Normas de higiene durante una carrera
Por Mario Trota para carreraspopulares.com
Hemos hablado en muchas ocasiones sobre el respeto a los demás cuando participamos en una carrera. Y de las normas básicas (algunas escritas, en el reglamento, otras no) que deberíamos todos cumplir. Nadie quiere obligar a hacer algo que no queremos, pero hay actitudes que tendríamos que desterrar de las carreras.
Hoy nos vamos a centrar en las relacionadas con la “higiene” de los corredores, o con fluidos y “vapores” de nuestro cuerpo que pueden perjudicar a los que van a correr con nosotros. Creo que entendéis por dónde voy.
- Escupir. Es un clásico. A muchos, lo reconozco, nos da por lanzar un escupitajo cuando vamos corriendo. El problema es que si lo hacemos en mitad de una carrera podemos alcanzar con el proyectil de saliva (o algo peor) a otro corredor.
Lo ideal es evitar hacerlo, pero muchas veces nos surge sin más y no podemos aguantarnos, porque nos sentimos incómodos, nos resulta complicado tragar durante la marcha, o por lo que sea. Pues bien, si tenemos que escupir, hay que hacerlo con cuidado. Lo mejor es apartarse a un lateral y hacerlo fuera de la calzada o el camino.
Si no es fácil cruzar entre los corredores para ir a un lateral a deshacernos de la molesta porción de saliva (o algo peor), lo óptimo es escupir en vertical lo más cerca de nuestros pies posible. Si tiene que alcanzar a alguien, que sea a nosotros. Y hay que tener mucho cuidado con el viento, que es muy traicionero. Puede trasladar el molesto fluido hacia otro corredor o hacia nuestra cara de vuelta.
- Mear. Todos sabemos lo que pasa muchas veces en las salidas de las carreras. Llegas a última hora, hay cola en el baño (o hay pocos sanitarios) y decides buscar un arbusto, un jardín o un prado cercano para hacerlo. En el caso de las mujeres es más delicado, aunque en algunas carreras he visto a muchas hacerlo. Lo normal, ciertamente, es que la mayoría sean hombres.
No debes hacerlo. Por varias razones: respeto a tus compañeros, que no tienen que aguantar molestos olores cuando pasen por esas zonas; por respeto al entorno y a la ciudad donde estés; y porque te puedes ganar una multa. Está prohibido orinar en la vía pública.
- Ve duchado a la carrera. Muchos piensan que, como van a correr y a sudar, y luego se tendrán que duchar otra vez, no es necesario que lo hagan antes. Si vas a hacer esto, lo mejor es que te cerciores de que tu olor corporal no es muy fuerte, porque tus compañeros de carrera podrán notarlo y no será agradable. Sobre todo cuando acabe la carrera.
No es lo mismo sudar durante 30 o 120 minutos si te has duchado en las horas previas a la salida que hacerlo si la última vez que el agua con jabón recorrió tu cuerpo fue justo un día antes. Si te da pereza esa misma mañana, al menos hazlo la noche anterior antes de irte a dormir.
- Los mocos. Perdón que hoy me ponga un poco escatológico, pero creo que es necesario. Alguien tiene que decir estas cosas. Lo de llevar un pañuelo para sonarse los mocos en mitad de una carrera, sobre todo si vas rápido, es algo complicado. Así que nos da por eliminar la molesta mucosa de nuestra nariz como aprendimos viendo a los jugadores de fútbol: presionas un lado de la nariz y expulsas por el agujero libre la pegajosa y viscosa sustancia. Luego lo haces en el otro lado.
Lo dicho para los escupitajos vale para esto: lo ideal es no hacerlo, porque puedes alcanzar a otro corredor. Muchos aprovechan la manga de la camiseta (si es larga, en épocas de bajas temperatura, que es cuando más nos asalta la mucosidad) para limpiarse la nariz y la usan como pañuelo. Otros lo guantes, si los llevan. Asqueroso, sí.
Pero lo más higiénico es usar un pañuelo de papel y sonarse como toda la vida. Puedes llevarlo en un bolsillo, enganchado en el lateral del pantalón o la malla o incluso en la mano. Sí, se irá deteriorando con el sudor, pero algo ayudará. Y no creo que por usarlo y dejar de respirar por un segundo vayas a dejar de hacer tu mejor marca.