"¡Apartaos chavales, que viene un veterano!"
Por Luis Miguel del Baño para carreraspopulares.com
Los verás siempre, en todo tipo de carreras. Ellos empezaron a correr mucho antes de que el running se convirtiera en una moda. Corrían cuando las camisetas eran de algodón, cuando los mp3 eran walkman y cuando las zapatillas no diferenciaban entre pronadores y supinadores. Son los atletas veteranos. Los ´gurús´ de los que podemos aprender a cometer pocos errores, ya que ellos han pasado por todos esos kilómetros por los que nosotros aún no hemos llegado ni a imaginarnos que correremos. ¿Cómo lo hacen? ¿Cuáles son sus trucos y sus enseñanzas? ¿Qué aporta la edad y la experiencia en el running?
Miguel Ángel Plaza, Campeón del Mundo de Maratón M45
“La ventaja principal que yo veo en un atleta veterano frente a un corredor más joven es, sobre todo, la experiencia. Vas viendo tus defectos y virtudes, quitas unas cosas y coges otras. Y eso se va acumulando”, son las palabras de Miguel Ángel Plaza, proclamado Campeón del Mundo de Maratón en 2015 en categoría mayores de 45 años.
El atleta valenciano asegura que “la constancia en los entrenamientos es primordial y eso también con el paso de los años lo vas adquiriendo. Cuando eres más joven, digamos que no eres tan constante porque dedicas tiempo a otras cosas”, afirma un Miguel Ángel que sabe muy bien lo que es esa perseverancia. Este ´héroe del running´ trabaja en el turno de noche de la factoría Ford. Cuando acaba su jornada, a las 7:00 de la mañana, es cuando se va a entrenar. Luego, corre maratones. Es más, luego gana maratones.
La clave en la que coinciden muchos veteranos es que, cuando llevas tantos años corriendo, “te vas conociendo a ti mismo. Vas conociendo tu cuerpo y vas conociendo tus límites. Vas sabiendo realmente cuales son tus posibilidades. Te vas dando cuenta con el paso de los años cuál es tu ritmo adecuado. No puedes salir al ritmo que no toca porque tarde o temprano encontrarás tu muro”, asegura.
Otra de las claves en la que suelen caer los atletas más jóvenes o los recién incorporados y que ellos ya han sabido sortear, es que “las carreras no deben ser una obsesión. No deben ser el centro de atención de tu vida diaria. Nosotros no vivimos de esto, por lo que tampoco podemos estar todo el día machacando en casa o con los amigos con las carreras. Hay que dejarlo un poco al margen. Por el bien de nuestra mente. Hay otras cosas en la vida. Lo más importante es que disfrutemos con ello”.
Por último, Miguel Ángel, con su medalla al cuello, nos dice que “cuando vas a una competición, tienes que ir con la convicción de que has hecho bien los deberes. Si los entrenamientos los has hecho bien, ese día te va a salir bien”.
Manuel Rico, Campeón de España en 100 km M65
Lo de Manuel es otro de esos casos de estudio. No solo es Campeón de España en carreras de 100 km, sino que se proclamó también subcampeón en la distancia de la milla. Le pega a todo.
Sus enseñanzas, de las que debemos tomar muy buena nota, coinciden en parte con las de Miguel Ángel. Con la edad, asegura, “vas ganando templanza en las carreras. Llega un momento en el que ya ves que no puedes mejorar tus tiempos y tus marcas y no progresas. Entonces, yo cambié el chip y me dediqué a correr por diversión”.
Manuel asegura que las distancias largas son un buen terreno para los veteranos, ya que “el cuerpo se acostumbra a las largas distancias. Por el tiempo que llevas corriendo, corriendo y corriendo, el cuerpo se acostumbra a seguir y seguir. Es cierto que no con la velocidad que podría llevar un joven, pero sí con mucha resistencia y con menos cansancio. Las distancias largas se asumen mejor”, confirma.
Y lo dice alguien con conocimiento de causa. Manuel lleva 126 maratones terminados. Sólo se ha retirado en 3 ocasiones. Un tiempo en el que “llegas a aprender a regularte bastante. Sabes dónde está tu nivel, sabes salir a tu velocidad y no intentas hacer más de lo que sabes que puedes. Así te mantienes dentro de tus mejores sensaciones y consigues marcas estables y buenas”.
Para aquellos que viváis obsesionados con una vida monacal por correr más y mejor, Manuel nos cuenta que él es “un poco raro” alimentándose. Nos dice que hace “comidas normales. No me preocupo de dietas. Como de todo y bebo de todo, cerveza y vino también. Eso sí, procuro no pasarme en las cantidades. Esta es la actividad más importante que he desarrollado en toda mi vida, pero procuro, aún así, mantener un día a día normal y corriente”. Apuntado queda.
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