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Lesiones más comunes del Corredor: Causas, Síntomas y Estrategias de Prevención

Por carreraspopulares.com

Correr es una de las actividades más exigentes desde el punto de vista físico, lo que conlleva que se puedan producir una serie de lesiones recurrentes en determinadas áreas. En este post, abordamos cuáles son esas patologías frecuentes, los posibles tratamientos con técnicas fisioterapéuticas que se pueden aplicar y las pautas a seguir para prevenirlas.

Detrás de la inmensa mayoría de lesiones que padecen los corredores está el impacto constante sobre el asfalto o superficies irregulares. Una mala pisada en conjunción con una técnica general de carrera inadecuada o el sobreentrenamiento pueden dar lugar a varias patologías.

Lesiones más comunes en corredores y su tratamiento

Las lesiones más habituales en el atletismo serían la fascitis plantar, la tendiosis o tendinitis aquílea, la periostitis tibial y la cintilla iliotibial o 'rodilla del corredor'. A continuación, profundizamos en la naturaleza de cada patología y los tratamientos terapéuticos para abordarlas.

1-Fascitis plantar

La fascitis plantar es una lesión particularmente dolorosa, que se produce por una inflamación del tejido grueso de la planta del pie, y se hace sentir especialmente en quien la padece cuando se levanta por la mañana, o se incorpora después de haber pasado sentado un largo periodo de tiempo.

El objetivo primordial del tratamiento fisioterapéutico es reducir el dolor y la inflamación, para que el paciente al menos pueda empezar a caminar con normalidad.

Con este objetivo en mente, resulta fundamental una primera fase de descanso de las actividades que provocan dolor, seguida después cuando este remita de la adopción de diversas pautas para aumentar la flexibilidad y la fuerza de los miembros inferiores, con la vista puesta en poder hacer gradualmente una vida normal y en último término a volver a correr.

El tratamiento de la lesión normalmente tiene una perspectiva multimodal, y puede incluir la aplicación de hielo, la utilización de un calzado especial (habría que evitar ir descalzo por la tensión que supone en la fascia plantar), así como la aplicación de técnicas como la electrólisis percutánea intratisular y el ultrasonido terapéutico. Al margen, de la realización de determinados ejercicios y estiramientos que puede prescribir el fisioterapeuta.

Asimismo, en los casos en los que la lesión se produce por una excesiva pronación del pie, un especialista en podología puede valorar la idoneidad de incorporar órtesis en el calzado.

2-Tendinitis en el tendón de Aquiles

La tendinosis o tendinitis aquílea es otra patología frecuente en los corredores, y consiste en la inflamación del tendón de Aquiles, que es sometido a una gran exigencia en actividades como correr y saltar.

La causa más recurrente de la lesión es la sobrecarga muscular por excesivo entrenamiento, o por ausencia de calentamiento previo o estiramiento posterior adecuados.

Para su tratamiento fisioterapéutico se combinan la terapia manual y los ejercicios de reentrenamiento con técnicas avanzadas como la EPTE o la EPI.

El objetivo último no es solo hacer remitir el dolor, sino prevenir episodios recurrentes de tendinitis en la zona, lo que aboca también a la adopción de una serie de pautas preventivas por el corredor, entre la que se incluye una buena planificación de los entrenamientos para evitar la sobrecarga del tendón de Aquiles.

3-Periostitis tibial

El periosto es una membrana adherida a la tibia que al inflamarse provoca la patología conocida como periostitis tibial, que suelen padecer sobre todo corredores de fondo y maratonianos. Tiene un dolor muy agudo como síntoma principal, que se manifiesta al entrar la pierna en contacto con el suelo al correr.

Estaríamos de nuevo ante una lesión característica del sobreentrenamiento, por lo que su tratamiento inicial debe incluir el descanso de la actividad, la aplicación de hielo, la realización de terapia manual y los vendajes funcionales que sujeten la tibia, evitando las vibraciones.

Tras conseguir que la inflamación remita y transcurrido el periodo de recuperación, la vuelta al entrenamiento debe realizarse de manera gradual, en superficies adecuadas para correr y evitando las sobrecargas para ahuyentar el peligro de recaída.

 4-Síndrome de la cintilla iliotibial

El síndrome de la cintilla o banda iliotibial es también comúnmente conocido como de la 'rodilla del corredor’, y se produce por la fricción de la zona con el interior del fémur, lo que provoca una irritación que se traduce en un dolor punzante que se extiende por toda el área exterior de la rodilla, hasta el punto de obligar a los corredores a parar abruptamente su actividad.

El tratamiento en una primera fase consiste en la evitación de los movimientos que provocan el roce de la cintilla iliotibial con el fémur, así como la aplicación de hielo para rebajar la inflamación.

Después ya vendría la terapia manual orientada a reducir la contracción muscular, la realización de ejercicios para fortalecer los músculos de la cadera y la posible aplicación de terapias instrumentales con láser y ondas de choque.

Para evitar las lesiones que acabamos de ver resulta muy importante la adopción de pautas preventivas como la utilización calzado adecuado para correr, evitar el sobreentrenamiento y considerar aspectos tan cruciales como el horario al que entrenamos, la carga que tiene el entreno, la recuperación que se realiza…  ya que todo ello tiene una influencia decisiva en la prevención de patologías en corredores.


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