Dónde correr en Praga
Por Luis Blanco para carreraspopulares.com
Praga es una de las capitales europeas más turísticas. Miles de personas recorren cada día sus calles para admirar sus monumentos, calles y edificios. O para disfrutar de su gastronomía y de su rica (y barata) cerveza. Pero si vamos de turismo a Praga, y ya que siempre llevamos nuestras zapatillas en la maleta, debemos aprovechar para correr por la ciudad. Os proponemos algunas opciones.
La orilla del río Moldava
Hay que tener en cuenta que no es el lugar ideal si quieres hacer series o correr rápido. La ruta que proponemos no es muy larga y sale muy cerca del famoso Puente de Carlos, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Tomamos la dirección noreste pegados al río en la margen derecha, la de la Ciudad Vieja.
Vamos por un paseo que aparece y desaparece de forma intermitente, atravesando algunas carreteras o adentrándose en algunas zonas de camino de tierra. Pero merece la pena si quieres hacer 6 o 7 kilómetros en total y pasar junto a los barcos-resturante que pueblan la orilla o ver durante el recorrido edificios como el Rudolfinum, el palacio donde actúa la filarmónica, o el sobrio y majestuoso Ministerio de Industria y Turismo.
Parque Letna
Situado en una colina al norte del barrio de Malá Strana, es uno de los lugares de recreo habituales de los habitantes de Praga y es muy frecuentado por deportistas. Si bien no es un parque grande, está muy cuidado y tiene bonitos senderos para perderse entre árboles en la zona más pegada al río Moldava, desde la que puedes disfrutar de unas buenas vistas de la ciudad.
Pero es su parte más elevada, la central, una explanada llana, la que puede resultarnos más interesante. Sobre todo si tenemos que hacer algún tipo de entrenamiento de series o controlar bien la distancia. En ese área hay un circuito en forma de óvalo de unos 1.200 metros, con distancias marcadas a lo largo del mismo.
En la zona interior el terreno es de asfalto y la usan también los patinadores, pero en el anillo exterior hay un camino de tierra. También puedes hacerlo pisando la hierba junto al camino de tierra.
Parque Stromovka
Un parque situado algo más al norte y más amplio que el Letna: unas 100 hectáreas de terreno. De hecho, es la extensión verde más grande de Praga. Tiene además zonas más agrestes y arboladas. Y si lo que buscas son cuestas, hay zonas donde puedes disfrutar de ellas.
Uno de esos lugares que te hace sentir muy lejos de la ciudad, en mitad de un bosque. Además, tiene muchos estanques en su zona más central. En la zona este del parque está el planetario de Praga y junto a él la Feria de Vystaviste, donde se celebran congresos y eventos. Es, de hecho, el lugar donde se establece la feria del corredor del Maratón de Praga.
Si quieres sumar más kilómetros, existe la opción de unir ambos parques, el Letna y el Stromovka en tu carrera, ya que están muy cerca el uno del otro.
Centro histórico y zonas turísticas
Es la opción menos recomendable si quieres practicar deporte de verdad. Pero a muchos nos gusta perdernos corriendo por las calles más visitadas y populares de la ciudad esquivando turistas. Aunque en Praga esto puede ser una tarea realmente complicada si decides hacerlo a una hora con mucha afluencia de gente. Que en esta ciudad suele ser casi todo el día (y la noche).
En realidad te lo puedes tomar como una especie de ‘gymkana’ o un fartlek movidito. Partiendo la plaza del Ayuntamiento, en el corazón de la Ciudad Vieja, donde comienza y acaba el Maratón de Praga. Puedes callejear sobre el característico adoquín hasta el Puente de Carlos y cruzarlo hasta Mala Strana.
Una vez allí aparecen las cuestas. Puedes armarte de valor y energía para subir hasta el Castillo de Praga corriendo y de nuevo callejear por sus alrededores para regresar al punto de partida dando un rodeo por los límites del barrio de Mala Strana, pasando por el Parque Kampa, junto a la orilla del río, y cruzar de nuevo al Ciudad Vieja por el puente Legií.
Dependiendo de lo que quieras “perderte” por los callejones de la ruta, te puede salir un recorrido de unos cinco kilómetros divertidos y muy turísticos.