BUSCA TU CARRERA

Tenemos 135 eventos a tu disposición

El vecino cabreado por las carreras populares

Por Borja Martínez para carreraspopulares.com
Las carreras pueden provocar molestias a muchos vecinos
Las carreras pueden provocar molestias a muchos vecinos

Si algo he aprendido después de muchos años corriendo es que hay que respetar a lo demás y, sobre todo, ser empáticos. Debemos entender por qué alguien critica algo, aunque no estemos de acuerdo. Muchas veces nos pasa con los organizadores de carreras. Nos quejamos de casi todo porque pagamos por un dorsal y creemos que eso nos da derecho a hacerlo.

Posiblemente tengamos razón en muchas ocasiones, pero no siempre todo lo que pasa es culpa del que organiza la carrera. Hay casos en los que, si bien es su responsabilidad, la culpa es de los corredores.

Pero hoy no quiero hablar de organizadores de carreras, sino de esas personas ajenas a las mismas que se ven afectadas muchas semanas al año por los que corremos con un dorsal. Las personas que viven en zonas cercanas a los lugares más habituales de este tipo de eventos.

Yo vivo en una gran ciudad en la que hay decenas de carreras al año, y la mayoría pasan por zonas urbanas y tienen su salida y meta en zonas residenciales muy concurridas. Pero en general esto ocurre en la mayoría de las poblaciones medianas o grandes de toda España.

¿Exagerados o razonables?

Lo primero que hay que decir es que a veces se exagera un poco. No es cierto que todas las semanas haya una carrera popular molestando a los mismos vecinos. Es verdad que muchas repiten ciertos circuitos y pasan por las mismas calles. Pero no todas ni cada semana.

Además, el problema principal se da en la zona de salida y meta, que queda ocupada durante horas y provoca cortes de tráfico durante más tiempo. A lo largo del recorrido, salvo en los casos de distancias largas (medio maratón o maratón) los cortes de calles son de apenas unos minutos.

Dicho esto, hagamos ese ejercicio de empatía. Nos ponemos en el lugar de ese vecino que vive no muy lejos de la salida de la carrera en cuestión. Son las 8,30 de la mañana de un domingo, ese día que aprovecha para dormir un poco más y levantarse tarde. Y en la calle empieza a sonar música y alguien hablando por una megafonía. Ese es su despertador.

Cortes de tráfico, ruido y aglomeraciones, los efectos de las carreras en los vecinos
Cortes de tráfico, ruido y aglomeraciones, los efectos de las carreras en los vecinos

El tráfico

Imaginemos que ese vecino trabaja en domingo y tiene que coger el coche. O quiere ir a pasar el día al campo con su familia, a visitar a alguien al hospital o a llevar a los niños al partido de fútbol. Algunas de las calles que usa en su recorrido habitual están cortadas. Y tiene que dar un rodeo importante. O esperar a que pasen los corredores para cruzar al otro lado. Depende de dónde esté.

Posiblemente, en la mayoría de los casos, apenas serán unos minutos, pero el vecino piensa: “¿por qué tengo que aguantar yo esto? ¡Y por segunda vez en un mes!”. Tiene razón, es una molestia que a nadie hacer gracia soportar. Es entonces cuando se pone de mal humor.

Alguno incluso suelta improperios por la ventanilla contra los corredores y les pide a gritos que se vayan “a correr al campo”. Otros se enzarzan en una discusión inútil con el policía o agente de movilidad de turno. Pero lo único que ganan es un disgusto mayor y comenzar enfurruñados el domingo.

Argumentos encontrados

Podemos decir al vecino en cuestión que la ciudad es de todos, que es domingo por la mañana, que es por una buena causa, que hay que hacer deporte y que son sólo unos minutos (o unas horas en el peor de los casos). Que a nosotros también nos molesta que se corten las calles cuando hay manifestaciones o desfiles militares, por ejemplo.

Pero la discusión estará siempre presente. Por ese afán que tenemos habitualmente de preocuparnos primero por nosotros mismos y luego por los demás, o de tener la razón a toda costa.

Por eso, cada vez que me cruzo con un vecino molesto pitando en un coche al paso de una carrera popular, primero espero que se comporte de forma cívica; pero luego me pongo en su lugar e intento entender su frustración. Y no le respondo a sus gritos y pitadas. Simplemente pienso que algún día puedo ser yo el que esté tras el volante.


7.843

Articulos relacionados

Reportajes ¿Pensando en tu primera media maratón? ¡Lanzate!
Reportajes Guía del corredor novato: lo que puedes encontrar en un avituallamiento
Reportajes Guía del corredor novato: balance del año

También te puede interesar

Reportajes La dura vida del corredor popular
Reportajes No eres runner si no...

Las más vistas

Entrenamientos ¿Qué tiempo harás en un medio maratón? Averígualo a partir de tu marca en 10k
Actualidad El 10 de noviembre, Madrid corre contra el Ictus