Un mundial para seguir ilusionando
Por Carlos Domingo para carreraspopulares.com
La revolución industrial lo cambió todo. Cambió la manera de entender y afrontar el trabajo. Nos dejó la expansión del ferrocarril, las esclusas por canales, los telares infinitos, el trabajo sin descanso ni edad y unos derechos laborales prácticamente inexistentes. Esto ocurrió en Inglaterra y lo hizo en la segunda mitad de 1700 y la primera de 1800. Aquello cambió el mundo y Birmingham fue una de las capitales de esa explosión. Conocida en aquel momento como el taller del mundo, son muchos los vestigios de aquellos años que aún pueden percibirse a simple vista cuando el visitante pisa sus calles por primera vez.
La ciudad británica situada en la región de los West Midlands es desde ayer la capital mundial del atletismo. Birmingham recibió a los mejores atletas del planeta sumida en el hielo. Una media de cuatro grados negativos, ventisca y una fina nieve que, pese a no cuajar en exceso, congeló los canales. Ese fue el recibimiento. Esto provocó que el avión que debía traer a la selección española a tierras inglesas retrasase su aterrizaje. Sin mayor problema que ese retardo los nuestros se acomodaron en el Hotel Jury’s Inn el miércoles 28 como estaba previsto.
La primera jornada ha dejado las nueve primeras medallas. Ha sido curioso ver que los dos primeros campeones –Danil Lysenko y Mariya Lasitskene en el salto de altura- han subido a los peldaños más altos del podio representados bajo los flecos de una bandera neutral y escuchando el himno oficial de la Federación Internacional debido a la sanción internacional a Rusia. La etíope Genzebe Dibaba hizo buenas las previsiones y se colgó en los 3.000ml el tercer oro en discordia en la final que cerró una jornada inaugural corta pero intensa.
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Grupo compacto y con opciones
Es una obviedad decir que un mundial es un mundial, pero es así. “Los criterios de la IAAF han hecho que clasificarse para este Campeonato sea más duro que hacerlo para unos Juegos Olímpicos”, así de directo se mostró el seleccionador nacional Ramón Cid en el encuentro con la prensa previo al inicio de la competición. Tras la retirada de Ruth Beitia el grupo español se ha quedado huérfano de su capitana, de su referente... y de la atleta que ha conseguido las dos únicas preseas en las ediciones mundiales anteriores en las pistas cubiertas de Sopot 2014 (bronce) y Portland 2016 (plata). Esto no quiere decir que los nuestros no vayan a tener opciones, faltaría más, pero sí hay que saber con qué cartas se juega.
Siendo realistas España aspira a pelear por tener cinco puestos de finalista. De estos tal vez se podría esperar la lucha por alguna medalla pero conseguirla lo debería ser un objetivo exigible. Esto sería una previsión con los pies en el suelo pero también podría darse que se superasen estas expectativas. Mimbres hay pero se debe ser precavido.
Poniendo nombres a los números diríamos que con los papeles en la mano el salmantino Álvaro De Arriba es una de esas bazas en los 800ml. El medallista de bronce europeo de Belgrado 2017 llega a Birmingham en un gran estado de forma y con ganas de dar un salto internacional definitivo. En el mismo punto está Adel Mechaal. El campeón de Europa de 3.000ml el pasado año en la capital serbia quiere sacarse la espina que le clavó Filip Ingebrigtsen en los cuadros de la línea de meta del pasado Campeonato del Mundo al aire libre de Londres 2017. Adel llega a esta competición después de volver a hacerse con un doblete nacional (1.500ml y 3.000ml) incontestable en Valencia y con ese hambre tan habitual en él. Aquí luchará en la distancia en la que es el vigente oro continental a cubierto.
Otro de los nombres propios es el de un palentino de Astudillo que en un mes ha mejorado las plusmarcas españolas de 200ml, 300ml y 400ml –dos de ellas arrebatándoselas a todo un velocista como Bruno Hortelano-. Oscar Husillos está en un estado de forma envidiable y lo mejor es que parece que aún no ha visto su techo. Este cuatrocentista es protagonista por partida doble, a nivel individual luchará por meterse en la final de 400ml –de la que tampoco debemos descartar a Lucas Búa-, otro puesto de finalista al que opta España es en el apartado del relevo 4x400. La composición del cuarteto nacional está por decidir, lo hará el responsable Toni Puig según se den los resultados individuales, y a estos dos nombres se le suman los de Samuel García, Darwin Andrés Echeverry y los jóvenes Manuel Guijarro y Aleix Porras. ¿Lo mejor? Que cualquiera de las cávalas sería de garantías.
Y las otras opciones de pelear por estar entre los mejores ocho atletas mundiales están en los saltos. Los dos únicos españoles de este sector llegan con opciones. “Estoy convencido de que nuestros saltadores serán finalistas”, se atrevió a declarar el presidente de la RFEA –y ex plusmarquista nacional de triple salto- Raúl Chapado. La gallega Ana Peleteiro llega pletórica y Eusebio Cáceres, único representante de la Comunidad Valenciana, quiere volver a por sus fueros. Habrá que estar atentos.
Al resto de la selección también les envuelve un halo de motivación que parece que se ha recuperado de un tiempo a esta parte. Laura Bueno ha vuelto a colocar el nombre de una española en la lista de salida de los 400ml 25 años después, Marta Pérez quiere “estar delante y apretar en los últimos 400 metros” para tratar de meterse en una final de 1.500ml que será cara, Saúl Ordoñez en 800ml, Marc Alcalá en 1.500ml, Yidiel Contreras en los 60mv, el Pájaro Ángel David Rodríguez en los 60ml o Esther Guerrero en los 800ml son los nuestros. Nuestra selección, nuestro equipo, un grupo que está llamado a volver a ilusionar a los seguidores de este deporte y tratar de acercarse a los cinco finalistas de la edición de Estambul 2012.
Solo resta sentarse y esperar. Esperar y disfrutar con una organización con nuevo sello IAAF que será rompedora en lo que a show respecta y que está apostando fuerte por recuperar el gancho en el aficionado.
ADEL MECHAAL
