El síndrome de sobreentrenamiento
Por Francisco Gilo (1943 - 2024) para carreraspopulares.com
Cuando un corredor siente apatía en un momento de su vida deportiva, realmente ¿hemos pensado en la posibilidad de que nuestra actividad física sea excesiva y contraproducente y que hayamos caído en un sobreentrenamiento?
Realizar más ejercicio del asimilable por el organismo es una preocupación de quienes persiguen estar en forma, ya se trate de atletas aficionados o de élite, como de personas que entrenan para perder peso o mantener su físico.
Hay corredores cercanos a la prueba del maratón, que todavía al notarse la mejora deportiva desean demostrase su gran estado de forma, saltándose incluso el programa pre-establecido, lo que le hace caer en el error de aumentarlo, con el consiguiente riesgo, no sólo de lesión; sino también de una importante bajada de defensas, que les hace vulnerable a las tan temidas infecciones oportunistas.
La rehabilitación de deportistas que padezcan de sobreentrenamiento supone una gran demanda para el entrenador ya que éste debe frenar o aguantar al deportista.
El síndrome de sobreentrenamiento incluye lesiones por ejercicio excesivo pero también se acompaña de fatiga general y otros síntomas.
En el entrenamiento "forzado", muy intenso y prolongado, realizado bajo marcadas tensiones emocionales, y sin la adecuada recuperación, la resistencia no específica es lo que primero se pierde; luego, se deterioran las funciones vegetativas y, finalmente, se afecta la coordinación motora todo lo cual puede dar lugar a una reducción más o menos notable en el rendimiento deportivo
Causas:
Hay una serie de factores que pueden resultar claves para que se produzca el síndrome de sobreentrenamiento como una dieta inadecuada, el estrés tanto mental como físico, y otros factores psicológicos que se relacionan con el propio organismo.
Las personas que hacen ejercicio de manera regular también son candidatas a sufrir el síndrome de sobreentrenamiento si no lo hacen de manera correcta. Y es que la ausencia de un plan de entreno o el incumplimiento de éste por exceso o defecto – en este caso, lo habitual es hacer menos, pero a más intensidad – puede ser perjudicial para el organismo, así como la realización de programas repetitivos y excesivamente largos (sobre todo los destinados a mejorar la resistencia) con una ineficiente recuperación física.
Según señalan en el sitio web de la Asociación American de Fisioterapia (APTA, según sus siglas en inglés) las lesiones derivadas de un sobreesfuerzo afectan sobre todo a músculos y esqueleto y se dan en quienes aumentan la intensidad de sus ejercicios o cambian el tipo de actividad física que venían realizando.
Atento a las señales de aviso:
Aunque el sobreentrenamiento presenta varios síntomas, son pocas (si es que hay alguna) las señales de pre-aviso. Una de ellas puede ser el pulso cardiaco elevado al despertarse por la mañana. Un índice más sensible y exacto, sería medir el pulso cardiaco por telemetría (pulsómetro) cuando el deportista duerme. Además, existen diferentes tests sanguíneos (extracción de muestras de sangre) que pueden identificar el problema, aunque estos son más caros y deben ser realizados por especialistas.
Síntomas:
Entre las señales y síntomas más frecuentes tras un entrenamiento en el que se ha exigido al organismo demasiado, los fisioterapeutas americanos señalan:
-Fisiológicos: tasa cardiaca en descanso aumentada, mayor presión sanguínea. Uno de los síntomas más claros es el aumento agudo de la concentración de adrenalina y noradrenalina más allá de los niveles normales inducidos por el ejercicio. Además, recientemente los científicos han propuesto que el sobreentrenamiento podría estar causado por una producción excesiva del neurotranmisor serotonina, la "hormona del buen humor", que cuando se produce en exceso se asocia con el sueño y el cansancio.
-Físicos: menor apetito, malestar estomacal, sed insaciable, alteraciones del sueño, mayor frecuencia de enfermedades o infecciones, sensación general de mayor dificultad y fatiga a lo largo del día, dolores musculares anormales, dolor diferente al típico dolor muscular.
-Conducta: cambios de personalidad, menor motivación, alteración de la concentración, autoestima disminuida, menor capacidad para afrontar el estrés.
-Rendimiento: mayor tasa cardiaca durante la actividad, menor fuerza o resistencia, movimiento y coordinación defectuosa, errores técnicos múltiples.