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Buscando motivaciones para entrenar en tiempos de coronavirus

Por Pedro Fernández López para carreraspopulares.com
La falta de carreras hace que muchos no encuentren motivación para entrenar
La falta de carreras hace que muchos no encuentren motivación para entrenar

Seguro que muchos de vosotros habéis subido alguna vez a los coches de choque. Estáis en una pista con muchos otros coches alrededor. Metéis la ficha y empezáis a jugar. Vais sorteando coches intentando evitar que os choquen o vosotros tratáis de chocar a otros.

Hasta que llega el ‘burro’ del pueblo, el que más fuerte pega siempre. Seguro que antes de chocar se levanta y empuja con todo su cuerpo. Os pega tal golpe que vuestro coche se desequilibra y la antena que va conectada a la red con electricidad del techo de la atracción se cae.

En ese momento perdéis toda la dirección del coche y la posibilidad de acelerar o frenar. Miráis al feriante, le hacéis gestos y va corriendo. Os conecta de nuevo esa antena y sois capaces de volver a conducir y a chocar con todos los demás. Mientras eso no ocurre estáis parados y todo el mundo aprovecha para pegaros. Esa antena con la que cogéis energía y podéis conducir son las motivaciones.

Vamos a hablar de cómo nos motivamos las personas. Entendiendo la motivación podemos manejarla y, por lo tanto, sacaremos mucha más diversión y seremos mucho más eficientes al ahora de hacer las cosas.

Los corredores ahora tenemos una falta de carreras y entrenar en grupo se hace un poco más pesado, por el uso de mascarillas o la distancia que debemos guardar. Parece que nos faltan incentivos para entrenar, porque al final un entrenamiento es algo cansado y muchas veces no nos apetece hacerlo. Parece que si tenemos un buen motivo o un buen objetivo, se nos hace más fácil.

Las motivaciones intrínsecas son a largo plazo pero más complejas
Las motivaciones intrínsecas son a largo plazo pero más complejas

Tipos de motivación

Todas las personas tenemos dos tipos de motivación:

-Extrínseca. La conforman todas esas acciones que realizamos con el fin de obtener algún tipo de recompensa externa. Puede ser algo físico, algo psicológico o incluso puede ser dinero, por ejemplo. Es decir, el factor de la motivación no es consecuencia natural de la tarea, sino de la recompensa que obtienes por realizar esa tarea.

Por lo tanto, siempre y cuando nuestras motivaciones vengan de fuera de la tarea, el comportamiento es motivado por el deseo de obtener algo deseado o evitar un resultado adverso.

-Intrínseca. Es aquella en la que todas esas acciones que las personas llevamos a cabo vienen motivadas por algo interno, por cubrir una necesidad. Tenemos al menos tres necesidades básicas: la de sentirnos competentes o capaces de hacer cosas, la de relacionarnos con los demás y la de tener autonomía.

Cuando nos faltan objetivos, como las carreras, no tenemos una motivación externa. Si nuestra motivación interna es pequeña, nos va a costar mucho correr. Cuando corremos con más personas, al menos tenemos ese ‘pique’, esa carrera dentro de un entrenamiento, que es una motivación extrínseca. Pero también podemos tener una motivación intrínseca en esos entrenamientos, que es cubrir esa necesidad de relacionarnos.

Muchos ahora no tenéis motivación por la falta de objetivos a corto plazo, porque para vosotros hacer deporte está más unido a las motivaciones extrínsecas que a las intrínsecas. Sin embargo hay muchas personas que durante todo el año ni siquiera compiten. Que hacen deporte por obtener mejor estado de ánimo, por sentirse mejor, por tener un mayor bienestar o una mayor salud, o para sentirse ágiles o fuertes. Basan toda su motivación en algo interno.

¿Cuál es mejor y cuál es peor? Como siempre lo mejor es tener un buen equilibrio. Evidentemente la motivación extrínseca es muy interesante, pero dura menos. Para obtener resultados de forma muy rápida es muy positiva. La intrínseca es más duradera, pero es un proceso mucho más lento y más costoso.

Ambas se pueden dar a la vez. Y cuando pasan situaciones como la de ahora debemos recordar que no siempre corremos por cubrir un objetivo externo, sino por sentirnos mejor o para elevar nuestra autoestima. También podemos ponernos una motivación extrínseca como la de competir contra nosotros mismos, a falta de carreras.

Una buena pregunta que nos podemos hacer en este momento es: ¿para qué corro?

SOBRE EL AUTOR

Pedro Fernández López
Desarrollo de Cualidades Humanas para el Alto Rendimiento Profesional

www.desarrolloformidable.es


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