Pon un runner en tu equipo de fútbol
Por carreraspopulares.com
Los corredores y corredoras solemos ser muy monotemáticos cuando hablamos de deporte o de nuestras aficiones. Nos gusta hablar de carreras, de marcas, de planes de entrenamiento, de nutrición... Pero eso no quiere decir (en todos los casos) que no nos gusten o practiquemos otras disciplinas deportivas.
Por ejemplo, muchos runners también nadan o montan en bici, y por supuesto, nos encantan los deportes colectivos. Es verdad que, una vez empezamos a correr tenemos poco tiempo para otros deportes, pero de vez en cuando alternamos las carreras con un partido de pádel, esquí, baloncesto o fútbol. De hecho, casi todos hemos empezado practicando otros deportes para acabar quedándonos con el running, por comodidad, un mejor acoplamiento a nuestro estilo de vida o porque nos gusta eso de ir superando marcas. Nunca ganaremos un torneo de fútbol, pero sí que podemos acabar un maratón y también conseguiremos una medalla.
¿Un runner es un buen jugador de fútbol?
Puede que los runners no seamos muy buenos técnicamente (si lo fuéramos tal vez no habríamos dejado de jugar al fútbol), pero podemos ser muy buenos compañeros en un equipo de fútbol, tanto si se trata de un campo pequeño como el de fútbol sala como si se trata de las modalidades de equipos de 7 o de 11. ¿Por qué deberías querer a un runner en tu equipo de fútbol?
Nos cansamos muy difícilmente. El tipo de resistencia que requiere el fútbol es muy distinta a la de la carrera continua, ya que mientras en el running necesitamos una alta capacidad aeróbica para resistir mucho tiempo corriendo, en fútbol entra en juego la resistencia muscular en esfuerzos intensos pero más cortos. Dicho de una forma más técnica, necesitamos una buena capacidad anaeróbica aláctica, láctica y aeróbica. Nuestra mayor resistencia aeróbica hará que podamos recuperarnos mejor de los sprints y disponer de energías hasta el final del partido. Es posible, eso sí, que los primeros esfuerzos nos cuesten más, al no estar tan acostumbrados a los cambios de ritmo, saltos y cambios de dirección que requiere el fútbol.
Corremos mucho. Por supuesto, es nuestra mayor virtud. Si tienes un runner en tu equipo de fútbol, lo mejor es que juegue en posiciones que requieran un largo recorrido. No tenemos problemas, por ejemplo, en jugar en la banda, tanto como laterales como extremos, ya que podemos subir a atacar y guardar fuerzas para volver a defender si es necesario. Podemos también perseguir al rival durante largas distancias o correr para escapar de las defensas rivales, tanto con balón como sin él. Un runner puede ser un buen delantero porque traerá de cabeza a los defensores con sus incansables carreras.
Tenemos piernas fuertes. En el disparo de balón intervienen, principalmente, los isquiotibiales, los cuádriceps y los glúteos. Músculos, todos ellos, que los corredores tenemos suficientemente ejercitados. Es verdad que parte de la fuerza al chutar se imprime desde una buena técnica de ejecución, pero la base muscular la tenemos de sobra.
Sentido del equilibrio. En el fútbol, permanecer de pie mientras sorteas rivales o pugnas por un balón es muy importante. Por eso, la propiocepción que con el running se consigue es un valor que los corredores aportamos entre nuestras habilidades.
Espíritu competitivo y de equipo. Aunque una carrera no se gana o se pierde en el mismo sentido que un partido de fútbol, los runners tenemos ese instinto que nos hace querer superarnos y sacar el mejor resultado posible en la competición. También somos muy buenos compañeros, a pesar de que nuestro deporte pueda ser acusado de individualista.
Capacidad de concentración. También el fútbol requiere tener la mente despejada para saber leer el juego y tomar las mejores decisiones con y sin balón. Otro de nuestros puntos fuertes, sin duda, es la capacidad de concentración y de poner todas nuestras energías en un objetivo.
Y por último, y no por ello menos importante, los corredores y los futboleros tenemos una cosa en común: sabemos disfrutar mucho del “tercer tiempo”. Después del partido, somos los primeros que nos animamos a tomar algo para recuperar y comentar cómo ha ido el juego.