Correr con lluvia, ¿por qué no?
Por carreraspopulares.com
Llega el buen tiempo, amigos y amigas. Se acaba el frío, podemos empezar a dejar las camisetas térmicas en el armario, y los guantes, y hasta algunas camisetas de manga larga. Por fin podemos salir a correr sin mirar antes el tiempo en el móvil. No hace frío, así que un pantalón o malla corta, una camisetilla y ¡a la calle!
“Bueno, espera, porque están cayendo unas gotas... Mejor esperar un poco no vaya a ser que empiece a llover fuerte.” Es el momento del año en que frases como esta empiezan a aparecer en la mente runner. Estamos en primavera, es el precio a pagar por dejar el invierno atrás. Así que, dependiendo de dónde vivas, es posible que llueva con alguna frecuencia estos meses.
¿Te preocupa correr con lluvia? Si eres de los que dudan de si salir a correr o no los días que llueve, te dejamos unos consejos y advertencias para disfrutar aún más si cabe de tu afición en los días lluviosos:
1. Mira el tiempo antes de salir de casa. Estos días la climatología puede cambiar sin previo aviso, por eso es buena idea que, antes de poner un pie en la calle echemos un vistazo al móvil para ver qué dice la previsión. De esta forma, si vemos que puede llover cuando llevemos medio entrenamiento, podemos tener la previsión de llevar una chaqueta o cortavientos en la cintura por si acaso.
2. Ropa seca. Si vas a correr fuera de casa o te tienes que desplazar en coche hasta tu lugar de entrenamiento, lleva siempre una mochila con ropa seca para cambiarte al acabar. Pero cuando decimos "ropa seca" queremos decir "todo tipo de ropa". Sí, ropa interior también, ¡te puede salvar de un catarro!
3. No tengas miedo de mojarte. Una vez estás corriendo, tu temperatura corporal aumenta. Por eso, salvo que estés en Siberia, será muy difícil que pases frío suficiente como para enfermar por esto. Otra cosa diferente es si estás empezando a resfriarte o te estás recuperando de un catarro.
4. Respira hondo. Al llover, la atmósfera se limpia y bajan los niveles de contaminación. Aprovecha para llenar tus pulmones de aire fresco y limpio. Disfruta los olores a tierra mojada y a vegetación en los parques y jardines. La lluvia hace posible la vida en el planeta, así que un poco de lluvia nos hace sentir más vivos, más en contacto con la naturaleza. Es una sensación que no te puedes perder.
6. Disfruta la soledad. Si la lluvia es un poco más intensa, es bastante posible que el número de corredores disminuya. Es tu momento, es posible que tengas el parque entero a tu disposición. También el nivel de ruido de las ciudades disminuye un poco. Aunque nos encanta correr con gente, siempre viene bien un momento de disfrute en solitario.
7. Cuidado al pisar. La única precaución que debes tomar es pisar con cuidado en el asfalto. Las zonas con pintura pueden estar muy resbaladizas, mejor evitarlas. Y qué decir de los charcos. Aunque, entre tú y yo: si ya tienes los pies mojados, ¿por qué no chapotear un poco? Recuerda cuánto te gustaba hacerlo en tu infancia, ¡la lluvia nos da la opción de ser niños de nuevo!
8. Acaba en casa. Planifica tu carrera para que tu última zancada sea en la puerta de casa o del coche con la ropa seca. Aunque no pasa nada por mojarte mientras corres, cuando acabas es muy importante cambiarte de ropa íntegramente para no permanecer con ropa húmeda en el momento en que tu temperatura empiece a bajar. O, si estás al lado de casa, a la ducha directamente.
5. Abre los ojos (y la cámara). Si corres por parques o bosques, además puedes tener la suerte de ver cómo cambian los colores durante tu carrera. El cielo en primavera es muy cambiante, y tras una lluvia puede aparecer tímidamente el sol para iluminar de una manera diferente el lugar por el que corres. Los atardeceres en los que sale el sol después de un poco de lluvia son preciosos. ¡Si te quedas en casa no podrás verlo!
9. Estira después de la ducha. El estiramiento es muy importante, pero no tiene por qué realizarse inmediatamente después de parar. Si va a suponer estar un tiempo a la intemperie con la ropa mojada, mejor posponlo a salir de la ducha.
10. Procura secar bien la ropa. Si no la vas a lavar en ese momento, ten cuidado de no dejar todo mojado al dejarla en el cesto de la ropa sucia. Para secar las zapatillas, nada mejor que ponerles papel de periódico en el interior y dejarlas en el lugar más cálido de la casa. Eso sí, no es buena idea ponerlas cerca de un radiador pues el calor puede deformarlas y las estropearías.