La juerga del corredor
Por Mario Trota para carreraspopulares.com
El humor "anti"-runner es cada vez menos imaginativo y simplón. Es mi opinión y un tema que me gustaría tratar en otro momento. Pero resulta que un chiste publicado en Twitter y viralizado en diversas redes sociales me lleva a lanzar la reflexión de hoy, con la que estoy seguro de que muchos de los corredores que me leen se sentirán identificados.
Era ese chiste de un supuesto no corredor que se lamentaba de que desde que su mejor amigo corre le ha perdido para la fiesta y ya no sale por las noches. El caso es que no deja de ser un comentario pretendidamente jocoso que se repite en nuestros entornos de "no corredores" de forma recurrente, ¿a que sí?
Llevo años sintiéndolo así. Y viviendo esa situación típica una noche de fin de semana, después de una cena con amigos, cuando llega el momento de comunicar que me voy a dormir porque al día siguiente he quedado para entrenar o tengo una carrera. "¡No digas tonterías! ¡Tú no te vas!", grita uno. "Ya salió el runner aguafiestas, ¡no seas pringado!", dice otro. Y un tercero lanza esa propuesta sin sentido pero que a él le parece de lo más ingeniosa y divertida: "¡Pues vete de empalmada a la carrera!" La verdad, he hecho algo parecido en una ocasión (ir sin apenas dormir y aún medio borracho a una carrera) y nunca más se me ocurriría repetirlo.
El caso es que esta situación, con diferentes protagonistas y frases, pero siempre en el mismo tono, se repite a menudo. Por no hablar de las peleas telefónicas que tenemos que mantener con esos amigos que te insisten en que salgas una noche cuando tú has decidido que te quedas en casa porque al día siguiente tienes que madrugar y una carrera importante.
El cambio
Y eso nos lleva al tema sobre el que yo quería llamar la atención aquí: ¿somos los corredores realmente unos muermos? ¿Nuestras ganas de estar más sanos, dormir un número prudente de horas y cuidar lo que bebemos y comemos nos convierten en unos pringados? Yo, evidentemente, creo que no. Pero dejadme que os cuente mi experiencia, que seguro que es la misma que habéis vivido una buena parte de los que leéis esto.
Antes de empezar a correr, como ya he contado en alguna ocasión, yo llevaba una alimentación muy desordenada, muy poco saludable, y salía a menudo con mis amigos de fiesta. Esas noches en las que no me cortaba con el alcohol y tomaba cervezas y cubatas sin mucho control.
Pero desde que empecé a tomarme en serio mi forma física y mi salud, las prioridades cambiaron. Para estar en buenas condiciones en una carrera o un entrenamiento por la mañana es mejor no haber tomado alcohol en las horas previas (ya sabemos que provoca una fuerte deshidratación) y haber dormido bien. Además, las carreras y las tiradas largas con los amigos suelen ser en fin de semana por la mañana. Así que las noches de salir de fiesta se reducen a la fuerza. Y si sales, pues te cuidas, bebes menos alcohol (o nada) e incluso controlas más lo que comes.
Es cierto que salgo mucho menos con amigos de fiesta y que cuando lo hago rara vez me quedo hasta la primera luz de la mañana con unas copas de más en el cuerpo. He de reconocer que alguna vez sigue pasando (muy de vez en cuando), aunque sé que no es lo más recomendable. Pero tampoco somos profesionales y pecar en alguna ocasión no es una tragedia, ¿no?
Corredor social
Sí, lo reconozco, he cambiado. Ahora ya no soy el juerguista nocturno que era antes. Ya no bebo tanto alcohol. En realidad, ya no bebo cubatas ni bebidas alcohólicas destiladas, salvo algún gin tonic de pascuas a ramos. Pero me chifla la cerveza. La SIN y la CON. Esta última la tomo a menudo, sin pasarme, a poder ser. Dentro de lo malo, es más "sana" que el ron o el whisky.
No salgo tanto de fiesta por la noche, no. Quizá esto tenga algo que ver también con la edad. Es posible. Pero a cambio obtengo otras satisfacciones. Porque cuando acabo el entrenamiento o la carrera me junto con mis amigos corredores en el bar de turno, nos tomamos unas cervezas y damos buena cuenta de los pinchos y las tapas que nos ponen. Vamos, que nos lo hemos ganado, ¿no? A veces esos momentos post carrera se prolongan durante horas. Sí, lo pasamos bien a nuestra manera. Y además estamos más sanos, en forma y felices.
Así que, cuando alguien de vuestro entorno os venga con algún comentario manido y prescindible sobre vuestra actitud supuestamente aburrida y poco cool, invitadles a unirse a nuestro mundo de corredores. Porque nosotros vivimos la fiesta a nuestra manera.
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