¿Qué son las maratones “Major”? ¿Cómo se consigue un dorsal para una “Major”?
Por José Manuel Torralba para carreraspopulares.com
En el año 2006 se constituye una competición internacional llamada World Marathon Majors , que agrupa las principales maratones del mundo. En aquel primer momento, este selecto grupo lo componían las maratones de Nueva York, Boston, Chicago, Berlín y Londres. A partir del año 2013, la maratón de Tokio se suma a las ‘Majors’. Estas podrían considerarse el ‘grand slam’ de las maratones, al que para los profesionales se les añade el maratón del Campeonato del Mundo de atletismo, que se disputa cada dos años, y el maratón de los Juegos Olímpicos, que se disputa cada cuatro años.
Tan pronto se establecieron las maratones ‘Majors’, muchos corredores populares de maratón se pusieron como objetivo completarlas, y desde hace unos años, Abbott (una gran empresa farmacéutica norteamericana) que patrocina esta competición, ha creado un registro4 oficial donde constan todos los corredores del mundo (que de forma voluntaria quieran registrarse) que han conseguido desde una estrella (una Major) hasta las seis posibles (a día de hoy, en el año 2019, unas seis mil personas en todo el mundo, de los que sesenta son españoles). A los que se registran, Abbott les entrega un certificado y una medalla conmemorativa.
Pero correr una ‘Major’ no es sencillo, porque no es fácil conseguir el dorsal. Cuando de forma inocente entras en la web de una de estas maratones con la idea de inscribirte, te encuentras con que no es algo trivial. Hay que concurrir en unas determinadas circunstancias, y si no las cumples, solo te queda la opción de pagar un dineral a una agencia. Igual que yo, la ilusión de la mayoría de los que corren maratones es correr una ‘Major’ y si me apuras, correr la New York City Marathon .
Para conseguir un dorsal para una ‘Major’ hay que encajar en cualquiera de las siguientes opciones:
1.- Ser un “super VIP” ¡Pero un VIP muy VIP!, no cualquier cosa. Por ejemplo ser rey o príncipe, primer ministro o ministro, multimillonario famoso, superestrella del cine o del pop, súper chef de fama mundial. Entonces, a través de los respectivos gabinetes o “assistants”, esta gente consigue un dorsal. Como la mayoría de vosotros, los que estáis leyendo esto, no concurrís en la circunstancia de ser ‘super VIP’, os recomiendo continuar leyendo.
2.- Ser un atleta de élite. Estos tienen un manager o representante que pueden gestionar su participación en ‘Majors’. Si eres de ‘super elite’, una estrella del maratón, además, irás invitado y cobrando un fijo, e incluso te pueden contratar de liebre. Si no eres un super VIP o un atleta de elite, pasa al siguiente apartado.
3.- Pagando a una agencia de viajes especializada. En todos los países, existen y ofrecen el viaje y la estancia, incluyendo el dorsal, para correr todas las ‘Majors’. Eso sí, sale por una pasta. Se paga el paquete completo: dorsal, viaje, hotel, traslados. Si es el sueño de tu vida y quieres asegurarte correr, por ejemplo en Nueva York, aflojando varios miles de euros puedes hacerlo. Es fácil encontrarlas tanto en las web de las maratones como por cualquier buscador.
4.- Tener suerte en el sorteo. Las seis ‘Majors’ tienen un sistema de sorteo. Pero es, nunca mejor dicho, una lotería. Normalmente con una ratio no inferior de 10 solicitantes por cada dorsal. En tiempos, el sorteo de Nueva York exigía el pago de una cuota y si perseverabas cuatro años, tenías garantizado el dorsal. Eso ha desaparecido. En Londres hay un sorteo restringido (mejor) para los habitantes del Reino Unido y otro para ‘overseas’ (resto del mundo) que es mucho más difícil. En Berlín, te puedes apuntar a un sorteo individual o por equipos, por si tienes la seguridad de ir con amigos. Antes, Berlín y Chicago funcionaban en modo ‘first arrive, first service’, vamos que el día que se abría la inscripción se colapsaban los servidores. Después de serios problemas hace unos años, decidieron ir al método del sorteo.
5.- Correr por una ONG, Run For Charity . No vale cualquier ONG, solo las “oficiales” para cada maratón. Si eres capaz de recaudar una cierta cantidad de dinero para la ONG que elijas, tienes derecho a un dorsal. No suele ser una cantidad despreciable, por lo que si quieres optar a esta modalidad, tendrás que esforzarte mucho, hacer una gran campaña entre amigos y familiares, y esperar a que la gente se rasque el bolsillo. Las personas que acceden de esta manera suelen correr con una camiseta corporativa de la ONG. Algunas multinacionales consiguen mediante esta vía un buen número de dorsales que luego distribuyen entre sus empleados (mayoritariamente altos directivos), desconozco con qué criterio. Como contaré con más detalle, cuando participé en la maratón de Nueva York, corrí algunos kilómetros con un directivo de una multinacional que consiguió su dorsal por esta vía y al que además le pusieron una liebre de lujo (un maratoniano de élite español).
6.- Correr por garantizar una marca previa en una maratón homologada. A esto se le llama en la Virgin Money London Marathon “Good for ages”. Entrando en un buscador con ‘qualifying times for...’ Se accede con facilidad a las tablas, con los tiempos distintos por bloques de edad y por sexo (y que pueden cambiar de un año a otro). A día de hoy, la más dura es la de Berlín (casi exigen tiempos “de elite”), seguido por Londres, Nueva York, Boston y Chicago (es la última en abrir esta posibilidad). La maratón de Tokio no tiene, de momento, esta vía (hay una categoría que llaman de ‘semi elite’, muy dura). Para Nueva York se puede ir con marca de media-maratón, menos exigente que la de maratón. Para la maratón de Londres solo se pueden cualificar por tiempos las personas que residen (y puedan demostrarlo) en el Reino Unido. Dan ganas de mandarles... al Brexit.
También hay oportunidades para corredores con alguna discapacidad, pero estos van por otras vías.
En mi caso, nunca he estado dispuesto a pagar un dineral a una agencia de viajes, ni soy un super VIP, ni un atleta de élite. Correr por una ONG requiere de un gran esfuerzo de movilización, y por tanto molestar a muchos amigos y familiares. Por eso, para correr en una o más ‘Majors’ solo he contemplado dos opciones: el sorteo (donde lo hubiera) o la calificación por tiempos y edades (también donde hubiera). Y creo que se puede.
Más relatos y reflexiones como éstas en el libro de José Manuel Torralba El puente de Verrazano: Historias de carreras y viajes