Roma a golpe de zapatilla
Por Luis Blanco para carreraspopulares.com
Roma es una de las ciudades más bellas y espectaculares de Europa. Llena de vestigios históricos, testigo de poderosas civilizaciones y destino turístico destacado. Si eres corredor y visitas la ciudad, querrás ponerte las zapatillas y salir a conocer Roma de una manera diferente.
Antes de nada, hay que advertir de que si vas a correr algunos tramos por calles con tráfico debes tener cuidado en los pasos de cebra. Si bien los automovilistas respetan aquellos sin semáforo y con prioridad para los peatones, no esperes que paren cuando te ven parado en la acera o haciendo ademán de pasar. Lo normal es que tengas que lanzarte casi sobre los coches para que se detengan. Así que siempre con precaución, ritmo más calmado y paciencia.
En Roma puedes aprovechar para hacer turismo por los lugares típicos o simplemente correr por los sitios que frecuentan los corredores de la ciudad. En cualquier caso, aquí os dejamos las propuestas más interesantes que mezclan ambas opciones.
Orillas del Río Tíber
Las márgenes del río Tiber se pueden recorrer andando, corriendo o en bici, ya que hay un carril destinado a estos vehículos de dos ruedas y un paseo. De norte a sur, puedes ir desde el Puente Duca D’Aosta, a la altura del Estadio Olímpico de Roma, hasta el Puente Guglielmo Marconi.
Son nada menos que 10 kilómetros de ruta, 20 si haces ida y vuelta. Aunque puedes regresar en el momento que quieras o, una vez que llegues al punto de destino marcado, usar el transporte público para regresar a tu hotel o lugar de alojamiento.
La mayor parte del tiempo irás a la altura del río, en un trazado llano, pasando por debajo de puentes y carreteras. De esta manera, evitarás el tráfico, los cruces, semáforos y pasos de peatones. En algunos puntos, si levantas la vista, puedes ver algunos de los lugares más emblemáticos de Roma, como la basílica de San Pedro del Vaticano. La parte negativa es que si el río va algo crecido algunas zonas puede inundarse y no están transitables o dejan barro a la bajada del agua.
Parques Villa Borghese y Villa Ada
Al norte de la zona centro, muy cerca de la Plaza de España, se encuentra el parque Villa Borghese, el tercero en extensión de Roma (80 hectáreas) y uno de los más usados por los corredores. Es también un lugar con atractivo turístico, por el cuidado estilo de sus jardines, fuentes, estanques y los edificios que alberga. En uno de ellos se encuentra la Galería Borghese, muy visitada por los amantes del arte.
Es un parque, por tanto, bastante urbano y cuidado, con caminos de asfalto sobre todo. Ideal por si quieres hacer un rodaje tranquilo y corto en un entorno agradable.
Al noroeste de Villa Borghese, a un kilómetro de distancia aproximadamente, se encuentra el segundo parque más grande de Roma, Villa Ada en el que puedes encontrarte a cualquier hora a numerosos corredores. Dobla en extensión a Villa Borghese y, a pesar de tener también algunos edificios, villas y lugares de interés turístico, se trata de un parque más agreste y forestal, con pocas zonas asfaltadas.
Dominan los caminos de tierra, muchos de ellos intrincados senderos entre zonas boscosas y de maleza. Por ello, es el lugar perfecto para desconectar durante un rato del ajetreo de la ciudad y correr unos kilómetros entre árboles y maleza, antes de regresar a la vorágine urbana y seguir haciendo turismo a pie.
Circo Máximo
El Circo Máximo es parte de la historia de la Roma antigua. En este lugar se celebraban las famosas competiciones de cuádrigas. Está situado en la zona más turística de la ciudad, entre los montes Aventino y Palatino. En este último se erigían los palacios y villas del Emperador y su familia. En ambas laderas se podían acomodar hasta 300.000 personas para asistir a las carreras.
Hoy en día, si bien el terreno no está muy bien cuidado, sus 620 metros de longitud y su forma ovalada lo convierten en el sitio perfecto para hacer unas series sobre tierra. Si es que tu plan de entrenamiento te lo demanda y no quieres perderte ni una sesión mientras estés en Roma. Tiene el aliciente de estar corriendo por un lugar cargado de historia.
Coliseo y entorno
Si tienes paciencia y ganas, puedes seguir desde el Circo Máximo por la Via San Gregorio hasta el Coliseo, sede de los combates de gladiadores en la época del Imperio romano. Digo lo de la paciencia porque es el área más visitada de la ciudad y está habitualmente plagada de turistas.
Son apenas 500 metros, así que si quieres seguir haciendo turismo en zapatillas, trotando con calma y sin pretensión de entrenar, puedes bordear el Coliseo y tomar la famosa Vía del Foro Imperial. Irás dejando a la izquierda el majestuoso Foro Romano (en la antigüedad el corazón de la ciudad) y a la derecha los foros de Trajano o de Augusto, hasta llegar a la Plaza Venecia.
Allí puedes admirar el imponente Monumento a Víctor Manuel II (del Siglo XIX), girar y tomar la Vía del Teatro di Marcello, para regresar por ella hasta el Circo Máximo. Un recorrido circular de 3 kilómetros por los lugares más famosos de Roma y un viaje de miles de años al pasado corriendo.
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