Viajar con un runner: una bendición o un suplicio
Por Luis Miguel del Baño para carreraspopulares.com
Compaginar tu pasión con tu vida de ocio en verano es posible. Puede que hagas un viaje basado en el running, pero también es muy probable que vayas con un grupo o con tu familia y ellos no sean corredores. En cualquier caso, si quieres correr, ten en cuenta que las condiciones normales a las que estás acostumbrado en tus entrenamientos cambiarán, tanto por la zona, como por la compañía, y te deberás adaptar. Aquí van unos consejos:
Para ti, runner:
1.- No rompas horarios. La clave está en no romper horarios de tu familia, amigos o tu grupo. Lo ideal, por ejemplo, es salir temprano. Aprovecha la última hora de sueño de tu familia y cuando ellos están desayunando ya habrás vuelto y te unirása ellos. Si vas entre amigos, puedes también aprovechar la típica hora de la ducha antes de salir a cenar. Durante la cena estarás con todos y ya tienes los deberes hechos.
2.- Las rutas, preparadas desde casa. No vayas a ciegas del todo. Vivimos en la época de la información e Internet. Antes de salir de viaje, bucea en la red que puedes encontrar mucha información o planos de la zona donde vayas. Si eso lo combinas con un poco de innovación y aventura, te saldrán unas rutas muy buenas.
3.- Turismo sobre turismo. Estás de vacaciones y vas a salir a correr. ¿Por qué no aprovechas para conocer determinadas zonas turísticas o monumentos? Es ideal ver esas zonas cuando no hay mucha gente. Una vez hayas acabado tu ruta, podrás hacer de guía a tu familia y ya sabrás lo que no te debes perder y lo que es prescindible.
4.- El menú. Aquí es donde más flexible debes ser. Vale que quieras entrenar, pero no rompas los planes gastronómicos de tu grupo por llevar una alimentación lo más runner posible. Recuerda que lo que domina son las vacaciones. Ya tienes bastante con salir a correr, deja que el restaurante de la comida o la cena lo elija el grupo.
5.- Ojo a las ‘batallitas’. Ten cuidado porque las frases que empiezan por... “Esta mañana he ido a correr y...” o “Cuando he salido a correr he visto...”, tienen una tolerancia reducida durante las vacaciones. Las podrás decir un par de veces, pero si las repites mucho, serás el pesado del viaje.
6.- La ropa sucia te puede crear un conflicto. Imagínate, el primer día de un viaje de una semana dejas una camiseta sudada en una bolsa... ¿Te imaginas cómo puede estar el último día? Cuida esos pequeños detalles...
7.- No elijas tú el destino por tu afición. Te encantaría ir a Boston y hacerte una foto en la línea de llegada del Maratón, ¿verdad? Y así, a mil destinos diferentes... Pero no impongas tú el destino por una mañana de gloria o por una foto bonita. Piensa que a los viajes no vas solo y que esa foto la podrás hacer en otro momento de tu vida... vestido de corto y con un dorsal
Para los acompañantes de los runners:
1.- Un poco de flexibilidad. Igual os da un pequeño síncope cuando veáis que las zapatillas de correr están dentro de las maletas, pero pensad que practicar la pasión de tu familiar runnerpueden ser 45 minutos cada dos días. Tampoco es para tanto, ¿no?
2.- Animar sí, destruir no. En lugar de crear una discusión estéril sobre el running, vale la pena buscar la mejor manera de que todos estéis contentos en las vacaciones. Es decir, si sabes que tu marido, mujer o hermano van a salir a correr sí o sí, no les intentes convencer de lo contrario, sino que anímales a hacerlo, pero en el momento que no rompan horarios ni la armonía del viaje.
3.- ¿Tus primeros pasitos en el running? Vale que no te apetezca salir a correr en invierno dentro de tu rutina diaria, pero... ¿por qué no empezar en este deporte en vacaciones?Aprovecha que te vas de viaje junto a un runner y sal a correr con él. Igual te cambia la vida. Eso sí, llévate las zapatillas de casa.