La verdadera píldora para todo es el ejercicio
Por Francisco Gilo (1943 - 2024) para carreraspopulares.com
Nuestros ancestros realizaban mucha más actividad física que nosotros
Los humanos somos un tipo de primates, o de monos, para entendernos, especialmente adaptados a la locomoción bípeda. Y poco han cambiado nuestros genes en los últimos 40.000 años, desde la era paleolítica. Por aquel entonces el ejercicio físico, sobre todo la caza, era necesario casi a diario para comer. Y por tanto, para sobrevivir. Si quisiésemos seguir un estilo de vida paleolítico en pleno siglo XXI, es decir, acorde con nuestra biología, deberíamos caminar tres o cuatro horas al día.
Un tercio de los adultos del planeta son inactivos. Ni siquiera caminan media hora al día. Y no digamos los niños en Occidente, que cada vez juegan menos al aire libre. Precisamente esta epidemia de sedentarismo se extiende tan rápido como lo hace la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Y eso que, paradójicamente, la ciencia médica no deja de progresar. Entre los esperanzadores avances farmacológicos de nuestro siglo, que, por supuesto bienvenidos sean, está la llamada polipíldora. Es decir, la combinación de algunos fármacos (aspirina, hipotensores o drogas para bajar el colesterol) en una sola pastilla para prevenir infartos. Por ejemplo, en varones adultos aparentemente sanos.
Los atletas de élite son más longevos que el resto de la población
Ejercicio por prescripción médica
Según el fisiólogo de la Universidad Europea, Alejandro Lucía, lo que muchos desconocen es que el ejercicio regular también tiene un efecto polipíldora, y sin apenas efectos secundarios a poco que se haga con sentido común. Por ello, los médicos no solo deberían aconsejar a sus pacientes que hagan ejercicio: deberían prescribirlo. Además, es el único fármaco con un efecto dosis-respuesta: en general, cuanto más cantidad de ejercicio se acumule a lo largo del día, mejor. Una aspirina infantil diaria tiene efectos beneficiosos sobre las arterias de un adulto, pero una mega-dosis de aspirina podría ser letal. En cambio, es más saludable caminar 3 horas que 30 minutos al día, aunque sea en varias tandas de tan solo 10-20 minutos. Haciendo ejercicio a diario se consigue reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, ictus cerebral, diabetes, cáncer de colon o mama, depresión, o de que las personas mayores sufran las temidas caídas.
Cuando se contraen, los músculos esqueléticos liberan cientos de sustancias a la sangre, denominadas mioquinas, que viajan por la sangre hasta llegar a otros tejidos (intestino, corazón, grasa o cerebro, entre otros) donde tienen efectos beneficiosos o reparadores: es decir, que son fármacos en potencia.
Correr aporta múltiples beneficios a nuestro organismo
Más ejercicio, más vida
Por ejemplo, el músculo libera una sustancia llamada SPARC que podría reducir el crecimiento de tumores en el colon. O interleuquina-6, una molécula con efectos más bien perniciosos cuando se libera desde otras células pero que curiosamente tiene efectos antiinflamatorios y beneficiosos para el sistema inmune o la regulación de los niveles de azúcar cuando sale de nuestros músculos. Algunas mioquinas son incluso capaces de entrar en el cerebro y llegar a sus regiones más deterioradas por la enfermedad de Alzheimer. Así, no solo la actividad mental regular y exigente (como el ejemplo que se cita con frecuencia, aprender un nuevo idioma a edades avanzadas o realizar ejercicios de memoria) aumenta la plasticidad cerebral y permite atenuar el deterioro cognitivo asociado a la senectud. También la actividad física per se, sin necesidad de estar asociada a procesos cognitivos complejos (simplemente caminar, levantar pesas o nadar) contribuye a regenerar el cerebro.
El ejercicio también estimula la liberación de células madre a la sangre, muchas de las cuales tienen un potencial efecto regenerativo en algunos tejidos, como el corazón dañado por un infarto.
Y ni siquiera es cierto que si nos pasamos con el ejercicio nos oxidamos más y vivimos menos por los efectos de los temidos radicales libres. Muy al contrario, los deportistas de élite son más longevos que la población general, y su cuerpo está adaptado para defenderse mejor de los radicales libres.
Buscador de noticias
Articulos relacionados
Practicar ejercicio de alta intensidad puede resultar muy beneficioso para el cuerpo del deportista. Pero debe practicarse con control. Son los mensajes que nos deja Fco. Gilo en este completo artículo.
¿Quieres saber cómo reducir los niveles de colesterol pero no sabes cómo? Con sencillos cambios que hagas a tu dieta, podrás ganar la batalla contra este silencioso enemigo. El ejercicio es un buen complemento para llevar una vida sana, pero hay que conocer también buenos hábitos alimenticios. La nutricionista Natalia Olivares nos los cuenta.
Cuando una persona sufre un infarto, el ejercicio físico es la mejor ´píldora´ que puede tomar para volver a llevar una vida normal.
Correr es un ejercicio altamente saludable. Pero muchas veces nos excedemos y exigimos demasiado al cuerpo. Además, muchos abusan de suplementos alimenticios sin tener en cuenta cómo deben tomarse. De todo ello no habla en este artículo Fco. Gilo.
Podría existir cierta relación entre la fibrilación auricular y la práctica deportiva de alta intensidad, aunque todavía no se puede identificar como factor de riesgo.
De todos los corredores es sabido que, uno de los síntomas más característicos del ejercicio físico o actividad deportiva, ha sido el sudor. Y, éste no es más que una forma de eliminar el aumento de temperatura corporal por medio de la expulsión de agua.
Todos alguna vez hemos experimentado molestias musculares, 2 a 3 días después de un ejercicio inusual e intenso como es el maratón. Esta situación puede suceder también al inicio de un programa de entrenamiento o cuando la intensidad y la cantidad del mismo se incrementa en forma brusca....
También te puede interesar
La rodilla es una de las articulaciones que más sufre corriendo, no solo por el impacto de la carrera, sino porque cumple un papel estabilizador, ya que hace de enlace entre otras articulaciones más móviles como el tobillo y la cadera.
¿Es bueno el running para el desarrollo de nuestro cerebro? ¿Puede llegar a ser negativo en alguna circunstancia? Nos ponemos al día con los últimos estudios en este campo.
Las tendinopatías o dolencias del tendón son lesiones complicadas de tratar a veces porque, al no incapacitar del todo, permiten correr con ellas, pudiendo generar problemas más graves. La fisioterapeuta Carmen Sanz nos cuenta cómo se tratan estas lesiones.
En verano hay que aumentar las precauciones con nuestra piel al correr. Sigue nuestros consejos y evita molestias innecesarias. Peligros como el sol o el ´acné del deportista´ son muy fáciles de evitar llevando un poco de cuidado.
El sol cada vez afecta más a nuestro cuerpo, de manera que cada vez es más importante protegernos. Los corredores estamos continuamente al aire libre, y, si bien hay que protegerse del sol todo el año, es en verano cuando más notamos sus efectos.
Las más vistas
Después de hablar tanto de ritmos, marcas, entrenamientos duros o umbrales de esfuerzo, ahora toca hablar de algo a lo que a menudo no se le presta toda la atención que se le debe: el descanso. El entrenador de atletas populares David Calle nos explica por qué es tan importante para el entrenamiento.
Si sabemos andar de una manera eficiente en las subidas en montaña, seremos capaces de ganar tiempo y ahorrar energía. Además, con un par de pautas, evitaremos dolores innecesarios. Aprende cómo en este vídeo.
La idea de que debemos ser más flexibles para correr mejor está muy instalada en gran parte de la comunidad runner. Es cierto, pero debemos centrar esa flexibilidad en el rango de movimiento que hacemos al correr.
La pregunta más recurrente en consulta es: ¿Por qué me lesiono? Si tuviéramos una respuesta a esta pregunta sería el fin de las lesiones. Por eso hemos querido analizar los factores lesionales para intentar resolver la eterna pregunta. En algunos casos podremos actuar y mejorar, pero en otros no.
Cuántas veces nos hemos dicho eso de: ´qué dura es la vida del corredor popular´. Trabajamos, tenemos compromisos familiares, queremos entrenar siempre que toca y participar en carreras. Pero ¿es eso realmente tan duro? Quizá debas empezar a replantearte por qué te sientes así.
Algunas actitudes antihigiénicas de los corredores pueden molestar a los que comparten carrera con ellos. Mario Trota nos cuenta cuáles son y cómo podemos evitarlas. Para que al menos haya unas normas básicas que nos ayuden a respetar a los demás.