Cómo tratar las lesiones por roturas musculares
Por Fisioterapia Bando para carreraspopulares.com
Las lesiones provocadas por roturas musculares son una de las pesadillas de muchos corredores. La mejor forma de evitar su aparición es la prevención, como os contamos en artículos anteriores . Pero si pese a todo acabamos por sufrirlas, también es importante conocer su tratamiento para poder dirigirnos de inmediato a nuestro fisioterapeuta de cabecera a pedir ayuda.
Las lesiones musculares más habituales son las roturas de grado I y II. En los corredores, los músculos que más frecuentemente sufren esta patología son el gemelo interno y los isquiotibiales. Si sospechas que has podido sufrir una rotura fibrilar, independientemente del grado, las primeras recomendaciones son: cesar la actividad deportiva, inmovilizar la zona, aplicar hielo las primeras 24/48h y acudir a tu fisioterapeuta.
Cuando venís a la consulta lo primero que haremos es una valoración del daño. En Fisioterapia Bando, además de las pruebas convencionales, contamos con un ecógrafo que nos permite hacer una mejor valoración anatómica. En las primeras horas no siempre es posible hacer una valoración real ni fijar con precisión el alcance de rotura, debido a la inflamación y a la aparición del hematoma.
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Cómo se tratan las roturas musculares
El tratamiento siempre ha de ir acorde con el proceso de recuperación del cuerpo, es decir, vamos a ayudar al propio organismo a mejorar su proceso de recuperación, siendo imprescindible respetar sus tiempos. Por ello dividimos el tratamiento en 3 fases :
1. Fase inflamatoria
Se produce durante las primeras 48 horas aproximadamente. No debemos eliminar la inflamación completamente, puesto que es un mecanismo de defensa del cuerpo y favorece la eliminación de tejido necrosado. Lo que haremos es controlarla para disminuir el dolor, el hematoma y el edema. Las medidas a adoptar serán: aplicación de hielo, reposo, compresión e inmovilización de la zona.
Al acudir al fisioterapeuta en esta fase conseguiremos minorar el dolor y controlar el edema mediante masaje drenante, US, láser, TENS.
2. Fase reparadora
Aquí se centra la parte más importante de nuestro trabajo; comienza la regeneración y la reorientación de fibras. Debemos potenciar y mejorar este proceso del propio cuerpo para evitar malas cicatrices, fibrosis y por lo tanto futuras recaídas.
En la zona de rotura, los tratamientos más eficaces son la electrólisis percutánea ecoguiada y tecarterapia (radiofrecuencia) ya que favorecen la correcta cicatrización de la zona, evitando el tejido fibrótico y acelerando el metabolismo celular. Otras medidas son necesarias para para acabar con el edema y el dolor: masaje de drenaje, TENS, US, láser... Y lo que no se debe olvidar es el tratamiento de la contractura refleja que se produce. Para ello se efectúa un masaje descontracturante, punción seca u otro tipo de tratamiento, pero nunca en la zona de rotura.
Cada sesión de tratamiento, en muchos casos, acaba con un vendaje compresivo o las indicaciones para que te lo puedas realizar en casa.
El ejercicio es fundamental para ayudar a la reordenación de las fibras. Vuestro fisioterapeuta os indicará los ejercicios a realizar, generalmente comenzando por ejercicios isométricos y estiramientos muy suaves.
3- Fase de remodelación
Esta fase está solapada con la anterior. No están bien diferenciadas en el tiempo, ni en el tratamiento, ya que continuaremos un proceso semejante al de la fase anterior. La diferencia está en que, poco a poco, introduciremos el fortalecimiento excéntrico y estiramientos más intensos, con el objetivo de ir programando la vuelta a la vida deportiva con ejercicios específicos.