Clasificaciones por categorías, ¿cuál falta?
Por Chema Martínez Pastor para carreraspopulares.com
Si llevas un tiempo corriendo y has participado en algunas carreras, seguro que no te suena extraño que en algunas de ellas te asignen un código del tipo “M45”, “Senior” o “VetA-F”. Seguro que sabes qué significan, por eso no es nuestra intención explicar la nomenclatura de las clasificaciones por edades.
Las clasificaciones por grupos de edad en las carreras son una herencia de su hermano mayor, el atletismo profesional. La RFEA, dentro de las pruebas de su calendario, ordena las clasificaciones en función de la edad de los participantes, teniendo así las siguientes categorías: Sub14 (antiguo Infantil), Sub16 (antiguo Cadete), Sub18 (antiguo Juvenil), Sub20 (antiguo Junior), Sub23 (antiguo Promesa), Senior (entre 23 y 34 años) y las categorías Master (35, 40, 45, 50, 55 y 60), que sustituyen a las antiguas “Veteranos A-B-C-D-E-F”. Estas categorías, a su vez, coinciden con las de la IAAF, que dice que para estar en una de estas categorías hay que contar la edad del participante el día 31 de diciembre del año en que se celebra la competición. Es decir, si este año cumples los 35, independientemente del mes de tu nacimiento, durante los doce meses estás en la categoría de “Master35”.
Claro, no todas las carreras populares usan esta denominación. Otras establecen 2-3 grupos por edad únicamente, en función del número de participantes y, por qué no decirlo, de los premios que puedan entregar. La razón de tener categorías por edades cumple una función clara: la de intentar que todos compitan contra deportistas “de su nivel”, y que puedas comparar tu rendimiento (y optar a un trofeo), aunque ya tengas una edad que haga bajar tu rendimiento. Son una muy buena forma de incentivar la participación de todos los corredores y que aquellos que más se esfuerzan puedan tener su reconocimiento. Sin ir más lejos, en España estamos muy orgullosos de nuestro Martín Fiz, único campeón de las “Six Majors” en categoría M50 y flamante nuevo recordman mundial de los 10K en M55.
Pero ¿la edad es el único factor que nos indica en qué nivel de rendimiento estamos? Ya puestos, y si nos ponemos escrupulosos, podemos encontrar más factores que nos hacen correr más o menos rápido:
- Categorías en función del peso. Indudablemente, no es lo mismo competir en un maratón con un peso de 60 kilos que hacerlo teniendo que “tirar” de más de 90. No nos referimos únicamente a la constitución. No necesariamente una persona con sobrepeso estaría en esta categoría, sino personas muy altas o con “huesos grandes”.
- Categorías por kilómetros de entrenamiento a la semana. Obviamente, quien ha podido entrenar 5 días a la semana y corrido 60 kilómetros de media podrá acabar una carrera antes que yo, si he entrenado la mitad de ese tiempo, por las circunstancias que sea. No es justo comparar a los “machacas” con los que nos tomamos la vida con otra filosofía, ¿verdad? Por supuesto, padres y madres, son bienvenidos en estas categorías.
- Categorías en función de la alimentación. Evidentemente, no tendrá el mismo rendimiento una persona que se cuida, come sin grasas, cinco raciones de fruta o verdura... que quien se fríe a hamburguesas o pizzas.
- Categoría especial fiesteros. Debería haber otra clasificación especial para aquellos que salieron de juerga la noche anterior y han dormido pocas horas. Seguro que te hubiera gustado saber cuántos de los que ayer durmieron menos de dos horas han llegado por delante de ti. Imagina que estás a la cabeza de esta categoría y te están privando de tu medalla...
- Categorías en función de quien te haya ido a animar. Como el público siempre es un aliciente, no es justo que aquellos que van a ser animados por sus parejas, amigos y familia tengan el mismo mérito que los que han ido a correr solos y a los que sin duda se les hace la carrera más larga.
Obviamente, esta reflexión es sólo una manera divertida de decir que, en realidad, cada uno de los que nos ponemos un dorsal somos diferentes y que incluso nosotros, a lo largo de nuestra vida, vamos cambiando de circunstancias. Como no se puede hacer una categoría para cada cosa que nos pasa en la vida, lo mejor es disfrutar de cada carrera de manera individual e intentar no compararnos con otros o con nosotros mismos en el pasado.
Disfruta de tus carreras y ¡no le des tanta importancia a la clasificación!
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