Guía del running veraniego. ¿Crema solar? Sí, por favor
Por carreraspopulares.com
Si corres en horas donde el sol está en lo más alto, seguro que ya eres consciente de que la protección ante el sol es muy importante cuando corremos. Incluso si el sol no está tan alto. Los efectos del sol en la piel, en general, son muy positivos. Por ejemplo, la exposición a la luz solar hace que el cuerpo sea más eficiente a la hora de sintetizar la vitamina D.
Sin embargo, cuando nos exponemos al sol, recibimos varios tipos de radiación ultravioleta que, en exposiciones prolongadas, pueden ser muy perjudiciales para la salud. Es importante destacar que los efectos nocivos de la exposición al sol se producen por la incidencia de la radiación UVA y UV-B, y no tanto por la luz o el calor que también nos hace llegar el astro rey. Esto quiere decir que, aunque no nos esté dando la luz directamente, podemos estar recibiendo aún las radiaciones perjudiciales.
Si nos exponemos demasiado tiempo a los rayos del sol, las primeras consecuencias pueden ser manchas en la piel, mayor cantidad de arrugas, aumento de las venitas visibles en la cara o, en algunos casos, algo más grave como un melanoma.
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Por ello, es importante elegir bien la protección solar y usarla correctamente:
Elige una crema solar con protección alta (de 50 FPS en adelante), a poder ser de uso deportivo. Estas cremas tienen una textura que evita que se diluyan con el sudor y que nos causen irritación en los ojos al ser arrastradas cuando comencemos a sudar. Consulta con el farmacéutico sobre el tipo de crema más indicado para tu tipo de piel.
Aplica la crema en las zonas más expuestas al sol (cara, brazos, piernas, cuello...). Si hace mucho sol, valora la posibilidad de usar camiseta con mangas no de tirantes, para tener menos zonas expuestas. Aún así, las camisetas técnicas de correr no aseguran el 100% de protección, por lo que es recomendable usar protección solar en zonas que no vayan a recibir directamente la luz solar.
Si vas a estar más tiempo al sol, recuerda aplicar de nuevo crema cada dos horas, dependiendo del factor de protección.
No te confíes aunque corras por zonas arboladas, a primera hora o a última del día. El sol en verano es peligroso siempre.
Multiplica la precaución si corres por la playa, pues el agua y la arena amplían el efecto. También si corres por la montaña porque los rayos solares llegan más directamente.
Por último, no estaría de más aplicar estas precauciones también el resto del año, puesto que correr es una actividad que se realiza al aire libre y siempre hay un riesgo. Por último, siempre es mejor pasarse de protección que quedarnos cortos.
¡Disfruta de tus carreras veraniegas!
