Qué hay que saber para empezar a correr por la montaña
Por Chema Martínez Pastor para carreraspopulares.com
Al igual que el running “de asfalto”, el trail running se está empezando a colar en el mundo del corredor popular cada vez con más fuerza. Difícilmente podrá llegar al nivel de las modalidades urbanas, pero está claro que la tendencia está ahí. Muchos corredores se “echan al monte” después de un tiempo corriendo por asfalto, simplemente por introducir una modalidad diferente, por probar nuevas sensaciones. O tal vez es porque viven cerca de poblaciones más montañosas, o porque tienen amigos o familiares que lo practican...
Sea cual sea la razón, los runners de montaña tienen un aliciente que hace que se enganchen con mucha facilidad. De hecho, mucha gente ha hecho el camino de ida para no volver. La posibilidad de disfrutar de ambientes naturales, la diversidad de terrenos, la calma y tranquilidad que se respira allá arriba... Pero ojo, porque no todo son ventajas: requiere poner un poco más de nuestra parte, no es una afición tan accesible como las carreras por asfalto. Pero aún así, quienes lo disfrutan dicen que merece mucho la pena.
Si te estás planteando probar esta modalidad de running, tal vez te interese conocer algunos aspectos que deberás tener en cuenta. Que conste que te lo avisamos, ya que es posible que una vez hayas probado no quieras dejarlo. Por supuesto, son consejos para que saques el máximo partido de tu experiencia, en ningún modo pensamos que ninguna de estas afirmaciones te vayan a echar para atrás en tu idea de acercarte al trail running:
- Salir a correr por la montaña exige más tiempo. Salir a correr por la montaña no es tan sencillo como ponerte las zapas y bajar a la calle. Lo normal es que te exija un desplazamiento en coche o transporte público (salvo que tengas la suerte de vivir como nuestro amigo Marco, al pie de la montaña). Además, para una travesía de montaña necesitas dedicar más tiempo, no vale con media hora, porque aunque en kilómetros pueda no ser muy larga, una ruta de montaña siempre te llevará más tiempo porque irás más despacio. Una ventaja: puedes planear tu escapada a la montaña con más amigos y buscar un restaurante en la sierra. ¡Planazo para un sábado o domingo!
- En la montaña hay cuestas. Posiblemente demasiadas. No vale quejarse a las primeras de cambio. Si no tuviera desniveles no podríamos llamarle “montaña”. Te puedes encontrar desde senderos de varios kilómetros con una pendiente moderada, a tramos en los que tengas que subir ayudándote de las manos. Piensa que es el precio a pagar por disfrutar de las vistas que tendrás, y que es un entrenamiento de fuerza estupendo.
- Todo lo que sube... Por supuesto, te encontrarás tramos de las mismas características que las subidas, pero en sentido descendente. Al principio tómatelo con calma, vigilando muy bien dónde pones los pies. Si vas con gente que conoce la técnica de bajada, imítales o pregunta cómo lo hacen. Cuando vayas cogiendo confianza podrás disfrutar de la adrenalina de bajar a toda velocidad colina abajo. ¡Es una sensación que el asfalto no te puede proporcionar!
- Presta más atención a tu equipación. Dependiendo del terreno que vayas a pisar, es buena idea que te hagas con unas buenas zapas de trail running. La tecnología ha evolucionado mucho en este campo, y en las tiendas de running encontrarás modelos con una comodidad y ligereza dignas de las mejores zapatillas para asfalto, pero aportando una estabilidad y agarre que agradecerás en la montaña. Es buena idea que te hagas con una mochila de trail, en principio no hace falta que sea demasiado grande, pero lo justo para llevar algo de líquido, comida y abrigo.
- Lleva agua. En previsión de que estarás varias horas en la montaña, posiblemente sin fuentes a tu alcance, la mejor idea es que lleves siempre más de un litro contigo. Si tu mochila es del tipo “camel” podrás llevar tu hidratación a la espalda y a tu disposición siempre que lo necesites. Si dudas sobre la cantidad a llevar, mejor que sobre y no que falte. Y si te encuentras con fuentes o manantiales de montaña, aprovecha para recargar con agua natural.
- Al monte vas, de lo que lleves comerás. Importante también que lleves comida suficiente para que no te falten las energías. Barritas, frutos secos, un poco de chocolate... Cualquier cosa que ocupe poco espacio y te dé energía será de agradecer. Además, una parada técnica en un lugar bonito siempre es una gozada. ¡Monta tus propios picnics runners en medio de la montaña!
- Abrígate. No te fíes de la sensación térmica al salir de casa. En la montaña puede haber muchos grados menos que en la ciudad, así que el consejo es que vayas con alguna pieza de abrigo de más. En este caso, diferentes capas suelen ser una buena solución, para poder quitarte y poner en función de las diferentes temperaturas.
- No hagas locuras. La montaña es un lugar tan seguro para correr como el asfalto, siempre que lo hagas con cabeza. No trates de imitar a los grandes trail runners que has podido ver en vídeos en Internet. Los atletas que están muy preparados pueden llegar muy lejos con una equipación mínima, y se pueden permitir correr por desfiladeros o crestas peligrosas, o hacer bajadas “a tumba abierta”, porque tienen años de experiencia. Mejor pecar de demasiado precavidos que tener un percance. Los rescates en montaña son costosos, así que no tengas reparo en pararte y caminar, o darte la vuelta si ves que la situación puede ser difícil.
Como ves, son unos pocos consejos, aunque el mejor de todos es el sentido común. Trata a la montaña con respeto, no dejes residuos de tu paso y, sobre todo, disfruta. Seguro que si lo pruebas te acabas enganchando.
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