Consejos para iniciarse en el trail running
Por Javier Ullé para carreraspopulares.com
Quizás en estos momentos donde estamos en máxima preocupación y siempre con la disyuntiva de si salir a correr con la mascarilla, es el momento perfecto para salir a correr en espacios naturales.
Iniciarse en montaña es una buena opción para todos aquellos deportistas en general y corredores en particular que sienten curiosidad por probar y experimentar una nueva forma de practicar deporte y en un escenario de belleza sin igual. Se trata de correr fuera de pista, a través de montañas y cerros con subidas pronunciadas y bajadas abruptas.
El trail running precisa de elasticidad articular en las piernas, una buena habilidad corporal para manejarse por todo tipo de terrenos, y un trabajo de fuerza diferente, debido al desnivel propio de los paisajes rocosos.
Para adentrarnos en este mundo maravilloso, que integra deporte y naturaleza en un mismo concepto, debemos tener en cuenta una serie de premisas básicas que nos ayudarán a disfrutar al máximo sin ningún contratiempo.
Paciencia. Como ocurre en todas las disciplinas deportivas, hay que ir adaptándose poco a poco, tanto al medio como al ejercicio. Si eres corredor habitual ya tienes una buena base aeróbica, pero necesitarás algún tiempo para adaptar tus ritmos en función del terreno y una progresión paulatina, porque el tipo de esfuerzo es diferente.
Subidas. En los ascensos pronunciados debemos valorar si avanzamos más corriendo o andando. Y regular bien el nivel de esfuerzo para no quedarnos literalmente ‘fundidos’ en la primera subida. Es conveniente que vayas progresivamente conociendo tu capacidad y adaptar el nivel de esfuerzo en consecuencia. Además, deberás valorar el desnivel y si el terreno es técnico y por tanto se hace complejo avanzar rápido.
Bajadas. Si bien descender puede parecer más sencillo porque aparentemente no requiere la misma intensidad de esfuerzo, los descensos pueden también ser complicados y exigentes. Complicados por su dificultad técnica. Las rodillas no están acostumbradas a esa sobrecarga, con lo que hemos de potenciar el trabajo de fuerza, especialmente de cuádriceps. Entrenar la fuerza para conseguir un buen tono muscular es clave en la mejora de nuestros apoyos, permitiéndonos rectificar más rápido.
Hidratación. En cualquier tipo de deporte mantener la hidratación del cuerpo es una norma fundamental. No iba a ser distinto en el trail running. La diferencia es que en este medio quizás no encontremos fuentes o algún sitio donde comprar agua. Por tanto, hay que llevar siempre agua o cualquier tipo de bebida isotónica en función del tiempo que nos exija el recorrido que vamos a hacer.
Psicología. Tan importante como estar bien preparado físicamente, lo es despejar tu mente, y creer que realmente puedes conseguirlo. Tienes que tener en cuenta que en la montaña, si estás muy cansado, no puedes coger un autobús o el metro de vuelta. Una vez más es recomendable ir poco a poco y aumentar distancia y dificultad de forma gradual.
Material. El equipamiento en carreras de montaña es muy serio. Si bien si corres por pistas forestales sencillas te pueden valer las mismas zapas que usas en asfalto, si recorres caminos, senderos o terrenos técnicos es recomendable utilizar unas zapatillas específicas con un buen agarre y estabilidad. Muy importante la mochila de hidratación que te permita llevar agua suficiente y alguna prenda por si el tiempo cambiara. Muy recomendable un pequeño botiquín.
Escucha tu cuerpo. Nadie te conoce mejor que tú mismo, sigue tus sensaciones. No dudes en parar cuando estés cansado, no fuerces la máquina y ten siempre presente que aquí los ritmos los marca el terreno, no tú.
El trail running se diferencia de otros deportes por el ambiente distendido y de compañerismo, unido al respeto y admiración por la naturaleza.
Disfrutar haciendo deporte en la naturaleza es una sensación que tiene unos efectos tan positivos para la mente que verás que es beneficiosamente adictivo.
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