen los corredores. Cuanto más corta sea la carrera, menos tiempo tendrán para ello.
Pero vamos a explicar el proceso de recogida y entrega de las mochilas o bolsas:
Una vez llegas al guardarropa, pueden ocurrir dos cosas: que los voluntarios recojan la mochila o bolsa que tú llevas, o que te den una bolsa (generalmente de basura) para que la introduzcas en ella. Hay carreras que te dan, en la Feria del Corredor, una bolsa específica para la carrera, que debes usar obligatoriamente para meter tus pertenencias y dejarla en el guardarropa.
El sistema para clasificar las bolsas difiere de una carrera a otra. Si es una carrera con muchos corredores tendrán un gran espacio de guardarropa ordenado por números de dorsal, para distribuir a los corredores en varias colas.
Lo normal es que cuando entregues la bolsa donde te corresponde, miren tu número de dorsal y peguen una etiqueta adhesiva con tu número en la propia bolsa (directamente en tu mochila o en la bolsa de basura donde la meten). En otros casos usan un rotulador. Y en las carreras más organizadas te dan previamente una etiqueta (cuando recoges la bolsa en la feria del corredor) que debes pegar tú mismo. Cuando llegas a la meta y vas a recoger la bolsa, miran tu número de dorsal, buscan la bolsa que lleve el mismo número (las suelen ordenar más o menos de forma correcta para tardar menos tiempo en encontrarlas) y te la entregan.
En algunos casos, el número de la etiqueta no corresponde con el de tu dorsal. Tienen una etiqueta doble con el mismo número. Ellos se quedan con una parte de la etiqueta y tú con otra. Lo normal es que sea también una etiqueta adhesiva que te piden que pegues en tu dorsal. Pero, ¡ten cuidado! El sudor, la lluvia, o simplemente un deficiente material adhesivo de la etiqueta, pueden provocar que ésta se caiga y se pierda durante la carrera. Y te quedas sin tu número para que, cuando llegues a meta, te den la bolsa.
Si te ocurre esto te suelen pedir que te esperes a que todos los corredores hayan recogido sus bolsas y entre las pocas que queden sin reclamar, identificas la tuya. Por suerte, esto no es muy habitual. De todas formas, si organizan el guardarropa de esta manera y te dan esa etiqueta adhesiva, es mejor que la guardes en algún bolsillo de tus mallas o pantalones de correr. Y, por si acaso, MEMORIZA el número.
Cómo y cuándo usar el guardarropa:
Lo más importante, y no me importa volver a insistir en ello: llega al ropero con tiempo suficiente para evitar colas y sustos, que en muchas ocasiones hemos visto a corredores que tienen que correr con la mochila porque ya se ha ido el vehículo-guardarropa cuando han llegado. O a otros que están entregando su mochila cuando ya se ha dado la salida de la carrera.
Úsalo siempre que no puedas dejar tus prendas con un acompañante o en un coche en el que te traslades a la zona de la carrera. Pero nunca viene mal tener algo de ropa seca y de abrigo justo cuando llegas a la meta.
En cuanto a lo que debes dejar la bolsa del corredor, eso depende lo confiado que seas. No tienen por qué perder tu bolsa del corredor, pero dejar objetos de valor no es lo más recomendable. No porque lo vayan a robar, sino porque si se extravía la bolsa (que no es lo habitual, esto es cierto) pueden darte un disgusto.
(Fotos: Shinichi Sasaki y CarrerasPopulares.com)