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¿Somos más fértiles los corredores?

Por María Pan de Francisco para carreraspopulares.com
¿Nos hace más fértiles el running?
¿Nos hace más fértiles el running?

Sabemos que correr de forma habitual nos aporta multitud de beneficios tanto a nivel físico como mental y es una de las mejores estrategias para mantener un buen estado de salud o incluso mejorarlo. Pero cuando una pareja comienza a plantearse la aventura de ser padres, es habitual que ronden por la cabeza las siguientes cuestiones: ¿puedo seguir corriendo si intento quedarme embarazada?, ¿debo bajar la intensidad de mis entrenamientos?, y si no hago deporte habitualmente, ¿sería bueno que empezara a hacerlo?. En cuanto a él, ¿correr también puede influir de algún modo?, ¿y si voy a realizar un tratamiento de fertilidad?.

Hay múltiples factores que pueden afectar al pronóstico reproductivo, algunos lamentablemente no modificables como la edad y distintas patologías que pueden influir en la fertilidad. Pero sí hay factores sobre los que podemos intervenir para aumentar las probabilidades de conseguir un embarazo espontáneo y el running puede ayudar en algunos de ellos.

La Organización Mundial de la Salud defiende salud sexual como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad”.

Aquellos que se proponen ser padres, son parejas especialmente motivadas a realizar modificaciones en su estilo de vida que pueden tener impacto en su fertilidad, así como en su salud en general. Igual que nos cuesta poco realizar ciertos “sacrificios” cuando tenemos en mente un objetivo en el ámbito deportivo, la búsqueda de embarazo parece un momento ideal para potenciar hábitos más saludables.

EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD
Se considera un índice de masa corporal normal entre 18.5-24.9 kg/m2, sobrepeso entre 25-29.9 y obesidad por encima de 30, siendo obesidad mórbida (grado 3) por encima de 40.

El sobrepeso y la obesidad son importantes condicionantes en la salud reproductiva. En numerosos estudios se ha constatado que conllevan peores resultados tanto en la búsqueda de embarazo como aumento de complicaciones posteriores.

En mujeres, los estudios informan que un IMC superior a 27 se asocia con infertilidad. Esto es debido a la alteración del eje productor de hormonas que regula el ciclo menstrual y al aumento de la resistencia a la insulina entre otras causas; lo que produce alteraciones en las reglas y ciclos en los que no se ovula correctamente, junto con alteraciones en el endometrio que dificultan la implantación del embrión.

En varones, se ha visto que hasta el 50% de obesos presentan disminución de los niveles de testosterona, asociándose además a una reducción de la concentración espermática, disminución del volumen eyaculado y movilidad de los espermatozoides.

Estudios que han comparado varones sedentarios con varones que realizan ejercicio a distinta intensidad, demostraron mejores parámetros en el semen en los grupos de entrenamiento a intensidad moderada (30-40 min al día durante al menos 3 días a la semana).

También se han visto menores tasas de éxito en técnicas de reproducción asistida en pacientes con sobrepeso y obesidad, necesitando dosis de medicación más altas para conseguir la estimulación ovocitaria; además se multiplica el riesgo de aborto con respecto a una paciente con peso normal.

Realizar ejercicio de forma regular junto con una dieta adecuada te ayudará a lograr y mantener un IMC dentro de los parámetros normales para mejorar la fertilidad. Y aunque no realices deporte habitualmente, comenzar a practicarlo de forma moderada en la búsqueda de embarazo mejorará tu función reproductiva y disminuirá el riesgo complicaciones como diabetes e hipertensión en tu futuro embarazo.

La dieta influye en la fertilidad
La dieta influye en la fertilidad

LA DIETA
Si eres corredor posiblemente ya disfrutes de los beneficios de una dieta sana y equilibrada, pero debes saber que se ha demostrado que también influye en las posibilidades de embarazo.
Se han visto efectos beneficiosos de la dieta mediterránea sobre la fertilidad.

Una ingesta reducida de grasas saturadas,aumentar las proteínas de origen vegetal, la ingesta de frutas y verduras, los hidratos de carbono de bajo índice glucémico y una mayor ingesta de ácidos omega 3 pueden mejorar las posibilidades de concepción natural o asistida, dado que mejoran tanto la fertilidad femenina como los parámetros de calidad del semen. Sólo con la dieta ya podemos conseguir un aporte de la mayoría de macro y micronutrientres en cantidades apropiadas.También es importante mantener una hidratación correcta, evitar el alcohol, el tabaco y el exceso de cafeína.

Parece que el estado nutricional de la madre antes y durante el embarazo es uno de los factores ambientales más influyente en el desarrollo fetal, por eso se recomienda una adecuada valoración en el periodo preconcepcional y primeras etapas de gestación.

VITAMINA D, FERTILIDAD Y DEPORTE AL AIRE LIBRE
Cada vez hay más evidencia de la implicación de la vitamina D en la fertilidad femenina y masculina, dado que se ha relacionado con la calidad del tejido ovárico y endometrial y favorece la correcta implantación del embrión. Carencias de vitamina D parecen tener relación con una tasa mayor de abortos espontáneos. Además un nivel adecuado de vitamina D favorece un buen desarrollo de los espermatozoides.

Se ha visto que un porcentaje importante de la población presenta carencias de vitamina D y la realización de deporte al aire libre te ayudará a mejorar a este respecto. Con una exposición solar de 15 min al día al menos 3 días a la semana en verano y primavera conseguirás el 80% de los niveles de vitamina D recomendados.

Padres corriendo con sus hijos
Padres corriendo con sus hijos

EL ESTRÉS
Además de los beneficios físicos que nos aporta correr, hay que destacar los beneficios a nivel psicológico y mental, que pueden contribuir a la hora de buscar embarazo.Más de la mitad de las pacientes, perciben el estrés como el mayor impedimento para conseguir embarazo y es un factor que adquiere especial importancia en los tratamientos de fertilidad, comparándose el nivel de ansiedad con el de pacientes oncológicas en algunos casos.

Aunque hay datos contradictorios en relación con el estrés y los resultados de las técnicas de reproducción asistida, sí se ha comprobado que parejas con alto nivel de estrés asumen peor el fracaso de los tratamientos y las complicaciones del embarazo. Además tienen una mayor tasa de abandono de los tratamientos de reproducción, por la angustia psicológica que les genera.

A la hora de buscar un embarazo espontáneo, el estrés crónico puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Se han demostrado alteraciones menstruales, que conllevan ciclos anovulatorios con mayor frecuencia; al igual que disminución en la cantidad como en la movilidad espermática.

Si corres habitualmente ya habrás comprobado que incluso después de tener un mal día, te sientes muchísimo mejor cuando vuelves de correr. Está demostrado que el ejercicio aumenta el nivel de endorfinas como la serotonina, importante regulador del estado de ánimo. Te ayudará a dormir mejor, siempre que evites correr justo antes de irte a dormir, y además hacer deporte de forma habitual parece asociarse con relaciones sexuales más satisfactorias.

Aunque el running se considera un deporte solitario, si crees que buscar embarazo te está generando pensamientos recurrentes sobre el tema, sería beneficioso que intentaras correr en pareja o en grupo para ayudarte a pensar en otra cosa.

EL EJERCICIO INTENSO
La fertilidad también puede verse afectada negativamente por el aumento de intensidad y duración del ejercicio, principalmente en pacientes con bajo IMC. Los efectos del ejercicio extenuante sobre la fertilidad femenina están relacionados alteraciones en la producción de hormonas que regulan el ciclo (GnRH, LH, FSH y estradiol), que resulta en anovulación o incluso periodos sin regla. Esto no sólo es importante desde el punto de vista de la fertilidad, sino que periodos largos sin regla, afectan a la densidad ósea y está descrito un aumento de riesgo de osteoporosis en deportistas de élite.

En hombres también puede reducir la fertilidad, dado que se ha visto que el estrés oxidativo y los radicales libres generados por el ejercicio intenso, pueden empeorar la calidad de los espermatozoides.

En resumen, ¿puede el running ayudarnos a ser padres? Sí, ayudándote a controlar tu peso corporal, a regular tu perfil hormonal, a llevar unos hábitos más saludables y a reducir el estrés, todo ello aumentará las posibilidades de embarazo. Pero siempre dentro de unos límites de intensidad, dado que el ejercicio excesivo en algunos casos puede tener efectos negativos sobre la fertilidad.


María Pan de Francisco
Médico Especialista en Obstetricia y Ginecología


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