Hábitos cotidianos que te están maltratando el cuerpo
Por May Luján para carreraspopulares.com
Puede que ni lo notes, pero sí que notarás sus consecuencias. Todos los días ejecutamos cientos de acciones que, por repetición o costumbre, ya han llegado a estar casi automatizadas en nuestro cuerpo. En ocasiones, algunas de estas acciones nos están produciendo un pequeño daño físico que casi ni percibimos de lo leve que puede ser. Si fuera una acción ocasional, no pasaría nada, pero repetir ese mismo gesto durante varias veces al día, varios días a la semana y decenas de semanas al año, deriva en problemas. ¿Recuerdas algún leve dolor de espalda, o en alguna otra zona de tu cuerpo que parecía no tener explicación? Pues siempre tiene una respuesta y, en ocasiones, se debe a estos gestos que efectuamos de manera incorrecta y, muy poco a poco, nos van produciendo pequeñas lesiones que luego nos pasarán factura en nuestros entrenamientos y carreras. ¡Más vale que las pares antes de que te afecten!
1.- Llevar la cartera en el bolsillo trasero del pantalón y sentarnos constantemente en ella. Parece una tontería, pero esta costumbre ha generado incluso estudios científicos que alertan sobre este mal gesto. Generalmente se da en hombres más que en mujeres, y especialmente en personas que pasan mucho tiempo sentadas. El hecho de llevar esas abultadas carteras llenas de papeles, tarjetas, documentos de identidad o bonos de transporte aplastando uno de nuestros glúteos, genera problemas. Nuestro nervio ciático puede verse presionado cuando estamos un buen rato sentados. Además, puede provocar un mal gesto a la hora de permanecer sobre la silla que deforme nuestra postura y afecte levemente a nuestra cadera, derivando en problemas de espalda. Ya sabes, un rato no pasa nada, pero muchos ratos sumados, sí.
2.- Situar la pantalla de tu ordenador a un lado de la mesa de trabajo y no en el centro. En ocasiones se puede dar por estética a la hora de ordenar una oficina o por simple cuestión de espacio, pero hay un porcentaje de usuarios del ordenador que no tienen la pantalla justo frente a ellos. Esto provoca que tengan que estar constantemente ladeando la cabeza para mirarla. Los problemas de cuello no tardarán en aparecer. Incluso en una sola jornada de trabajo se pueden derivar las primeras molestias. Puede afectar a tu rendimiento deportivo, pero también a tu día a día, como por ejemplo, con problemas a la hora de dormir. Si, además, tienes el teclado del ordenador mal situado y también en un lateral, el efecto se multiplica y se extiende más allá del cuello.
3.- Llevar el bolso cargado y siempre sobre el mismo hombro. Aprendamos de los niños. Desde hace unos años, ya no llevan esas mochilas cargadas de libros sobre su espalda. Ellos, gracias a las advertencias de los profesionales, se han pasado a los carritos. Muchos de nosotros, adultos con mucho acceso a la información sobre salud, aún no lo hemos hecho. Es el caso de muchas mujeres y algunos hombres, que llevan pesados bolsos personales o de trabajo sobre un único hombro durante horas. Para empezar, es un error cargar a nuestra espalda con ese peso. Los problemas no son inmediatos en ese caso, pueden tardar en aparecer, pero puede que incluso sean serios. Es importante repartir el peso entre los dos hombreos, o de manera constante o a intervalos de tiempo y, sobre todo, tratar de descargar esas pesadas bolsas.
4.- La silla de tu puesto de trabajo puede ser una tortura. Especialmente se dan dos acciones relacionadas con las sillas que nos pueden perjudicar. El hecho de pasar muchas horas sentados en una silla mal regulada, podrá producir, a la larga, algún problema físico. En la medida de lo posible, se debe regular la altura de la silla para que los pies toquen el suelo y que rodillas y caderas formen un ángulo de 90 grados. Además, hay gente que tiene por costumbre sentarse en el extremo de la silla, en la parte delantera, dejando la parte trasera totalmente libre. Si las sillas tienen respaldo, por algo será. Si nos acostumbramos a usarlo, podremos evitar algunas lumbalgias futuras.
5.- Caminar con tacones altos. ¿Cuántas veces hemos leído que, para correr bien debemos llevar un calzado adecuado? Pues imagínate qué puede pasar si pasas horas y horas subida a unos tacones. Lo ideal sería usarlos con moderación, ya que su uso muy prolongado genera presiones en los gemelos, en la zona del tendón de Aquiles e incluso en los dedos.
6. Apoyar nuestro brazo izquierdo sobre la puerta del coche cuando conducimos. A la hora de estar al volante se producen muchos desequilibrios posturales. Tanto en el lado izquierdo de nuestro cuerpo, ya que muchas personas tienden a conducir con el brazo apoyado sobre la ventanilla o sobre algún elemento de la propia puerta, como en el lado derecho, puesto que cuando llevamos muchas horas también se suele dejar descansar sobre algún elemento. Es un problema que, como es obvio, se da más en gente que tiene profesiones relacionadas con la conducción. En principio, deberíamos evitar estas posturas poco simétricas y llevar una relación homogénea entre los dos lados del cuerpo mientras conducimos. Si pasamos muchas horas en la carretera y esto nos es complicado, al menos, deberíamos no provocar posturas que presionen nuestras articulaciones y que sean lo más relajadas posibles.
Estad atentos a vuestro día a día, porque algunos de los problemas que podéis tener a la hora de practicar vuestro deporte favorito, pueden venir de aquí. Nos gastamos sumas considerables en zapatillas adecuadas, prendas de vestir correctas y sin embargo luego, nos puede originar una lesión un gesto fácilmente evitable.