¿Por qué Kipchoge puede bajar de las dos horas en Viena? (y no en una carrera normal)
Por carreraspopulares.com
Cada vez queda menos para que el ser humano consiga, corriendo sobre sus dos piernas, tardar menos de dos horas en recorrer la distancia equivalente a la que separa la ciudad de Maratón de Atenas. Los famosos 42 kilómetros y 195 metros.
Es algo que, cada vez está la opinión pública más convencida, sucederá tarde o temprano. El récord del mundo de maratón se sitúa sólo 99 segundos por encima de esas dos horas. Esto, de forma reconocida por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF por sus siglas en inglés). Porque, en los últimos años han surgido unos intentos “de laboratorio” en los que algunos atletas han intentado bajar de dos horas, no dentro de una competición oficial sino en un circuito con las circunstancias más idóneas. Los más recientes y conocidos, los de Kipchoge con el equipo de profesionales de la marca Nike.
En los próximos días, y con el patrocinio de la empresa británica Ineos, se efectuará un nuevo intento. Al margen dejamos discusiones sobre si este récord es merecedor de reconocimiento o es una gigantesca campaña de marketing. Lo que sí es seguro es que el día que se efectúe la prueba, habrá una persona que, con el movimiento de sus piernas intentará cubrir esa distancia en ese tiempo. ¿Y de qué depende que lo consiga o no? Un grupo de profesionales de diferentes área está encargándose de mejorar todos los aspectos que pueden ayudar a mejorar esos 100 segundos que el ser humano necesita para superar una barrera que hace poco parecía inhumana.
Recorrido
Una de las principales diferencias es el trazados escogido. Para que el tiempo en una prueba oficial sea reconocido como válido por la IAFF se debe hacer en un recorrido que cumpla con una serie de normas, siendo las más destacadas que el comienzo y final de la prueba no estén separados por más del 50% de la distancia total del circuito; y que la diferencia de elevación entre la meta y la salida no sea superior a -1m por kilómetro. Es decir, para un maratón la meta no puede estar a una altura de más de 42 metros por debajo de la salida.
El recorrido escogido por INEOS y el equipo de Nike cumple estas normas, pero sería difícil ver un maratón oficial que se realice dando múltiples vueltas a una recta de 4,3 kilómetros. De esta manera, se ha eliminado uno de los factores que pueden hacer perder segundos a un atleta en carrera: se ha reducido el número de giros al mínimo imprescindible. Kipchoge correrá todo el tiempo por el trazado más recto para no hacer un metro de más y además tendrá que girar sólo 10-11 veces para cambiar el sentido de su marcha, en amplia rotondas donde apenas notará el giro.
Liebres
En una carrera oficial, el uso de liebres es habitual. Lo que no lo es es que las liebres vayan tomando relevos cada pocos kilómetros y que, por tanto, siempre acompañen al atleta principal al ritmo indicado. Está por ver si esta vez tendrá también la ayuda del coche-liebre, que con una luz proyectada iba señalando el lugar por el que tenía que ir corriendo Eliud para tener un ritmo estable.
Llevar compañía en la carrera hará que el atleta no tenga que preocuparse de controlar sus tiempos, para saber si está yendo más rápido o más lento en su avance. Es una ventaja importante porque, parte de la dificultad del maratón competitivo está en saber marcarse un ritmo que no suponga gastar energías muy rápido o todo lo contrario, salir muy conservador y no poder recuperar al final el tiempo perdido.
Climatología y localización
Estos dos factores son de mucha ayuda, pero a pesar de haber sido escogidos con meticulosidad, no parece que sean muy distintos a los que cualquier atleta puede encontrar en una competición oficial. Por supuesto, Kipchoge realizará el intento únicamente si las condiciones de temperatura, humedad y viento son las más óptimas. Pero en una competición regular también se pueden encontrar condiciones óptimas. Por eso es por lo que el maratón de Berlín es escogido por muchos atletas, ya que las probabilidades de que haga buena temperatura en la ciudad alemana en septiembre son muy altas.
Preparación
En cuanto a la preparación, en la historia se han podido ver tantos profesionales de la nutrición, la fisiología, la psicología juntos, con un único objetivo. Kipchoge es un privilegiado pero, en el momento en que se dé la salida el próximo domingo, el entrenamiento quedará atrás y sólo contarán sus pasos. Es decir, todo ese esfuerzo no está limitado a este intento sino que podría ser aplicado a cualquier carrera.
Equipación
Por supuesto, si todo este “circo” se pone en marcha, es porque una marca como Nike va a sacar mucho provecho de la repercusión que tendrá. Lo más importante, tecnológicamente hablando, estará en sus pies. Las famosas zapatillas Vaporfly Next% serán las que impulsen sus pasos. Y es que “impulsar” es la palabra que muchos usarán al ver cómo están hechas estas zapatillas. Se estima que la placa de fibra de carbono que lleva en su mediasuela puede devolver hasta un 4% más de energía en cada paso. Si esto fuera exactamente así, estaríamos hablando que cualquiera puede bajar 4-5 minutos sus marcas en una maratón sólo por el hecho de llevar estas zapatillas. Hay quien dice que deberían ser consideradas ilegales por ejercer demasiado impulso. De momento, la máxima autoridad al respecto no les ha puesto pegas, por lo tanto, aunque podría obtener alguna ventaja de esta equipación, no será diferente de la que ha llevado en otras ocasiones.
Es decir, si Kipchoge se convierte en el primer humano en correr la distancia del maratón en menos de dos horas, parece que la elección del recorrido y la estrategia de las liebres serán la mayor diferencia de este intento frente a los realizados en carreras oficiales. Y, por supuesto, al estado de concentración de un equipo y un atleta con un objetivo claro en la cabeza: hacer historia.
KIPCHOGE
