La visualización, una herramienta para mejorar como corredor
Por Pedro Fernández López para carreraspopulares.com
La visualización es definida como el simulacro por anticipación. Consiste en crear mentalmente escenas, situaciones y/o experiencias en ausencia de estímulos externos. Es utilizar un recurso tan poderoso como la mente y la imaginación a nuestro favor. Pensar que: "sí o sí". Utilizamos la visualización a la hora de hacer nuestro deporte, o en las horas previas a una competición, donde empezamos a “ver” la carrera y a sentirnos emocionalmente distintos (unas veces en positivo y otras en negativo).
Con este artículo pretendemos daros unas pautas para utilizar esta potente herramienta, y para incorporarla poco a poco a vuestro día a día, no solo para situaciones de deporte si no para el logro de cualquier otro objetivo.
Tus pensamientos te ayudan a discurrir por la vida, por lo tanto te ayudarán para mejorar y ser más eficiente en el deporte. Mediante la visualización se conectan las mismas rutas neuronales que si estamos practicando “realmente” el deporte o viviendo esa experiencia; es decir, el cerebro no distingue lo que es real y no, las neuronas son las encargadas, mediante impulsos y química, de transmitir esa información al resto del cuerpo, generando también esa predisposición, esa realidad, a nivel corporal.
Los pensamientos son muy potentes porque además determinan como te enfrentas a lo que te rodea, como influyes sobre el mundo externo cambiando tus pensamientos y expectativas es algo muy potente. Michael Felphs, es uno de los grandes defensores de la Visualización, desde que era pequeño visualizaba cada noche lo que llamaba “el vídeo de la forma de nadar perfecta”, que era la que quería conseguir al día siguiente.
Trabajo diario
La visualización potencia la capacidad de generar pensamientos para “competir mejor”, “entrenar mejor”, “vivir mejor” . Úsala para modificar patrones físicos y emocionales. La primera realidad comienza en nuestro cerebro, para que posteriormente nuestros sentidos busquen fuera lo que el cerebro necesita.
Esta técnica la estamos realizando diariamente, cuando pensamos en nuestras vacaciones, en la lista de la compra, en nuestra reunión con el jefe, y normalmente la utilizamos en sentido negativo, basándose en nuestros miedos en lugar de nuestros talentos o potencialidades, generando ya una predisposición y una realidad interna para que pasen.
Visualizar, no solo significa “ver”, es necesario también que pongas las palabras internas adecuadas. Tu cuerpo, tu respiración, tus emociones y toda la persona implicada en la construcción de ese futuro. Es como si estuvieras creando la película de lo que quieras que ocurra, cuanto más real sea, mejor. La visualización además logra equilibrar los hemisferios cerebrales, por lo tanto nos dará un sensación de tranquilidad enorme, generando momentos de atención consciente.
Es importante que aclaremos que la visualización no logrará que vayas más allá de tus propias limitaciones físicas. Utilizar técnicas de visualización en el deporte que superen tu estado físico, producirá sobre ti un grado de estrés que mermará la eficacia de esta herramienta, tu nivel de metas estará correlacionado con tus posibilidades efectivas.
Un deportista que domine la visualización, tendrá la capacidad de vivir lo que imagina. Utilízala para: mejora de movimientos, control emocional en la competición, consecución de metas, recuperación de lesiones, simulación mental de problemas y como solucionarlos, focalizar la atención, gestión del dolor y cansancio, etc.
Vamos a practicar la visualización
Para ello es importante que vayamos, como en todo entrenamiento, de menos a más. Es decir, que empecemos en situaciones tranquilas y a nuestro favor. Por ejemplo: al acostarnos o al levantarnos, así partimos ya de una situación relajada. Si decides entrenarla antes de dormirte, lograrás que el cerebro, durante el sueño, de forma inconsciente siga generando esa realidad que quieres lograr.
Emplea cinco minutos al día, manejando tu respiración, introduce poco a poco la respiración completa, la que vimos en el artículo anterior . Sé consciente poco a poco de tu cuerpo. Esto puedes lograrlo tensionando y distensionando músculos (cuádriceps, abdominales) o manos, brazos, etc. Y comienza a visualizar el objetivo qué quieres conseguir, cómo te vas a ver, qué es lo que vas a sentir, qué es lo que vas a escuchar. Cuando logres lo que te has propuesto, simplemente repite esa técnica que quieres incorporar a tu carrera (posición, zancada, etc).
En niveles de competición o de élite, los deportistas practican al menos durante 20 minutos diarios, y en momentos de pre-competición este entrenamiento puede durar hasta una hora. Poco a poco vete introduciendo situaciones de estrés en tus visualizaciones y cómo logras salir de ellas.
Cuanto más practiques, más sistematización lograrás, y por lo tanto menos esfuerzo tendrás que hacer, incorporándola a tu día a día de forma inconsciente. La neurología necesita el “gran sueño”, pero también un día a día preciso, es más importante la dirección que la velocidad.
Una mente necesita pautas de trabajo para alcanzar su meta, al igual que el cuerpo necesita unas pautas de entrenamiento para lograr el objetivo, pequeños pasos para cambiar una realidad mayor. No hablamos de algo imposible, hablamos de inteligencia emocional y de utilizar nuestros recursos a nuestro favor.