Running, jogging, footing, atletismo... ¿modas o actividades distintas?
Por Chema Martínez Pastor para carreraspopulares.com
Se trata de un argumento bastante habitual en las discusiones con los “no runners”. Que si el running es una moda, que si es un invento de las marcas, que seguro que hay alguien ganando mucho dinero gracias a esta moda... Lo que no saben es que a nosotros nos da igual cómo se nos llame. La mayoría no nos consideramos “runners” o “corredores” o “atletas populares”. De hecho, cualquiera de estas expresiones nos hace sentirnos identificados. Las etiquetas, como todo tienden a ser injustas y a englobar diferentes personas y formas de entender una actividad o cultura.
Sin embargo, agua lleva cuando el río suena. Está claro que la palabra “running”, en España al menos, nos sugiere un tipo de actividad o de afición muy concreta y que más o menos podemos tratar de explicar. Sin embargo, las dudas aparecen cuando se trata de poner nombre a “lo que se hacía antes del running”.
Si quieres quedar bien en la próxima discusión que tengas sobre el tema, aquí te dejamos unas pistas sobre qué quiere decir cada una de esas llamadas “modas” que se tienen a banalizar y a meter en el mismo saco.
El running como tendencia actual
El primer argumento en contra de la palabra “running” es que para qué necesitamos una palabra en inglés para algo que podemos denominar en español. Los equivalentes que se suelen utilizar para intentar traducirlo son “correr” o “atletismo”. Aunque sin entrar en matices de significado, las razones de que se haya fomentado la palabra running como denominador de un fenómeno tienen como responsable fundamentalmente a la industria. A los fabricantes de prendas y utensilios para la práctica del deporte, en concreto. Casi todos los fabricantes de prendas deportivas vienen de fuera de España, y casi todas ellas son grandes marcas que tienen muchas líneas de producto para diferentes deportes o usos. Estos fabricantes, bien porque son de origen angloparlante o por dirigirse a un público global, usan la palabra “running” para diferenciarla de otras líneas de negocio. A pesar de que para otros deportes sí encuentran una palabra en español para identificarlas (fútbol, baloncesto, ciclismo...), para el running es más difícil. El equivalente más directo (correr) no se identifica con ningún deporte y el uso de la denominación “atletismo” tiene un significado más profesional y puede no ser llamativo para el público que está empezando y que busca su equipación para salir a correr. Mezclemos esto con la idea de que todo en inglés suena más atractivo para determinados públicos, y tenemos que el “running” es la mejor palabra para identificar una categoría del mercado del deporte, que se dirige a todos aquellos que corren habitualmente, sea su motivación estar en forma, matar el tiempo o entrenar para batir sus marcas.
Así, el “running” se ha quedado con término más global para identifica a un sector. Cuando los medios quieren hablar de esta actividad, si emplean esta palabra inglesa se aseguran que se entiende a la perfección a qué se refieren.
Footing y jogging ¿de dónde vienen?
Antes de intentar explicar sus orígenes, una aclaración. En España tendemos a usar la raíz “-ing” para convertir en sustantivo cualquier verbo y convertirlo en un anglicismo que usar. Pero muchas veces lo hacemos de forma errónea. No hay que olvidar que acabar un verbo en -ing equivale a ponerlo en su forma en gerundio, pero también se usa muchas veces para transformar un verbo en un sustantivo. Nosotros nos lo tomamos como una verdad universal y hemos aceptado, por ejemplo, que “parking” es equivalente a “lugar para aparcar”. En Inglaterra o Estados Unidos no verás carteles que pongan “parking” como hacemos aquí, a no ser que vayan acompañados de otra palabra (“parking lot” literalmente se traduce como “lugar donde aparcar”).
Así que, con estas (aunque es difícil rastrear el origen) en España, allá por los 70s-80s nos dio por comenzar a salir a correr, y nos empezó a sonar bien la palabra “footing”. Ya te adelantamos: nadie que hable inglés se referirá al hecho de correr con la palabra “footing”. De hecho, el uso más destacado para esta palabra es el de designar al hecho de herrar a un caballo. Usado como verbo, la traducción más precisa de “to foot” es “recorrer una distancia a pie”, así que para un angloparlante, hacer footing no equivale a correr. Más bien significa "hacer pie" o como mucho "patear".
Por último, el “jogging”. En este caso, el verbo “to jog” en inglés sí hace referencia a la actividad de ejercitarse mediante la carrera a pie. El Oxford Dictionary describe el jogging como “la actividad de correr a un ritmo constante y suave como una forma de ejercicio físico.” Con este término se puso de moda en Estados Unidos como forma de ejercicio, allá por los 90s, y nosotros como buenos seguidores de modas, adoptamos el término para referirnos a los que salían a correr para estar en forma. Si comparamos esta actitud con lo que entendemos ahora por running, que incluye más cosas como entrenamientos pautados y participación en competiciones, hay una ligera diferencia.