El runner ‘hermano mayor’: ayuda a un corredor novato en su primera carrera
Por May Luján para carreraspopulares.com
Pon tu mente a trabajar y saca la imagen de tu primera carrera del baúl de los recuerdos. Todos hemos sido novatos alguna u otra vez. Todos hemos tenido las mismas preguntas el día de nuestra primera vez: los imperdibles para el dorsal, ¿me los tengo que comprar o me los dan allí?, ¿por dónde se entra a los cajones de salida?, ¿dan agua a mitad de carrera?
Hoy te parecen cosas muy obvias, pero en algún momento las hemos tenido que aprender. Y si alguien nos aconseja, siempre es mucho más fácil. Ahora que tú ya llevas muchos kilómetros en tus piernas, muchos dorsales en tu colección y ya no tienes dudas a la hora de acudir a una carrera, es importante que te conviertas en ‘hermano mayor’ de running de alguien que debute.
Acompaña a algún novato en su primera carrera. Conviértete en su guía. Correrás a un ritmo más lento del que tienes por costumbre, sí. Pero también evitarás que pueda cometer errores que conviertan la carrera en una mal recuerdo y disfrutarás de una nueva experiencia.
Los ritmos: echa el freno. Será el ímpetu del runner debutante, será el efecto dorsal, llámalo como quieras, pero sabes que es un clásico: llegas a una carrera y vas más rápido de lo que toca. El ambiente, el resto de corredores, la música por la megafonía, sea lo que sea, algo hace que aumentes la velocidad y que pongas en peligro el objetivo de cumplir tu ritmo. Es un error de libro. Cuando acompañes a un debutante, tú te debes encargar de que eso no pase.
Pídele que te cuente a qué ritmo corre habitualmente en los entrenamientos, qué distancias ha recorrido y a qué ritmo pretende ir y estate muy pendiente durante toda la prueba. Si en algún momento se acelera, echa el freno y regúlale el ritmo. No queremos que cuando le queden un par de kilómetros para llegar a meta se pare y no sea capaz de acabar lo que ya ha empezado, ¿verdad?
Haz que sea especial. Tu primera carrera es como la primera vez que conduces, la primera vez que votas, incluso puede ser como el primer beso. Los nervios te recorrerán el cuerpo desde la noche anterior. También cuando te levantas, cuando acudes a la zona y cuando te metes en el cajón de salida. Ves contándole las cosas que van a suceder. Dile lo especial que será el momento previo al pistoletazo de salida. Haz que se fije en el público si en algún momento le aplaude. En definitiva, suma gestos y acciones para que sea todavía mejor.
Que no cometa errores el día antes. Algún exceso el día antes puede hacer que la carrera no sea todo lo satisfactoria que debiera. Mucha gente sin experiencia piensa que entrenar a fondo el día antes puede sumar, cuando lo que más suma, probablemente, es el descanso. Orienta a tu acompañante en ese sentido. También se deben evitar errores con la alimentación, el desayuno o la ropa que se elige. Aconséjale desde la jornada anterior.
El muro. Para un novato, hasta una carrera de 5 kilómetros puede tener un muro. Y no digamos una de 10. Tú eres consciente, y se lo debes advertir. Le puedes anticipar que es posible que el cuerpo se resienta cuando llegue al 80% del recorrido. Así se irá mentalizando. Y cuando llegue, debe notar que estás ahí, que no corre solo o sola y que le apoyas. Debe tener claro que llegará a meta y que ese momento pasará. Que baje algo el ritmo, pero que no caiga del todo a no ser que sea estrictamente necesario por cuestiones de salud.
Llegada a meta. Es el momento clave. Pero en ocasiones, los debutantes están tan nerviosos o tan cansados que casi no se dan ni cuenta. Cuando queden 500 metros ves diciéndole que la carrera ya está casi acabada, que la meta se acerca y que disfrute de las sensaciones, que las recuerde. Así poco a poco hasta que llegue al arco de llegada. Tu responsabilidad será que cruce con una sonrisa en la boca.
Los ánimos. Ten un buen puñado de frases motivadoras a mano. Es tu labor. Debes ir llenando de optimismo las zancadas de tu acompañante. Así se le hará más fácil y también pensará en otra cosa más allá de los metros que quedan de trazado.
Ah, y, por supuesto, dile que los imperdibles para el dorsal se los da la organización.