El Maratón de Barkley de 2018 vuelve a acabar sin finishers
Por Chema Martínez Pastor para carreraspopulares.com
Se autodenomina la “carrera más dura del mundo”. De hecho, también es llamada así por la mayoría de los expertos del circuito internacional de carreras de trail. Cada año desde 1986 esta carrera pone a prueba a 35-40 valientes que se enfrentan a un circuito a 5 vueltas, ideado por un loco. Desde entonces, sólo 15 personas (uno de ellos 3 veces: Jared Campbell, 2012, 2014 y 2016) han conseguido acabar las cuatro vueltas.
De la prueba en sí se saben pocas cosas, tal es el secretismo que se guarda en torno a ella. El recorrido rememora la ruta que siguió el asesino de Martin Luther King en su huída de la Brushy Mountain State Penitentiary. Para ganar hay que completar las cinco vueltas al recorrido, cada una equivalente a la distancia del maratón. 100 millas en menos de 60 horas, con un límite de 12 horas en cada vuelta. Los participantes se ven sometidos a un territorio hostil en modo de supervivencia, sobre un terreno donde la vegetación no se abre paso, llena de ramas, púas, raíces y barro, mucho barro. Una parte del recorrido se sumerge en los bajos de la propia prisión, debiendo de pasar por debajo de un túnel que, gracias a la lluvia se convierte en un torrente de agua. Los participantes deben recoger, en su recorrido, páginas de libros que la organización esconde en el trazado, debiendo demostrar al llegar a meta que cuentan con, al menos, una página de cada libro.
Edición del 2018 del Barklay Marathon
Esta edición, sólo un participante -el canadiense Gary Robbins- logró completar una tercera vuelta, habiéndose quedado el resto por encima del tiempo de corte en los dos pasos intermedios anteriores. El ultrarunner Jamil Coury fue uno de los participantes de esta edición, y gracias a él podemos vivir desde dentro esta locura en el vídeo que grabó y colgó en su canal de YouTube . Coury terminó la primera vuelta en algo menos de 9 horas. En el vídeo podemos ver cómo su ánimo y el de otros compañeros era alto en esta primera vuelta. Nada que ver con la segunda, donde la densa niebla, la intensa lluvia nocturna, la fatiga, los calambres musculares y el entorno hostil se convirtieron en obstáculos insalvables y llegó fuera de control al paso número de la vuelta número 2.
Entre los participantes de esta edición encontramos, por primera vez, el nombre de un español. Josep Barberillo, que relató hace poco en Territorio Trail su ilusión al poder estar en la lista de elegidos, hecho que se le comunicó con una carta de “condolencias”. El proceso de inscripción no es público, el organizador de la carrera recalca que quien quiera participar en ella tiene que ganarse el derecho a ello haciendo el esfuerzo de averiguar cómo se tiene que inscribir. Entre los requisitos está una carta de presentación en la que expliques los motivos por los que debes ser uno de los elegidos. El proceso por el que se selecciona a los corredores es democrático pero beneficia a aquellos más preparados. La organización descarta a aquellos que no considera suficientemente preparados e introduce el nombre de los demás en un sombrero. Después, los aspirantes van ganando méritos y su nombre puede volver a ser introducido en el sombrero, aumentando el número de papeletas con su nombre. Se tienen en cuenta los méritos, participaciones anteriores y, por supuesto, despertar la simpatía de los organizadores con tu carta de presentación.
La participación de Barbadillo terminó después de la primera vuelta , hecho por el que sin duda debe sentirse muy satisfecho. Sólo unos pocos son elegidos, y menos aún son los que consiguen superar alguna vuelta.
Pese a la fama que va adquiriendo la prueba, aún sigue conservando el misticismo que su creador le ha querido dar, y sigue siendo un mito inalcanzable para la gran mayoría de los ultrarunners del mundo. Si quieres saber más, Netflix tiene un documental sobre la prueba.