Aquel eterno 404
Por Carlos Domingo para carreraspopulares.com
Decir que los Juegos Olímpicos de 1992 fueron el punto de inflexión para el devenir del deporte moderno en España queda patente viendo los resultados. El auge multideportivo en nuestro país tal vez no hubiese tenido tanto recorrido si no hubiese sido por la gran cita global de principios de los años 90. Esta última década del milenio tuvo como punto de inflexión Barcelona.
El Estadio Olímpico de la Ciudad Condal vio pasar a los mejores. Fue referente en lo que a ceremonias de inauguración respecta. Pero, sobre todo, trazó la raya entre el antes y el después para el atletismo patrio. Hasta Moscú 1980 España estaba virgen de preseas. La primera edición olímpica con mascota fue también la primera en la que uno de los nuestros se colgó una medalla al cuello. Fue de plata y la logró el marchador Jordi Llopart. Jose Manuel Abascal logró otra en Los Ángeles 1984, pero no fue hasta Barcelona donde nuestro himno sonó por primera vez en un estadio y frente a los cinco aros.
Dos. Ni más ni menos. Dos oros, una plata y un bronce fue la cosecha en el olímpico. La marcha inauguró esa estadística dorada con Daniel Plaza , pero quien hoy nos ocupa es Fermín Cacho . Soriano de Ágreda y nacido un 16 de febrero de 1969, estaba entrenado por uno de los grandes de esto: Enrique Pascual . Hasta el Numancia de Soria llamó a su puerta para dar lo máximo en su etapa dorada, pero el futbol no tuvo la suerte de tenerle como referente en lo físico.
Hablar de Cacho es hacerlo del que muchos consideran el mejor atleta masculino español de todos los tiempos . Y la mirada del recuerdo se marcha inevitablemente hacia el sintético, en aquel momento rojo, de la montaña mágica. Con el disparo de salida arrancó por la calle 1 como gacela que lleva el diablo. Unos primeros metros potentes para colocarse en un lugar preferente. España vistió en aquel año de rojo y azul, y aquella camiseta siempre anduvo delante, sin complicaciones, aguantando todos y cada uno de los arrebatos de sus rivales.
En Los Ángeles ’84 la situación fue similar, dos españoles en la final y una medalla, la final de 1992 superó aquellas estadísticas. Con la compañía de Manuel Pancorbo fue finalmente el dorsal 404 el que quedó marcado a fuego en los libros de historia. Por delante de los kenianosChesire, Birir y Kibet, superior al marroquí El-Basir, e incluso doblegando sin opción a sorpresa al gran favorito NoureddineMorceli. El argelino entraba en todas las apuestas aunque finalmente tuvo que ver como la gloria estaba reservada para el un soriano de zancada larga y del que para los anales quedará un abrumador ataque por la calle uno a falta de 200 metros cuando vio que Chesire abría ligeramente la puerta. Aquellos 3:40.12 le valieron un oro eterno.
Pero no todo fue esa final. El récord de España de 1.500ml al aire libre aún es suyo con 3:28.95 en una carrera disputada el 13 de agosto de 1997 en Zurich y en el que no sólo rebajó la plusmarca de González si no que aquel día fue también récord de Europa. Subcampeón olímpico en Atlanta 1996 (3:36.40), subcampeón mundial en Stuttgart 1993 (3:35.56) y Atenas 1997 (3:36.63), campeón de Europa en Helsinki 1994 (3:35.27) y bronce continental en Budapest 1998 (3:42.13). El aire libre se le dio bien, pero la temporada de invierno también fue territorio de Fermín con dos platas, una mundial en Sevilla 1991 (3:42.68) y otra europea en Glasgow 1990 (3:44.61).
El más grande corredor de 1.500 metros lisos de nuestra historia y uno de los más grandes a nivel internacional fue declarado mejor atleta español en 1991, 1992, 1996 y 1997. Y en su vida fuera de las pistas ha tocado cargos en estamentos federativos y políticos, pero en lo deportivo dejó muchos grandes registros que quedarán para siempre en los libros de estadística para gozo ilimitado del buen amante del correr.
Felicidades @Fermin_Cacho
VIDEO: Plata olímpica Atlanta 1996
VIDEO: Récord de España de 1.500ml