Inmovilizacion en las lesiones
Por Francisco Gilo (1943 - 2024) para carreraspopulares.com
La inmovilización parcial permite una recuperación más rápida tras una lesión.Ante una lesión, lo más aconsejable es inmovilizar la parte afectada para evitar que se agrave el cuadro. El tratamiento que se aplica a un deportista es diferente al de una persona sedentaria. Mientras que el primero sufre una inmovilización parcial para facilitar el movimiento y una rápida recuperación, al segundo se le inmoviliza del todo.
En muchas ocasiones es sorprendente la rapidez con que los deportistas se recuperan de sus lesiones. No es que sus traumas sean distintos a los de una persona sedentaria, sino que el tratamiento que se aplica es diferente: "A una persona sedentaria se le inmoviliza del todo y se le prescribe reposo absoluto en la zona afectada; por el contrario, al deportista no se le impide la movilidad totalmente. Si es una lesión articular o muscular, lo que se hace es inmovilizar la parte afectada".
Existen varios tipos de inmovilizaciones, dependiendo de la lesión: las rígidas están recomendadas para casos de fractura, "donde se necesita consolidar bien para evitar alteraciones secundarias". Las blandas permiten cierto grado de movimiento que favorece la recuperación de la zona afectada. Están indicadas para "lesiones articulares, en las cuales se debe inmovilizar parcialmente la articulación, manteniendo un movimiento de las estructuras que no están dañadas con el fin de que la recuperación sea más rápida". De este modo se evita la atrofia articular, más característica de las inmovilizaciones rígidas. Las atrofias hacen necesaria, además de la recuperación del miembro afectado, la musculación, "con lo que el proceso de rehabilitación se prolonga mucho más".
Después de una inmovilización hay que realizar una recuperación exhaustiva del miembro; no es suficiente dejar que el músculo se recupere naturalmente, hay que realizar rehabilitación. "El objetivo es conseguir un rango articular máximo, y luego trabajar sobre la potencia muscular".
En cuanto al tratamiento ante una lesión, se recomienda en primer lugar aplicar hielo sobre la parte afectada. Si es una fractura, se inmoviliza totalmente; si es un esguince, es recomendable realizar un vendaje compresivo. Se aconseja una segunda valoración de la lesión trascurridas entre 24 y 48 horas, "porque muchas veces el cuadro inicial es más llamativo de lo que es la lesión final, o al contrario". Si la lesión articular no requiere tratamiento quirúrgico se procede a una inmovilización funcional que permita al miembro afectado realizar una flexoextensión. "Con este tipo de vendajes el paciente puede andar tranquilamente, pero no puede realizar ninguna actividad deportiva. De todos modos es un avance, porque no le hemos parado del todo".En el mundo del deporte de competición, los atletas necesitan volver a competir lo más rápidamente posible, por lo que aceleran su recuperación.
Biológicamente, las estructuras tardan lo mismo en curarse en una persona sedentaria y en un atleta, lo que sucede es que se empieza el tratamiento de recuperación en un deportista incluso cuando está inmovilizado; prácticamente no para en ningún momento". De este modo la recuperación funcional se realiza de un modo más precoz y es más completa, y se puede afirmar que en el plazo de tres o cuatro semanas el paciente estará en disposición de reanudar su actividad con la misma intensidad que antes, aunque no se puede hablar de plazos concretos.
Pruebas diagnosticas: Si se sospecha de una lesión ósea, la prueba indicada es una radiografía convencional. Si la zona afectada incluye partes blandas, existen dos pruebas complementarias a las que el especialista en medicina deportiva puede acudir: la ecografía muscular, que analiza músculos tendones, ligamentos, bolsas sinoviales, cartílagos, nervios e incluso la cortical ósea, y la resonancia magnética, indicada para lesiones intraarticulares y subcorticales. Por tanto, el 90 por ciento de lesiones de partes blandas, con un buen diagnóstico ecográfico, se podrían evitar el gran número de resonancias que se hacen en la actualidad, con el coste que ello conlleva.