Vientre plano o correr más rápido: ¿qué es más importante?
Por carreraspopulares.com
De entre las decenas de beneficios que tiene correr, cada uno buscamos los que más se adaptan a nuestras características para usarlos como motivación. Siempre se dice que uno empieza a correr para perder peso o sentirse mejor y se acaba enganchando cuando se da cuenta de que puede correr cada vez más tiempo o más rápido. El espíritu competitivo suele salir, aunque no siempre, y acaba por condicionar nuestros entrenamientos o carreras a lo largo del año.
Un estudio publicado en BMC Women’s Health intenta poner luz a la eterna discusión de si es más importante la parte estética o la competitiva, en este caso desde el punto de vista de la mujer. El título del estudio nos da alguna pista de por dónde van los tiros: “No necesito un vientre plano, sólo quiero correr más rápido”. Según sus promotores, “la intención del estudio es investigar el auto conocimiento y la identidad corporal de diferentes formas de ejercicio (competitivo y recreacional), así como descubrir el rol de los demás (padres, hermanos y relaciones sociales) en este auto conocimiento.”
Para ello, se usó una serie de entrevistas psicodinámicas con diferentes cuestiones haciendo foco en la influencia de la familia y conocidos en el significado que las mujeres daban a su actividad deportiva. Las participantes, en su mayoría, formaban parte o fueron seleccionadas por la Asociación Danesa de Deportes Atléticos. Un total de veinte mujeres deportistas fueron entrevistadas, diez de ellas eran participantes habituales en competiciones atléticas, mientras que las otras diez sólo corrían por motivos recreacionales.
Diferencias entre atletas recreacionales y competitivas
El estudio encontró algunos parecidos en la forma en que percibían su relación con el deporte en ambos grupos. Pero también diferencias. Por ejemplo, las atletas que se dedicaban al atletismo de manera competitiva, reconocían que sus padres habían tenido mucha influencia en su afición, especialmente la figura paterna, quien les animaba a competir para externalizar su identidad como atletas. Para dedicarse al atletismo, tienen que dedicar gran parte de su tiempo diario al deporte, tomando decisiones que afectan a sus carreras profesionales o educación, al tiempo que intentan satisfacer las expectativas de un entorno exigente, generalmente representado por un padre o entrenador ambicioso.
Casi todas las participantes en el estudio en el grupo recreacional, excepto una, eran las mayores de sus hermanos, y describían el ejercicio como un modo de demostrar un estilo de vida ejemplar de cara a sus hermanos. Las atletas recreacionales recordaban a sus padres como un apoyo muy importante en su estilo de vida saludable. Se trataba de padres que les apoyaban en su afición, pero sin ser presionantes o mostrar predilección por un tipo de deporte u otro. En estos casos, tampoco mostraban mayor interés en que los resultados competitivos fueran mejores o peores.
En este sentido, el estudio apunta que la influencia de la familia es clave para decidir si una mujer se toma su actividad deportiva de una manera más o menos competitiva.
Influencia social
Las atletas competitivas se refieren a su club deportivo como un lugar donde “encajaban” mejor con los demás, mientras que en otros ambientes no se encontraban tan cómodas. Cuando estaban en la veintena, todas ellas se describían como más ambiciosas y enfocadas a un objetivo que sus compañeros, que estaban más interesados en las fiestas y el alcohol. Relataban su necesidad de formar parte de un grupo de entrenamiento, donde todos fueran igual de ambiciosos. Con estos compañeros, el club y su familia, formaban la red en la que se soportaba la motivación para seguir corriendo.
Importancia del aspecto físico
En ambos grupos se manifiesta el mismo interés en mejorar el aspecto físico. Sin embargo, en el grupo recreacional el deporte es el instrumento para conseguirlo, mientras que en las atletas competitivas, tener un buen aspecto por fuera es más una forma de mejorar su confianza de cara a la competición. Dicho de otra manera, si tu objetivo es competir, el verte mejor será un estímulo a tu competitividad. Pero si no es así, mejorar tu apariencia será un objetivo fundamental en tu motivación para correr.
Hay estudios, de hecho, que apuntan al narcisismo, o a la mejora de la autoestima a través de la apariencia física como un factor decisivo a la hora de competir. En concreto, un estudio dirigido por Ross Robert , de la Escuela de Deporte Salud y Ciencias del Ejercicio de Bangor (Inglaterra), apuntaba que, en los equipos de rugby femenino, aquellas deportistas con mayor índice de narcisismo obtenían, también, mejores resultados en competición
En cualquier caso, sea como deporte competitivo o sólo como actividad recreacional, parece claro que la relación entre aspecto exterior y rendimiento es importante para obtener los mejores resultados. Si nos encontramos bien por fuera, estaremos mejor preparados para dar lo mejor de nosotros, mientras que si damos lo mejor de nosotros, conseguiremos un mejor aspecto físico. En resumen: hacer deporte mantiene tu cuerpo y tu espíritu en forma.