¿Somos buenas personas los runners?
Por carreraspopulares.com
Seríamos demasiado valientes si intentamos responder a esta pregunta con un categórico “sí” o “no”. Con una comunidad de runners cada vez mayor, es imposible poder definirnos en términos tan simplistas como si somos buenos o malos. O si somos más generosos, o más egoístas. Ser bueno o malo no es condición, aparentemente, asociada al atletismo popular. Pero ¿el running nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros o, por el contrario, hace que tengamos más oportunidades de portarnos mal?
El running hace que seamos mejores personas...
Hacer deporte, y más si se hace con amigos, es una excelente forma de adoptar valores positivos que se transformen en una mejor convivencia con los demás. Se podría decir que quien practica running de manera regular, tiene más fácil ciertos comportamientos que sin duda serán entendidos como “de buena gente” por los demás.
Carreras destacadas
febrero 2025
marzo 2025
abril 2025
julio 2025
noviembre 2025
Correr nos hace generosos, ya que en muchas ocasiones dependemos de los demás para sacar un entrenamiento adelante. Cuántas veces no hemos acabado de entrenar gracias a que teníamos compañeros a nuestro lado que lo han hecho más fácil. Igual que a veces necesitamos a los demás, se espera de nosotros que hagamos lo mismo: ayudar a los demás nos convertirá en mejores compañeros y, por tanto, en mejores personas.
Pero es que correr nos hace más humildes. Entender que no podemos ser los mejores y que no competimos para ganar una carrera nos hace sentirnos como lo que somos: uno más entre la multitud. Correr nos hace sentir especiales, por supuesto, y sabemos que podemos mejorar tiempos y correr cada vez más rápido. Pero el espíritu competitivo se hace dentro de una cordialidad y un “pique sano” que sin duda afecta muy positivamente a la convivencia.
También nos hace más fuertes y tolerantes a las frustraciones. Estas virtudes, con un reflejo más personal, también se vuelcan hacia los demás en el momento en que damos ejemplo y adoptamos una actitud positiva ante las dificultades. Ayudar a los compañeros con nuestro ejemplo es una forma de ser mejores para los demás.
... pero también nos puede hacer caer en la tentación
En la tentación de portarnos mal. Un espíritu competitivo mal entendido nos puede llevar a recortar en las carreras o a intentar hacer trampas. Ser mejores corredores significa tener un mejor estado de forma. Pero hay veces en las que ciertos corredores prefieren tomar atajos para conseguir esos objetivos. Engañarse a uno mismo, pensando que esos treinta segundos que hemos ganado atajando el recorrido nos hacen ser más rápidos es de una gran pobreza mental. No es un pecado venial, evidentemente, pero se empieza con pequeños engaños y se acaba haciendo cosas peores. No hay justificación que explique hacer trampas; presumir de ello e intentar engañar a los demás es no ser una persona de fiar.
También a algunos les sale ese pequeño demonio que te da malos consejos y que hace que te portes mal. Colarse en las carreras, falsificar dorsales... tomar el metro para acabar la carrera y hacerte la foto con la medalla. O, directamente, como hemos visto últimamente, llevarte dos medallas para regalar a tus hijos o amigos. Una cosa es hacer trampas para creer o hacer creer que has conseguido algo que no podrías haber hecho por méritos deportivos. Pero conductas como la descrita van directamente en contra del resto de corredores. Son de una falta de solidaridad muy molesta.
Así que, como muchas cosas en la vida, el running no es bueno ni malo de por sí. Podríamos decir que, en principio, nos da más motivos para ser buena persona. Y por lo general así es. Pero también es cierto que nos puede llevar al lado oscuro. No sucumbas a la tentación, queremos que sigas siendo un ejemplo para el resto.