¿Te estás planteando dar el salto al triatlón?
Por carreraspopulares.com
No es raro ver que muchos de los que disfrutan de la afición del running, en algún momento, sea de manera puntual o más permanente, dan el salto al triatlón. La explicación de este fenómeno es doble: por un lado, puede que nos hayamos quedado sin retos deportivos o que notemos que no estamos motivados igual ante las careras a pie. Hay quien comienza a aumentar la distancia de sus carreras, o que da el paso a competiciones de montaña. Otros, se pasan al triatlón. La introducción de nuevas disciplinas como la bici o nadar suponen un nuevo reto al que enfrentarse y tener así de nuevo una motivación para superarlo. O, simplemente, los hay que se pasan al “tri” porque quieren dar una tregua a las piernas. En ese caso, se ven beneficiados de una reducción del tiempo que pasan corriendo, ya que deben compaginar los entrenamientos de la carrera con los del ciclismo o la natación.
Las piernas son unas de las grandes beneficiadas del cambio al triatlón. En principio, claro. Ya que vamos a reducir el impacto al que se ven sometidas corriendo. Tanto la bicicleta como el agua son formas de ejercitarnos que nuestras rodillas agradecerán. De hecho, muchos entrenadores recomiendan estas disciplinas como entrenamiento cruzado, y los corredores nos las debemos plantear incluso aunque no vayamos a competir en un triatlón.
Así que, igual muchos de nosotros ya somos triatletas sin habérnoslo planteado. Aunque el verdadero salto se produce cuando nos planteamos prepararnos la primera prueba de triatlón.
¿Por dónde empezamos?
Aquí está la primera pregunta seria... ¿Debemos ponernos un objetivo ambicioso y pensar en debutar haciendo un triatlón “largo”, o empezamos probando con distancias cortas, como la versión sprint (que significa nadar 750 metros, pedalear 40kms y correr 5km)? Si ya corres habitualmente y entrenas más de 3 días a la semana, te costará muy poco probarte en distancia sprint o, incluso, olímpica. Lo que no es recomendable es ponerte un objetivo más ambicioso. De la misma manera que nadie corre (o debería) un maratón en su primer año corriendo, no es buena idea lanzarte a distancias muy largas de triatlón sin haber dado tiempo a tu cuerpo a adaptarse a los distintos ejercicios que combina este deporte. Si entrenas habitualmente con un entrenador, consulta primero con él y pídele que te adapte los entrenamientos a tu nuevo objetivo.
Salvo que tu relación con el agua sea peor que la de un gato, no te costará demasiado esfuerzo adaptarte a los tres tipos de carrera y te beneficiarás mucho de la forma física que te ha dado correr. Debes prestar atención, eso sí a las famosas transiciones. No sólo tienes que entrenar para cambiarte la equipación del nado a la bici y de la bici a la carrera, sino que tienes que darle a tu cuerpo el tiempo y el entrenamiento suficiente para que responda adecuadamente cuando le toque hacer el cambio. La parte que más debes entrenar es la de correr después de una sesión larga de bici. Las piernas no se encuentran en el mismo estado que si solo vas a correr. No solo supone empezar a correr con un cansancio acumulado, sino que los músculos de las piernas que intervienen en la carrera están más agarrotados y por tanto te costará empezar a correr. Uno de los peligros de los runners que se pasan al triatlón es que tienden a ir más rápido corriendo al empezar, por tendencia natural. Pero es mejor empezar poco a poco, ya que nos exponemos a que las molestias nos acompañen toda la competición.
El último consejo es que, si puedes, intentes apuntarte a travesías solo a nado o carreras solo de bici para acostumbrarte a la sensación de nadar o pedalear con más gente alrededor. Corriendo es más fácil, y lo tenemos ya controlado. Sin embargo, en las competiciones importantes de triatlón se pueden generar situaciones incómodas o peligrosas, ya que nadando o en bici no contamos con los mismos espacios a la hora de coger nuestro hueco. Por ello, si puedes ir cogiendo experiencia en competición, te será más fácil a la hora de ponerlo en práctica cuando llegue el momento. ¡Disfruta tu primer triatlón!