Rodrigo Gavela “El título nacional del 92 fue uno de los mejores días de mi vida”

Por Carlos Domingo para carreraspopulares.com

El año 1992 fue un año importante para España. Dos grandes efemérides tuvieron lugar en nuestro país. Por un lado se cumplían 500 años del descubrimiento de América y aquella fecha marcada en rojo en los libros de historia gracias a Cristóbal Colón se recordó en Sevilla. La capital hispalense organizó la Exposición Universal en la que Curro y aquella zona junto al Guadalquivir montada ex profeso para la ocasión vio la luz a principios de los 90.

Pero en lo deportivo fue Barcelona la ciudad que se llevó los focos ese verano. Desde que Juan Antonio Samaranch hizo público el fallo de las votaciones de los miembros del Comité Olímpico Internacional la ciudad condal fue una fiesta. Manos a la obra para organizar los que en aquel momento se conocieron como mejores Juegos Olímpicos de la historia.

Ser referente deportivo aquel año iba a ser diferente. No era ser campeón en un año cualquiera, era ser campeón en un año olímpico... y olímpico en casa. Por ese motivo el Campeonato de España de maratón tuvo como sede Barcelona. La ciudad debía probarse para todo tipo de competición de cara a pulir posibles fallos y coger experiencia de cara a los Juegos. Allí se proclamó campeón masculino Rodrigo Gavela.

El olimpico recuerda que “para mi los Juegos eran un sueño”. Había hecho la mínima en Berlín pero aún no tenía plaza fija en el equipo nacional. “Recuerdo aquel día como uno de los mejores de mi vida”, confiesa. Y no es para menos. “Aunque era muy joven llegué fenomenal”, la seguridad en sí mismo se la dio el hecho de no haber sufrido lesiones en la preparación y de sentirse bien. La puesta a punto había corrido a cargo de Antonio Serrano. El actualmente entrenador de La Solana era en aquel momento atleta en activo, de hecho fue olímpico también en Barcelona ese mismo año. Compaginaba en aquellos días su propia preparación con su primer atleta entrenado como fue el propio Gavela. “Antonio me hizo una planificación perfecta”, reconoce.

“EN EL GRUPO NO FALTABA NADIE”

Como buen año importante que se precie todos los gallos estuvieron en el gallinero. “Estábamos todos” recuerda Rodrigo. No era para menos, las plazas en el equipo olímpico estaban en juego aquella mañana calurosa del 15 de marzo de 1992. “Salieron 11 corredores en el primer grupo y yo tuve la frialdad de tranquilizarme y quedarme más atrás junto a Diego García”. Ese grupo perseguidor pasó un minuto más lento que la cabeza, a partir del 25 se dedicaron a recoger cadáveres y vieron como sus rivales fueron pinchando. “Todos los que formábamos el grupo perseguidor subimos al podio aquel campeonato”. Una estrategia perfectamente orquestada que hizo a Rodrigo Gavela proclamarse no solo campeón de España con 2:14.27 si no también Iberoamericano ya que se disputaron ambos títulos de forma paralela.


¡¡ Enhorabuena Rodrigo !!

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