Entrenamientos extremos, ¿sólo para profesionales?

Por carreraspopulares.com

Cuando surge la (también eterna) discusión sobre qué diferencia a atletas populares y profesionales, nos solemos parar más en los tiempos. Parece fácil, viendo el resultado de algunas carreras, decir dónde está el corte de tiempos de los atletas profesionales y dónde empiezan las llegadas de los populares. Pero en ocasiones vemos a atletas populares haciendo tiempos dignos de deportistas en teoría más preparados.

Lo que nos lleva a buscar otros aspectos que nos diferencian. Otro de los argumentos que se suele utilizar para establecer esta diferencia es el supuesto beneficio económico que obtienen de ello. “Un atleta profesional es el que se gana la vida corriendo” se suele decir. La lástima es que, en España al menos, es una afirmación que pocas veces es cierta, ya que muy pocos atletas profesionales consiguen, entre becas, patrocinadores y premios, tener un volumen de ingresos que podamos considerar “ganarse la vida”. También se está dando cada vez más el fenómeno de marcas que patrocinan a corredores populares, con lo cual la aparición de marcas y patrocinadores tampoco es algo que nos diferencia.

Si los tiempos en carrera pueden llegar a confundirnos, y la separación “económica” cada vez es menos, ¿cómo nos diferenciamos? Pues hay algo que no falla, y es que un atleta profesional tiene una capacidad de entrega superior a la de un corredor popular. Obviamente, quienes regentan las primeras posiciones en las carreras habitualmente se ven en la obligación de ser cada vez mejores para evitar ser superados por otros corredores, y por ello deben mejorar cada día para ser ese segundo más rápidos que les lleve a ganar una carrera o a mejorar sus marcas.

Si nos ponemos a repasar a los corredores profesionales, veremos enseguida que entrenan muy por encima de lo que los populares podríamos llegar a imaginar. Que sus ritmos de series son inhumanos para nosotros y que, encima, muchos días llegan a “doblar entrenos”, lo cual está fuera del alcance de muchos de nosotros.

Pero incluso dentro del grupo de los atletas profesionales, encontramos a prodigios de la naturaleza, capaces de llevar a cabo entrenamientos que cualquier mortal descartaría nada más ver de qué se trata. Por ejemplo, son muy célebres los entrenamientos de series de 400 que realizaba el fondista checoslovaco Emil Zatopek, al cual se le atribuyen, por fuentes distintas, haber entrenado durante diez días seguidos entrenamientos de ¡60 series de 400m! En otros textos, se habla de que llegó a hacer un entrenamiento de 100 series de esta distancia.

Emil Zatopek puede ser una referencia fuera de lugar para muchos, ya que su personalidad tanto fuera como dentro de la pista era muy extraña. Otra de sus obsesiones, por ejemplo, fue realizar entrenamientos de series conteniendo la respiración, simplemente porque quería probar hasta dónde era capaz de llegar sin respirar. Este método, por razones evidentes, nunca ha sido confirmado por ningún entrenador como positivo a la hora de entrenar series.

Posiblemente el entrenamiento extremo de Emil Zatopek inspiró al novelista John Parker en su novela El corredor, en la que el protagonista se somete a un entrenamiento de 2x30x400m, para alcanzar su sueño de convertirse en estrella de la larga distancia. Actualmente, en algunos foros de Estados Unidos, se pueden leer comentarios de gente que ha intentado este entrenamiento y dicen de él que es “una locura”.

Otro de los entrenamientos extremos que un popular no debe intentar nunca son los “special blocks” del entrenador Cánova, el cual, programa para entrenamiento del maratón, algunas jornadas con entrenamiento doble del siguiente tipo: por la mañana, 10 km. más lentos que el ritmo de maratón y 20 km. a ritmo de maratón. Y por la tarde, lo mismo. Es decir, 60 kilómetros en un sólo día, 40 de ellos a ritmo de maratón. Entrenamientos destinados sólo para los elegidos.

Esto son un tipo de entrenamientos extremos, que un corredor popular no se debe ni plantear, porque sería devastador para nuestras piernas y nuestro sistema circulatorio. Solo los profesionales, que tienen un equipo alrededor de recuperadores y fisioterapeutas pueden plantearse algo así. Aún así, escuchamos a algunos compañeros que hacen entrenamientos muy duros, o sumas de kilometraje semanal por encima de los 100 kilómetros. No siempre es necesario tener un equipo detrás para hacer buenos entrenamientos, pero sea cual sea tu nivel, sí que te recomendamos que, si quieres aumentar tus entrenamientos, consultes siempre con un profesional del deporte.

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