5 formas de afrontar (o no) tu estrategia de carrera
Por carreraspopulares.com
Cuando nos ponemos detrás de un arco de salida junto a cientos o miles de personas no somos un dorsal más. Detrás de cada uno de esos dorsales hay una cabeza, y esas cabezas tienen pensamientos muy distintos a la hora de afrontar los kilómetros en el momento en que el juez dé la salida. Para empezar, cada uno de esos corredores y corredoras ha preparado la carrera de una manera distinta y tiene unas expectativas distintas respecto al tiempo que quiere hacer.
Pero ¿cómo se afronta una estrategia de carrera? O lo que es más importante: ¿la necesitamos? La respuesta corta a esta pregunta es que, en principio, sí. Necesitamos tener un plan en la cabeza, un ritmo aproximado al que queremos y creemos que podemos ir. También es buena idea haberse estudiado un poco el recorrido, conociendo en qué lugares podemos recuperar tiempo o cuales nos van a costar más por su inclinación, terreno o trazado.
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5 estrategias de carrera
Metrónomo. La estrategia “metrónomo” se basa en la regularidad. Se trata, posiblemente, de atletas que han preparado muy bien la prueba, tienen experiencia en la distancia y que posiblemente tengan un objetivo de tiempo muy concreto (y generalmente ambicioso). Esta técnica es la recomendada por los entrenadores casi siempre. Por supuesto, está basada en que quien la ejecuta está en plena forma y ha entrenado para correr a esos ritmos. Cuanto más larga es la distancia, más sentido cobra esta estrategia, pues si has entrenado bien los ritmos, es más fácil que así tu batería aguante hasta final de carrera.
Montaña rusa. Los practicantes de la estrategia “montaña rusa” posiblemente también tengan un tiempo objetivo en la cabeza. Sólo que tienen menos ganas o capacidad para seguir una disciplina estricta en sus tiempos. Normalmente pasan durante la carrera por fases en las que se les “olvida” que están en una carrera y se les distingue porque cambian su ritmo de repente como si les persiguiera una manada de lobos. Esta estrategia es recomendada si la carrera tiene muchos cambios de pendiente, para adaptarnos a las subidas o bajadas.
Kamikaze. Los kamikazes no tienen miedo al tío del mazo. Si alguien piensa que en una carrera de 10K no hay muro, que se lo pregunte a quienes siguen esta disciplina. Los atletas kamikaze toman la salida lo más rápido que pueden, siguiendo a veces a alguna liebre, compañero o simplemente se enchufan a todo lo que pueden. Se les distingue porque comienzan la carrera haciendo zig-zag para adelantar a cuanta más gente mejor. El secreto de esta estrategia es ganar posiciones rápidamente para así correr con mayor comodidad el resto de la prueba. Lo malo: que las fuerzas se suelen terminar antes que los kilómetros, y los kamikaze suelen terminar sufriendo casi todas las pruebas. Eso sí, el día que están bien, consiguen grandes marcas.
Final feliz. Al contrario que los kamikazes, los practicantes del “final feliz” saben que la carrera se les va a hacer larga. Posiblemente hayan tenido malas experiencias en carreras anteriores y prefieren guardar fuerzas al principio. Toman la salida sabiendo que al principio la gente se vuelve muy loca por coger una buena posición, pero confían en que, conforme pasen los kilómetros comenzarán a encontrar mejores ritmos y entonces su momento llegará. El final feliz supone hacer los últimos kilómetros al ritmo más alto en toda la carrera, terminar con los brazos en alto y sentir un subidón incomparable. No hay nada como terminar fuertes una carrera para hacernos sentir bien. Eso sí, con esta estrategia corremos el riesgo de estar después dándole vueltas a la cabeza pensando que si hubiéramos salido más fuertes habríamos bajado de tal o cual tiempo. Se podría decir que los “finales felices” de hoy son los kamikazes del mañana.
Disfrutona. Y hemos dejado para el final la estrategia más recomendable para sacar el máximo partido a una carrera. Muchas veces nos empeñamos en un tiempo o en un ritmo de tal manera que se nos olvida levantar la cabeza y disfrutar de lo que tenemos al lado. Una estrategia disfrutona es la que hace que luego recordemos por qué lugares hemos pasado, nos permite hablar con los compañeros, saludar a quienes nos están animando e, incluso, posar para los fotógrafos de carrera. Quienes siguen esta estrategia puede que no recuerden las carreras por sus marcas, pero son los que más recuerdos tendrán luego de ellas.
¿Se te ocurre alguna forma más de afrontar una carrera? También existe la opción de estrategias mixtas, en las que cambiemos de forma de correr en función de cómo nos encontramos o de cómo se desarrolla la carrera. El objetivo, en cualquier caso, es acercarnos lo más posible a esa carrera ideal que hemos imaginado en nuestra cabeza antes de tomar la salida.