La desescalada también para nuestros pies
Por Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) para carreraspopulares.com
El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) advierte de que también es necesario llevar a cabo medidas progresivas para cuidar la salud de nuestros pies y evitar lesiones y otro tipo de anomalías.
Revisar nuestras zapatillas antes de calzarnos para salir a la calle, o mantener rutinas de calentamiento y estiramiento a la hora de hacer deporte, son algunas de las cuestiones que pueden ayudarnos a evitar problemas como la fascitis plantar, la metatarsalgia y otros problemas musculares.
Poco a poco nos sumergimos en el camino hacia la “nueva normalidad”. Ya podemos salir a la calle a practicar deporte o a dar paseos. Por ello, desde El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), quieren advertirnos de que es necesario llevar a cabo una desescalada progresiva también para nuestros pies. Así, podremos tenerlos a punto para evitar lesiones y otro tipo de problemas que podrían incluso afectar a otras partes de nuestro cuerpo. Es importante:
Prestar atención a nuestro calzado antes de volver a utilizarlo:
A pesar de que hayamos evitado hacer un uso excesivo del calzado para estar por casa durante la cuarentena, en primer lugar, necesitamos que nuestros pies vuelvan a habituarse poco a poco a los zapatos de calle. Para ello, es recomendable empezar usando calzado deportivo, e introducirse en los zapatos de calle u oficina más progresivamente.
Igualmente, es necesario que revisemos nuestro calzado antes de volver a utilizarlo, sobre todo si vamos a darle un uso intenso. Para ello, debemos prestar especial atención a la suela, y asegurarnos de que no tiene desgastes ni está deformada.
Lo mismo sucede con los zapatos de tacón, que aquellas personas que los utilicen frecuentemente deberán evitar volver a ponérselos de manera prolongada durante todos los días. A su vez, deben intentar aumentar la altura del tacón progresivamente, así como procurar que su grosor sea siempre lo más ancho posible.
No forzar el cuerpo para evitar lesiones:
Aunque durante el confinamiento hayamos practicado deporte en casa y mantengamos a punto nuestra capacidad aeróbica, las estructuras que hemos estado entrenando son diferentes a las empleadas a la actividad deportiva fuera de casa. Esto hace que personas que tienen una práctica deportiva más avanzada, no deban intentar retomarla en el nivel en el que se dejó. De hecho, es preciso o bien bajar el tiempo de la práctica o bien la intensidad. Asimismo, en el caso de aquellas personas que nunca han practicado deporte con asiduidad, y quieren aprovechar este periodo para introducirse en la práctica deportiva, deberán extremar aún más las precauciones.
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Es muy importante tener esto en cuenta, pues los sobreesfuerzos pueden ocasionar lesiones en nuestros pies que nos provoquen anomalías en la fascia plantar, como la fascitis, y otras alteraciones a nivel de apoyo metatarsal, como la metatarsalgia. Además, retomar la práctica deportiva sin la revisión previa de un profesional de Podología puede hacer que suframos otros problemas musculares en gemelos, rodillas, caderas, o incluso la zona lumbar,derivados de una mala pisada o una mecánica ineficaz en nuestros pies.
Por otro lado, debemos considerar también que, aquellas personas inexpertas corren además el riesgo de sufrir problemas derivados de traumatismos, como esguinces, que a su vez pueden venir derivados del uso de un mal calzado.
Mantener las buenas prácticas: estiramientos, hidratación...
En último lugar, es muy importante mantener aquellas prácticas que ya eran empleadas con anterioridad, como un adecuado calentamiento y buenos hábitos de estiramiento muscular. En estos casos, prestando especial atención a la musculatura posterior de las extremidades inferiores, que con esta situación tienen más riesgo de sufrir sobrecargas y demás lesiones.
Por supuesto, además necesitamos también mantener una buena hidratación, procurando beber alrededor de los dos litros de agua al día, y una buena alimentación, disminuyendo el consumo de grasas saturadas.