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La increíble gesta de Zátopek: 3 de 3

Por Luis Miguel del Baño para carreraspopulares.com

Era un 27 de julio de 1952. También era un verano de Juegos Olímpicos. Ese día se produciría una de las mayores gestas que nunca se han conseguido en una cita olímpica. El atletismo y Emil Zátopek pondrían la rúbrica a un momento que pasaría a la Historia.

Pero comencemos por donde toca. Nos situamos. Juegos olímpicos de Helsinki 1952. La capital finlandesa por fin podía celebrar una cita olímpica, después de que la II Guerra Mundial se lo impidiera años atrás. En las pruebas de atletismo, el foco estaba situado en el Checoslovaco Emil Zátopek, “La Locomotora Humana”.

Por aquel entonces ya tenía la fama ganada como uno el mejor corredor de fondo del mundo, pero hasta entonces, su participación en unos Juegos Olímpicos no le había dejado todo el buen sabor de boca que desearía. Cuatro años atrás, en Londres 1948, había sido segundo en la prueba de los 5.000 metros y, eso sí, había ganado el oro con récord olímpico en los 10.000.

Pero todo el mundo sabía que podía ir mucho más allá. De hecho, en los cuatro años que pasaron entre una cita olímpica y la otra, había batido 10 récords mundiales. Especialmente en los 10.000 metros, su especialidad.


Primera parada: los 5.000 metros

El atletismo arrancó y los 5.000 metros fueron los primeros en caer. La carrera tuvo un apasionante desarrollo. Buena parte de las miradas estaban puestas en el checoslovaco, pero cuando apenas faltaba una vuelta, las dudas comenzaron a planear sobre el estadio olímpico.

Los rivales de Emil le pasaban con facilidad, y no era capaz de conseguir más que un cuarto puesto en la recta de contrameta. El ritmo era muy fuerte, y Zátopek, con esa manera de correr tan característica que tenía en la que parecía que estaba cansado y le faltaba el oxígeno, comenzó a apretar. Los atletas que tenían por delante lo daban todo, la carrera era muy rápida. Pero fue entonces, justo en la curva cuando sucedió lo que muchos ya pensaban que no iba a suceder.

Con un ritmo endiablado, con una superioridad manifiesta, muchos se tenían que frotar los ojos para ver cómo Emil Zátopek superaba con absoluta facilidad a sus tres predecesores y se situaba primero. Consiguió, además, cierta distancia con ellos y entró destacado. ¿El resultado? 14:06:06 y Récord del Mundo. Fue espectacular.

Aquí podéis ver el vídeo de los 5.000 metros de Helsinki 1952: 5.000 metros Helsinki 1952


Segunda parada: los 10.000 metros

Llegó el momento de su distancia favorita. En los cuatro años anteriores había batido en cinco ocasiones el récord mundial de esta disciplina. Aquí sí que no había dudas, nadie esperaba que fallara. Y no lo hizo. Con una superioridad manifiesta, también se impuso en esta distancia. El registro que consiguió fue de 29:17, de nuevo récord mundial, sacándole 15 segundos a su perseguidor.

Aquí tenéis el resumen de la prueba: 10.000 metros Helsinki 1952

Con este par de medallas, conseguía igualara la proeza del finlandés Hannes Kolehmainen, quien había conseguido lo mismo en 1912. Pero la cosa no iba a quedar ahí.


La guinda final, el Maratón.

Aún no había pasado ni una semana de su primer oro y tan solo unos días del segundo cuando Emil se puso en la línea de salida del Maratón. Era una experiencia nueva para él. Nunca antes había corrido los 42 kilómetros.

Tenía capacidad suficiente, por supuesto. Sus entrenamientos eran auténticamente extenuantes. Y, si bien es cierto que los empleaba para conseguir puntas de velocidad fascinantes, su resistencia se había empleado a fondo. Pero nunca había corrido un maratón. No se había enfrentado al muro, ni a esa tierra desconocida que hay más allá de los 20 o 25 kilómetros seguidos que había hecho entrenando.

La carrera, de nuevo, iba dejando claro que este hombre tenía algo especial. Pronto se colocó en el trío de cabeza. Era cuestión de aguantar el ritmo, de que la cabeza le dijera a las piernas que podían seguir, que tenían toda la fuerza que necesitaban.

Las imágenes que podemos ver en el resumen de la prueba son sintomáticas de lo que era este atleta. Le hacía incluso bromas al cámara mientras se veía a sus rivales aguantar como podían. De hecho, uno de ellos se descolgó y cayó fulminado por una pájara. Solo quedaban otro y Zatopek no iba a dejar que nadie entrara al estadio olímpico antes que él. Apretó el ritmo y consiguió hacer el tramo final en solitario. Tercer oro y de nuevo, tercer récord. En este caso, récord olímpico con 2:23:03.

Aquí está el vídeo resumen del Maratón: Maratón Helsinki 1952

Nadie hasta la fecha ha logrado igualar esta gesta.

SOBRE EL AUTOR

Luis Miguel del Baño
Periodista


21.912

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