La dieta paleolítica, ¿es buena para el corredor?
Por Leticia Garnica para carreraspopulares.com
Uno de los temas más comentados en los distintos círculos de la sociedad en cuanto a alimentación es la dieta paleolítica. Seguramente todos los que lean estas líneas habrán
escuchado hablar de ella, tanto de forma positiva como de forma negativa.
Se vuelve a poner de moda y a escucharse en todos los ámbitos de la nutrición en un tiempo en el que parece que hay una guerra fría en contra de los hidratos de carbono, sin diferenciar entre ellos. Pero quiero que quede claro que la voy a desgranar desde un punto de vista objetivo y viendo los posibles pros y contras de lo que a día de hoy entendemos con paleodieta o Dieta del hombre de las cavernas.
¿En qué consiste la dieta paleolítica?
Aunque se ha puesto más de moda desde hace relativamente poco, esta dieta nació hace más de 25 años en Estados Unidos. Esta dieta se basa en una alimentación compuesta por alimentos parecidos a los que tomaban nuestros antepasados en el paleolítico. Podemos imaginarnos al hombre paleolítico comiendo animales que cazaba y frutas que les daba la naturaleza. Se puede considerar como una dieta altamente protéica y con un consumo adecuado de frutas y verduras. Pero su base fundamental es el consumo de proteína.
Se basa en el consumo de alimentos, que según sus defensores, hemos evolucionado para digerir como son la carne, el pescado, frutas, verduras, frutos secos, raíces y evitar al máximo las legumbres, aceites procesados, sal, azúcares sencillos, y granos. Al aumentar el consumo de frutas y verduras aumentamos el consumo de fibra, pero es importante tener claras las bases, puesto que se tiene a aumentar en exceso el consumo de proteínas.
Excluye todos los alimentos que surgieron en nuestra dieta después de la evolución de la agricultura y ganadería.
Uno de los argumentos que nos dan es que la dieta que seguían nuestros antepasados era más sana y no sufrían enfermedades como la diabetes Mellitus, apendicitis, diverticulitis, cáncer de colon, hipertensión arterial, entre otras. Y aquí viene una de las primeras cosas que yo pongo en duda, ¿Cómo sabemos que no las sufrían? Teniendo en cuenta que en aquella época no se investigaba y la esperanza de vida raramente superaba los 30 años, no daba tiempo a que se desarrollaran esas enfermedades. Y cabe destacar que en esa época hacían mucho más ejercicio simplemente por el hecho de tener que cazar y recolectar para poder comer.
Ahí está una de las bases para una buena salud: EJERCICIO.
Intenta ser una dieta balanceada que incorpore los 3 pilares fundamentales de la nutrición:
-Hidratos de carbono
-Grasas
-Proteínas
Los hidratos de carbono los sacan de la fruta y verdura pero ahí tenemos el primer problema, sobre todo para los deportistas y es que se necesitan tanto hidratos de carbono sencillos como complejos y la mejor fuente van a ser los cereales que en esta dieta, tanto si son enteros o procesados, están totalmente prohibidos.
Es cierto que las frutas y verduras contienen hidratos de carbono, las frutas sobre todo son una buena fuente de fructosa, aparte de incorporar gracias a su consumo, múltiples vitaminas, pero podemos quedarnos cortos.
¿Qué alimentos recomiendan en esta dieta?
La base fundamental de esta dieta es el consumo de alimentos frescos y predominan:
-Carnes magras, caldos de huesos de animales ( bueno para el colágeno)
-Pescados
-Vegetales y frutas
-Grasas como la del aceite de coco, aguacate, etc.
-Alimentos y bebidas fermentadas naturalmente.
¿Es buena este tipo de dieta en los deportistas?
Este tipo de dieta tiene sin duda beneficios en general, como es que te animan a consumir alimentos frescos, que evites los azúcares sencillos, reduzcas el consumo de sal y que trates de sustituir, por ejemplo, la mantequilla por aceite de oliva.
En el caso de los deportistas, y en concreto de los corredores, esta dieta es buena a la hora de la recuperación muscular, puesto que aporta una alta cantidad de aminoácidos de cadena ramificada.
El alto contenido de fruta y verduras hace que nutrientes como las vitaminas y minerales estén presentes y nos ayuden a mantener una buena salud.
Pero aquí viene una de las primeras cosas por las cuales no es adecuada una dieta paleolítica para un deportista y es que el consumo exclusivo de raíces, frutas, verduras, frutos secos, carnes magras y pescados, no es suficiente para la correcta preparación y recuperación del músculo del corredor. Por eso, es importante incorporar en la dieta del corredor alimentos “no paleolíticos” .
Si nos paramos a buscar las adaptaciones de la dieta paleolítica para los deportistas vemos que incorporan una serie de alimentos “no paleolíticos”, como las bebidas isotónicas, geles, glucosa, galletas o barritas, entre otros, además de un alto número de alimentos paleolíticos. Por tanto, incorporan también alimentos ricos en hidratos de carbono de alto índice glucémico.
Por supuesto que suscribo y apoyo la recomendación de consumir alimentos no procesados y de intentar consumir los cereales integrales aumentando así el contenido de fibra.
Como siempre digo y recalco, en la alimentación no hay alimentos buenos y malos, sólo tenemos que saber cómo y cuándo comerlos. Se trata de que los tres pilares esenciales de nuestra alimentación estén en concordancia y debemos tener claro que una dieta paleolítica clásica sí resulta restrictiva e insuficiente, tanto para el corredor como para cualquier deportista que tiene un gasto superior.
Leticia Garnica es dietista y nutricionista.
www.dietistaynutricionista.com