Los eventos deportivos para los que es más difícil conseguir entradas
Por carreraspopulares.com
Hay deportes que ya no son solo disciplinas y se han convertido en un espectáculo en varios países del mundo. Esta es la razón por la que se ha vuelto bastante difícil conseguir entradas a tales eventos, lo que obliga a los fanáticos a verlos en televisión.
Lo cierto es que esto ha pasado de ser un simple pasatiempo hasta convertirse en una gran fuente de negocio. Esto genera un par de interrogantes: ¿los precios de las entradas son realmente tan desorbitados? ¿Hay que donar un riñón para conseguir una entrada? Estas preguntas son las que busca dilucidar este artículo.
El modelo del showtime
Para nadie es un secreto que los estadounidenses son los amos del espectáculo; pueden convertir cualquier evento en un show para toda la familia y al que realmente vale la pena ir, seas o no aficionado.
La concepción del showtime estadounidense se originó en los 80 gracias a Los Angeles Lakers de Jerry Buss, dueño de este equipo de baloncesto. Su idea era crear un espectáculo masivo tanto en lo deportivo como en entretenimiento, y vaya que lo logró gracias a sus increíbles Lakers con luminarias como Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar.
A partir de allí, el deporte norteamericano cambió para siempre, y cada liga y evento deportivo en el país se convirtió en un verdadero espectáculo. Además, la legalización de las apuestas deportivas dieron el impulso final para cambiar para siempre la concepción de los eventos relacionados con los deportes.
Eventos deportivos con precios imposibles
Tristemente, ir a un estadio para ver los eventos deportivos favoritos de los fanáticos no es algo que se pueda hacer con frecuencia. El motivo son los precios casi imposibles de los abonos o de una entrada regular. Por ejemplo:
Las entradas más baratas para ir a ver un juego en el Santiago Bernabéu o al Camp Nou (antes de su remodelación) rondan los 70 €. Mientras que en la Premier, en Old Trafford o Anfield, van desde los 30 hasta los 45 €.
Sin embargo, estos costes son así si se es abonado del club o si es un partido sin tanta expectativa. En los partidos de más atención, como la final de la Champions o un clásico, los precios de reventa alcanzan hasta los 2500 € y las económicas los 800 €.
Ahora bien, los eventos en Estados Unidos son una historia completamente aparte. El precio para una entrada del Super Bowl va desde los 8000 hasta los $44 000 (no reventa), mientras que para una final de la NBA puede llegar hasta los $25 000. En reventa estos costes pueden subir hasta más de $100 000, según los equipos que estén disputando los eventos.
¿Es difícil conseguir una entrada? Las reventas son una solución, aunque no sana
El principal problema a la hora de conseguir una entrada no son los precios, sino la demanda. Por lo general, en Europa los precios para las entradas no son tan elevados, pero su valor aumenta masivamente si el partido es de gran relevancia para el torneo. Esto crea la oportunidad para que los revendedores vendan las entradas a sobreprecio.
Esta es la razón del por qué la transformación del deporte en un mero espectáculo ha alejado a muchos de seguir alentando a sus equipos favoritos; ¡incluso ver las retransmisiones es carísimo! De allí proviene el auge de disciplinas como el pádel o que cada vez más españoles prefieran disfrutar de una buena caminata como pasatiempo.
Solo queda disfrutar de estos pequeños pasatiempos y, en la medida de lo posible, ir al estadio a los partidos menos relevantes, ya que hasta que no se ataque el problema de raíz (la reventa) los precios seguirán en aumento.
