¿Se puede correr con asma?
Por Luis Miguel del Baño para carreraspopulares.com
Dificultad para respirar, fatiga, tos y opresión en el pecho. Son algunos de los principales síntomas del asma, una enfermedad cada vez más frecuente que afecta ya a millones de personas en España. Cada primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una dolencia “crónica de las vías aéreas respiratorias caracterizada por la aparición de obstrucción variable al flujo de aire”, según nos cuenta el doctor Alfredo De Diego, del Servicio de Neumología del Hospital La Fe de Valencia.
Tras leer los síntomas y la causa de la enfermedad, da la sensación de ser una afección totalmente incompatible con la práctica del running. Por suerte no es así, los enfermos de asma, con las precauciones necesarias, también pueden correr.
Evitar las crisis mientras corremos
Pero, si sufrimos asma, ¿cómo nos pueden afectar esas crisis? Según De Diego, “las crisis de asma inducidas por el esfuerzo suelen aparecer entre los 5 y 15 minutos después del ejercicio máximo para ir desapareciendo progresivamente después de los 20 minutos”. Estas crisis aparecen por “diversos estímulos, como los alérgenos ambientales, los irritantes externos o en ocasiones el propio ejercicio”.
Ante esta cuestión, el doctor de La Fe, nos explica que los enfermos con asma “pueden realizar running”, pero para ello, es importante llevar un tratamiento médico correcto. Lo importante es “diagnosticarlo y tratarlo de forma adecuada para evitar las crisis durante el esfuerzo”, asegura el doctor De Diego.
Un clima frío y seco es más perjudicial
Los ambientes fríos y secos favorecen la aparición de los síntomas del asma. “En los pacientes con asma inducido por el esfuerzo, el mecanismo principal es la desecación del líquido en la luz de los bronquios o el frío el principal estímulo”. Por tanto, “mantener un buen control del asma con esteroides inhalados, la administración de salbutalmol o formoterol cinco minutos antes del ejercicio, así como evitar ambientes fríos es fundamental” para evitar esas crisis.
Una enfermedad cada vez más frecuente
El asma es una enfermedad cada vez más presente entre nosotros, aunque varía mucho de un país a otro. Afecta alrededor del 3% al 7% de la población adulta, siendo más frecuente en edades infantiles, en las que está más presente en los niños que en las niñas, aunque al llegar a la pubertad, las cifras se equilibran.
En los últimos veinte años se ha registrado un aumento en su incidencia debido en parte a la contaminación ambiental. Como ejemplo, tomamos un estudio de la Organización Mundial de la Salud que concluyó que un 8% de la población suiza padecía asma, comparado con solo 2% hace 25-30 años. En EEUU el asma afecta ya a unos 25 millones de personas.