Tú elegiste correr el Maratón, no fui yo
Por Raquel Landín para carreraspopulares.com
“La importancia de estar a la altura del objetivo escogido”
Son muchos ya los corredores que se han acercado a mí para conseguir esos objetivos que les roban el sueño.
Soy entrenadora sí, pero sigo siendo atleta, lo soy desde bien pequeña y si algo me ha enseñado el atletismo son valores reales, tan reales que por mucho que quiera conseguir algo una persona, o se lo curra o no llega ni a la esquina.
Tal vez sea dura con mis pupilos, yo creo que lo justo y necesario, incluso que a veces no tanto como debería porque quizás me diferencio un poco del típico prototipo de entrenador que conocemos, eso ya quedó para la vieja escuela. Cada vez son menos los entrenadores autoritarios. A mí me gusta empatizar. Sé bien los esfuerzos a los que someto a mi gente, prácticamente todo lo que puedo escribir en un plan o aconsejar, antes lo he vivido yo y si no, lo hago para saber de lo que hablo. No penséis que mis planes se basan en mi experiencia, todo lo contrario, mi amplia formación dirigida al mundo del alto rendimiento me ha hecho mantener algunas cosas, mejorar otras, introducir nuevas y desterrar muchas. Pero no quería hablar de esto si no del momento de elección del objetivo a trabajar.
Vivo en Valencia, la “Ciudad del Running”, da gusto ver a todas horas corredores por el cauce del río Turia. Justo es ahora la época del año donde ésta “locura running” es más fuerte. Tenemos a la vuelta de la esquina los tres platos fuertes: 10k, Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP y Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. Y como es “normal” todos quieren estar ahí, sobretodo en la gran clásica: “El Maratón”. Los corredores más sensatos se ponen en manos de un profesional, algunos ya después de haber corrido alguna edición con el objetivo de mejorar marca o sensaciones.
Carreras destacadas
marzo 2025
abril 2025
mayo 2025
junio 2025
julio 2025
noviembre 2025
Siempre hay un "pero"
Pero, porque siempre todo tiene un “pero”. Ponerse en manos de un profesional tiene muchas cosas buenas “pero” también una cosa mala que es: seguir un plan de entrenamiento que poco a poco se hará más exigente.
Toda persona tiene que ser realista con los objetivos que escoge. A mí me llega un corredor que quiere preparar un maratón y, tras hablar para ver dónde se encuentra, si lo veo factible empezamos a caminar juntos por un camino que nadie dijo que fuera a ser fácil llegar al final, así se lo hago saber.
Te recuerdo que has escogido tú el gran reto de Filípides. Correr 42k seguidos a “x” ritmo no es nada fácil, pero nada fácil. Si no, no sería tan apreciado conseguir éste bonito reto. Mi trabajo es sacar lo mejor de ti, obtener de ti tu mejor versión. Pero tu deber, porque tú también tienes obligaciones en este pacto, es el de seguir el plan. Y ya no solo seguirlo, sino esforzarte para tratar de hacerlo lo mejor posible, porque ese plan de entrenamiento está hecho, pensado, elaborado para ti, para ese reto que te roba el sueño, para ese objetivo que escogiste tú.
Puedes enfermar, no pasa nada, contra la enfermedad paciencia, el cuerpo es sabio. Puedes saltártelo un día, todos tenemos un día malo pero cuando el “hoy no he salido porque” se vuelve habitual, debes pararte a reflexionar. A pesar de ser tu entrenadora no te voy a reñir, no esperes eso, por lo menos de mí, somos ya mayorcitos. Yo no elegí correr el Maratón, ese fue el sueño que un día tú quisiste convertir en objetivo para hacerlo realidad. Yo, gustosamente, voy a acompañarte hasta él para que lo consigas de la mejor manera posible, pero necesito que trabajes, necesito que lleves a cabo el plan de ruta porque si no nos desviamos del camino que tú escogiste.
No fui yo, fuiste tú, recuérdalo. No soy yo la que se engaña cuando no me calzo las zapatillas, no soy yo la que se engaña cuando se repite cada dos por tres “por un día que no lo haga no pasa nada”.
Un momento para reflexionar
Llegados al caso, me veo en la obligación de pedirte que te regales 5 minutos para pensar si quieres correr realmente el Maratón, porque quizás no lo desees tanto como creías en un principio y por eso no tienes esa motivación tan imprescindible que se necesita en este camino. Reflexiona y, si de verdad es lo que quieres, no te vuelvas a engañar.
Tienes dos formas de correr y acabar ese maratón:
La primera sería llegando escaso de preparación, lo que te llevaría a sufrir mucho. Un maratón son muchos kilómetros, se puede llegar a pasar realmente mal. Te cagarías en mí, y en todo lo que se moviera a tu alrededor sin acordarte de que la “culpa” realmente ha sido tuya. Correr una prueba tan bonita y acabar con un mal sabor de boca por algo que es totalmente evitable es una pena muy grande. Es mejor dejarlo para otra ocasión donde te sientas capaz de implicarte debidamente.
Y por el otro lado está el llegar correctamente al día del objetivo. Piensa lo bonito que sería correr esos 42km “disfrutando” (aún preparando la prueba, siempre se sufre pero no del mismo modo) de cada zancada, recordar las caras de aquellos familiares y amigos mientras te animan, llegar con fuerzas al final para poder cruzar esa línea de meta con los brazos bien en alto diciendo “lo conseguí”, inmortalizarlo con una bonita foto, encontrarte “bien” los días posteriores, no caer en ninguna lesión.
Como entrenadora solo puedo exponerte, solo puedo aconsejarte, solo puedo acompañarte pero no esperes que te saque a correr.
Raquel Landín www.raquellandin.es
Raquel-Landin @RaquelLandin_