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Bunion Derby: la carrera más alucinante de la historia

Por Luis Blanco para carreraspopulares.com
Un momento de la Bunion Derby en 1928. Imagen: U.S. Forest Service, Southwestern Region
Un momento de la Bunion Derby en 1928. Imagen: U.S. Forest Service, Southwestern Region

Fue en 1928. 199 aguerridos competidores tomaron la salida para recorrer 5.500 kilómetros atravesando Estados Unidos. El vencedor se llevaría 25.000 dólares, una cantidad suficiente para cumplir muchos sueños en aquella época. Solo 55 acabaron la carrera a pie. Aquella primera edición de la Trans America Footrace, conocida popularmente como Bunion Derby, se convirtió en una leyenda y en uno de los momentos clave del atletismo de ultradistancia. El circuito: la mítica, irrepetible y recién inaugurada ese año Ruta 66.

La carretera más fotografiada y la más cinematográfica. Une Chicago a Los Ángeles, de Este a Oeste de EEUU. Aunque ya no existe de manera oficial, la Ruta sigue siendo uno de los iconos del país. Los primeros tramos de la ruta se remontan a mediados del siglo XIX, cuando un oficial topógrafo de la Marina de EEUU recibió la orden de construir una carretera de carretas a lo largo del paralelo 35. Pero fue en 1926 cuando la ruta definitiva empezó a tomar forma. La idea surgió de dos emprendedores, Cyrus Avery, de Oklahoma, y John Woodruff, de Missouri, que presionaron a la Asociación de Autopistas Estatales de EEUU para crear la nueva carretera. Tras varias discusiones y para evitar coincidir con otras vías con el mismo número, se decidió usar el 66, una cifra que, además, para sus creadores, siguiendo las creencias de la numerología, era símbolo de placer material y éxito.

Una vez creado el nuevo sistema oficial de carreteras, se fundó la Asociación de la Ruta 66, que promovió su pavimentación de con la intención de fomentar el tránsito por la misma. Entre los eventos que se organizaron para promocionar la carretera, curiosamente, los promotores de la vía, encabezados por Charles C. Pyle, tuvieron la idea de montar una carrera a pie de larga distancia por etapas. "Si puedes correr la distancia de la autopista, podrás hacerlo fácilmente en un coche", rezaba el lema promocional.

En aquel momento, la Ruta 66 iba desde Los Ángeles hasta Nueva York, una distancia de 3.400 millas (5.500 kilómetros). Atravesando 13 estados, por desiertos, montañas, ciudades, bosques o grandes planicies. La meta estaba en el Madison Square Garden. Alrededor del evento se organizaron todo tipo de espectáculos, deportivos, gastronómicos o musicales, a lo largo de toda carretera, que por aquel entonces aún estaba sin pavimentar casi en su mayor parte.

La carrera transcurría por la Ruta 66
La carrera transcurría por la Ruta 66

Los héroes

Aquella mañana del 4 de marzo de 1928, los dos centenares de participantes esperaban nerviosos al disparo de salida. La procedencia y su relación con el atletismo eran totalmente dispares. Había atletas de renombre internacional, contratados por motivos publicitarios, inmigrantes, jóvenes humildes de zonas rurales y personas de clase acomodada. Todos buscaban, al más puro estilo del sueño americano, un éxito que les convirtiera en héroes, aunque la mayoría lo que quería era el preciado premio. Pero muy pocos estaban realmente preparados para tamaña empresa: 84 días, con etapas de 65 kilómetros de media diaria.

El más fuerte fue Andy Payne, un joven de 20 años de Oklahoma, indio Cherokee, que completó la carrera en 573 horas, 4 minutos y 34 segundos. El 26 de mayo de 1928 entraba victorioso en un Madison Square Garden abarrotado para la ocasión. Había corrido a una media de 9,6 kilómetros por hora, un poco menos de 6 minutos el kilómetro. Con su premio ayudó a pagar la hipoteca de la granja de su padre.

En segundo lugar concluyó Johh Salo, estadounidense de 35 años, que invirtió un tiempo total de 588 horas. El canadiense Phillip Granville fue tercero, en 614 horas. De los 55 que concluyeron la carrera, el más joven fue Tobie Joseph Cotton, de 16 años, un chico negro de Loussiana que acabó en el puesto 35. El austriaco Anton Isele cruzó la meta en último lugar, empleando más de 1.000 horas.

La Trans America Footrace se repitió un año después, pero en sentido contrario, de Nueva York a Los Ángeles. Justo el año del famoso crack bursátil que precedió a la Gran Depresión, durante la cual la Ruta 66 se convirtió en una vía de peregrinaje de pobres granjeros de las zonas rurales de EEUU que emigraban a California en busca de una oportunidad. La carrera dejó de celebrarse y no se recuperó hasta 60 años después.

Una prueba de formato parecido se ha repetido en varias ocasiones de manera intermitente en las últimas décadas. Pero ninguna he conseguido recuperar la épica y el espíritu de aquella primera edición en la que casi 200 hombres partieron desde Los Ángeles hacia una aventura desconocida.

SOBRE EL AUTOR

Luis Blanco
Periodista.<BR>Director de <b>A tu Ritmo</b>

www.correaturitmo.com


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